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La dermofarmacia oncológica es clave para la recuperación de la piel

La atención integral del paciente desde la dermofarmacia oncológica es esencial para lograr un resultado exitoso y una mejor calidad de vida antes, durante y después del combate contra el cáncer

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La ‘International Agency for Research on Cancer’ estimó que en el año 2020 se diagnosticaron aproximadamente 18,1 millones nuevos casos de cáncer en el mundo, tal y como publican en el informe anual sobre ‘Las cifras del cáncer en España 2023’ de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOR). Esto corrobora, un año más, que el cáncer es una de las principales causas de muerte a nivel mundial, según los expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Según este organismo internacional, en 2021 atribuyeron a esta enfermedad casi 10 millones de defunciones, es decir, casi una de cada seis de las que se registran.

Cuando se habla del tratamiento del cáncer, según la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) además del enfoque médico que se centra en la eliminación de las células cancerosas, hay que considerar los efectos colaterales que estos tratamientos pueden tener en cada persona. En el caso de las secuelas en la piel, la dermofarmacia oncológica reconoce que el cuidado de la piel es un componente esencial de la atención integral del paciente.

La dermofarmacia oncológica es un área interdisciplinaria que combina los conocimientos de la farmacia y la dermatología para abordar las necesidades de la piel de los pacientes que reciben tratamiento contra el cáncer. Algunos de los tratamientos para el cáncer, como es el caso de la quimioterapia y la radioterapia, pueden tener efectos adversos en la piel como son: sequedad, irritación, descamación y sensibilidad extrema. Estos efectos secundarios no solo pueden ser incómodos, sino que también pueden afectar la calidad de vida del paciente y a su adherencia al tratamiento, tal y como explican en la AECC.

Este campo farmacológico ha emergido como un sector especializado que se enfoca en el cuidado y la salud de la piel antes, durante y después del tratamiento del cáncer. Además, esta disciplina también busca educar a los pacientes sobre cómo cuidar adecuadamente su piel, lo que contribuye a una recuperación más completa y menos traumática, según la AECC.

La importancia de la Dermofarmacia Oncológica

En la batalla contra el cáncer, la atención médica no se limita a los tratamientos tradicionales como la quimioterapia y la radioterapia. La calidad de vida del paciente también juega un papel crucial en su recuperación, y esto incluye tener una piel sana y sin secuelas. No debemos olvidar que la piel es el órgano más grande del cuerpo y actúa como una barrera protectora contra el entorno externo.

Durante el tratamiento del cáncer, la piel puede volverse especialmente vulnerable debido a la agresividad de algunos fármacos y tratamientos que conllevan la debilitación general del sistema inmunológico. En el caso de la radioterapia, la AECC explica que la piel de la zona que recibe radiaciones puede sufrir alteraciones y cambios a lo largo del tratamiento muy similares a una quemadura solar. Después de dos o tres semanas de recibir las sesiones aparece una coloración rojiza (eritema) en la piel de la zona tratada. Según avanza el tratamiento esa área va adquiriendo una coloración más pigmentada y oscura, que desaparece al cabo de unos meses.

La dermofarmacia oncológica se encarga de minimizar esos efectos secundarios en la piel producidos por la radioterapia, lo que no sólo proporciona alivio físico, sino que también puede tener un impacto positivo en la autoestima y la mentalidad del paciente.

Productos

La gama de productos utilizados en la dermofarmacia oncológica es diversa y está diseñada para abordar una variedad de necesidades específicas de la piel. Estos productos están formulados para ser suaves, hidratantes y no irritantes, ya que la piel del paciente oncológico tiende a ser más sensible, tal y como explican los profesionales del Campus Formativo Aula Farmacia:

  • Hidratantes específicos: los pacientes en tratamiento a menudo experimentan sequedad extrema en la piel. Los hidratantes específicos para la dermofarmacia oncológica están diseñados para retener la humedad en la piel y ayudar a prevenir la descamación y la irritación.
  • Productos para el cuidado de las uñas: las uñas también pueden ser afectadas por el tratamiento del cáncer, volviéndose quebradizas y frágiles. Se ofrecen tratamientos para fortalecer y proteger las uñas.
  • Cremas calmantes y antiinflamatorias: la irritación y la inflamación son efectos secundarios comunes de la quimioterapia y la radioterapia. Las cremas calmantes ayudan a aliviar el enrojecimiento, la picazón y la sensación de ardor en la piel.
  • Productos para el cuidado del cuero cabelludo: la pérdida de cabello es un efecto secundario común de la quimioterapia. Se incluyen champús y acondicionadores suaves diseñados para limpiar e hidratar el cuero cabelludo sensible.
  • Protectores solares específicos: la piel se vuelve más susceptible a los daños causados por el sol durante el tratamiento del cáncer. Los protectores solares específicos ayudan a proteger la piel de los rayos UV sin causar irritación.
  • Productos para el Cuidado Oral: La boca y los labios también pueden ser afectados por el tratamiento. Se proporcionan geles y enjuagues bucales suaves para aliviar la sequedad y la irritación.

Crecimiento del sector

El sector de la dermofarmacia crece en ventas desde hace años. Los últimos datos de la consultora farmacéutica IQVIA indican que de julio 2022 a julio de 2023 ha crecido más de un 5%, alcanzando los 500 millones de ventas anuales. Dentro de este sector en auge se emplaza la dermofarmacia oncológica que brinda una atención vital y holística a los pacientes que luchan contra el cáncer. Al centrarse en el cuidado de la piel y la calidad de vida, esta disciplina reconoce la importancia de abordar los efectos secundarios físicos y emocionales del tratamiento del cáncer. A través de productos específicos y cuidados personalizados, la dermofarmacia oncológica ofrece un apoyo esencial para los pacientes, ayudándoles a sentirse más cómodos y confiados mientras atraviesan su viaje hacia la recuperación.

Los farmacéuticos están cada día evolucionando hacia nuevos servicios de valor añadido para los pacientes. Para ello llevan a cabo campañas de diagnóstico precoz, difusión de la importancia de los hábitos saludables y gestión de efectos secundarios de los tratamientos. En este sentido, durante la semana del 18 de octubre, se celebrará online el II Congreso de Oncología para Oficina de Farmacia.

En este congreso se abordarán distintos enfoques para tratar dolencias oncológicas desde la Farmacia, las cuales por supuesto incluyen la dermofarmacia oncológica. Cuenta con el apoyo científico y la colaboración de instituciones muy reputadas como el Consejo General de Colegios Farmacéuticos, la Fundación para la Excelencia de la Calidad Oncológica, SEOR o el Instituto de Salud Carlos III, entre otros muchos. Además, en esta edición, habrá más de 40 ponencias de los mejores profesionales de cada sector para dotar al congreso de una formación rigurosa y científica que ayudará a las farmacias comunitarias a ser punto de referencia para los pacientes alineados con los oncólogos. Asimismo, se presentarán las últimas novedades en esta disciplina, que está en auge y va a tener cada vez mayor relevancia en los años venideros.

Uno de los objetivos de este congreso se centra en lograr que los pacientes tengan acceso a profesionales de la dermofarmacia oncológica que puedan brindar orientación y recomendaciones personalizadas. Además, creen que la formación e investigación continua en esta área es esencial para seguir mejorando la calidad de los productos y los cuidados ofrecidos, lo que puede marcar una diferencia significativa en la experiencia de los pacientes oncológicos.