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Vitaminas y hierro, las claves del bienestar

deporte-nutricion-minerales-vitaminas-hierroLos expertos en nutrición afirman que los suplementos vitamínicos son la clave para mantener un buen estado de salud y alcanzar el bienestar físico. Las deficiencias en los niveles vitamínicos pueden ser las responsables de un malestar continuado, fatiga y una mayor predisposición a padecer infecciones.

En este sentido, varios estudios europeos han analizado el impacto de la falta de vitaminas y minerales en el aumento de la fatiga, tanto física como psicológica, el buen funcionamiento del sistema nervioso central y los niveles de estrés.

Las deficiencias en los niveles vitamínicos pueden ser las responsables de un malestar continuado, fatiga y una mayor predisposición a padecer infecciones. Lo mismo ocurre con el hierro, uno de los cuadros carenciales más habituales en el mundo occidental, siendo más necesario en deportistas, ancianos, mujeres y niños.

Hoy en día se pueden encontrar diferentes complejos multivitamínicos y suplementos de hierro, que nos ayudarán a sentirnos mejor.

Es importante que dediquemos un poco de tiempo a observar nuestro propio cuerpo. El hecho de tener un aspecto pálido, experimentar problemas de rendimiento y concentración, sentir cansancio y frío frecuentemente, tener uñas quebradizas y abundante pérdida de cabello, falta de apetito o enfermar con relativa facilidad, no sólo traduce síntomas clásicos de fatiga primaveral u otoñal, sino que muchos de estos síntomas son los propios de una carencia de hierro; originada, quizás, por una deficiente alimentación o por una especial dificultad en la absorción del hierro.

Dado que el cuerpo no puede producir hierro por si mismo, éste, al igual que el resto de los minerales y las vitaminas, debe ser suministrado diariamente a través de la alimentación.

La mayor parte del hierro que necesitamos se consume en la formación de la sangre o mejor dicho de la hemoglobina, el pigmento rojo de los hematíes, que son los encargados de transportar el oxígeno a todas las células. Es por ello que las mujeres embarazadas necesitan mayor cantidad de hierro, ya que durante el embarazo aumenta considerablemente su volumen sanguíneo.

La función principal de los hematíes es transportar oxígeno desde los pulmones, a través de las arterias hasta todas las células del cuerpo (la llamada respiración celular). Los glóbulos rojos resuelven esta tarea durante 100 ó 120 días, después quedan exhaustos y es preciso formar nuevos glóbulos rojos, para lo cual es necesario hierro. Claro que si una persona precisa de una mayor respiración celular, por ejemplo deportistas o personas que realizan trabajos físicos muy duros, los glóbulos rojos se deterioran antes, debiendo ser sustituidos por otros nuevos con mayor frecuencia. Así pues, la falta de glóbulos rojos dificulta la llegada de oxígeno a las células lo que provoca fatiga, cansancio y falta de ánimo.

¿Por qué precisamente las mujeres necesitan más hierro? Se ha constatado que las jóvenes y mujeres en edad fértil necesitan un mayor aporte. Prácticamente una de cada dos personas del sexo femenino debería protegerse frente a la falta de hierro.

• Muchas molestias cotidianas como el decaimiento y similares, que a menudo se engloban erróneamente bajo el término “migraña”, pueden ser en realidad un primer síntoma de carencia de hierro. A veces, estos problemas comienzan incluso en la infancia.

• A partir de los 13 años aproximadamente el cuerpo femenino se hace más propenso a las carencias de hierro debido a las pérdidas menstruales.

• Diversas investigaciones llevadas a cabo en Francia y Suecia han puesto de manifiesto un aporte insuficiente de hierro en casi un 50% de las mujeres analizadas. Entre los posibles motivos cabe destacar una alimentación bastante lineal e incompleta, por eso, aquellas mujeres que no siempre se alimentan de manera variada y equilibrada son las que más deben preocuparse de aportar suficiente hierro a su dieta alimenticia.

• El embarazo, el parto y la lactancia suponen una pérdida considerable de hierro, cifrada entre los 600 y los 1.000 mg, cantidad equivalente al total de las reservas de este mineral presentes en el organismo femenino.

Teniendo en cuenta que el hierro es un nutriente de muy difícil absorción, para evitar estos síntomas, la Sociedad Federal para la Nutrición Alemana, recomienda una ingesta diaria de hierro de entre 12 y 20 mg para niños en edad escolar, así como jóvenes y adultos, sobre todo mujeres en edad fértil. De 30 mg para embarazadas, y de 25 mg para madres en período de lactancia.

¿A qué se debe la falta de hierro?

Puede deberse a diversos motivos como son, por ejemplo:

• Una alimentación pobre en hierro que no llegue a cubrir las necesidades individuales, por ejemplo en casos de desnutrición o de vegetarianismo puro.

• Una absorción de hierro deficiente o una alteración de la capacidad para almacenarlo.

• Grandes pérdidas de sangre, como las derivadas de menstruaciones muy abundantes, o durante el parto en el caso de mujeres en edad fértil. Asimismo, hay otras circunstancias que pueden provocar pérdidas de sangre y hierro tanto en hombres como en mujeres como son intervenciones quirúrgicas, accidentes o simplemente donaciones de sangre.

• Ciertas alteraciones del tracto digestivo o de otras funciones fisiológicas que impiden o dificultan la absorción de hierro.

• Un incremento de las necesidades de hierro en determinadas etapas y circunstancias vitales como es el caso de los niños en edad de crecimiento y desarrollo, las jóvenes al llegar a la pubertad, las personas convalecientes, o los deportistas de alto rendimiento.