Un rostro joven y luminoso puede y debe ser nuestra mejor carta de presentación ante los demás; de ahí que sean tan importantes los cuidados faciales.
Yes que a nadie se le escapa que las agresiones externas afectan a nuestra dermis diariamente. Frío, calor, sol, contaminación… Son muchos los factores que hacen que nuestra piel sufra de lo lindo en el día a día. La deshidratación y la sequedad son síntomas habituales provocados por una falta de cuidado facial suficiente. Por eso, explica Andrea Giménez, responsable de comunicación de Facialderm, “la mejor fórmula para combatir estos síntomas es darle a nuestra piel el extra de hidratación que necesita”, señala al tiempo que aclara que “los cuidados básicos no son suficientes para que nuestra piel luzca siempre hidratada, iluminada y bella. Al final de la semana ésta necesita un extra”. Claro que no son sólo las mujeres las que hacen todo lo posible a la hora de cuidar el rostro: “La cosmética masculina está al alza y cada día más hombres empiezan a preocuparse por el cuidado de su piel y a introducir productos cosméticos dentro de su rutina de cuidado personal. Con unas necesidades distintas a la piel de la mujer, cada vez se demandan más productos específicamente adaptados a la piel del hombre”, apunta Giménez.
Existen en el mercado multitud de tratamientos de cuidado facial, pero reinan “las cremas antiedad y las toallitas limpiadoras. Productos ampliamente conocidos y de venta en gran consumo”. Sin olvidar, eso sí, que cada vez son más quienes optan por complementar estos cosméticos básicos de la rutina diaria y darle a la piel un plus de hidratación y de tratamiento antiedad siempre que lo necesite. En este sentido, una opción recomendable sería el uso de una mascarilla intensiva porque “resulta más efectivo que el uso de una crema de cuidado básico diario, ya que en una sola aplicación estaremos aplicando mucha más cantidad de sérum en nuestra piel”. La pregunta del millón podría ser qué se debe tener en cuenta a la hora de elegir uno u otro tratamiento. Y la respuesta es bien sencilla. “Conocer nuestra propia piel es esencial para saber qué productos escoger. ¿Sequedad? ¿Brillos? ¿Arrugas? Examinar nuestra dermis y detectar qué necesidades tenemos es el primer paso para hacer una buena selección de nuestros cosméticos en función de los beneficios que nos aporten”.
La recomendación, como siempre, no es otra que acudir a nuestro farmacéutico habitual para conseguir consejo y prescripción en primera persona de los productos más acordes a nuestro tipo de piel. Y por supuesto, en casos de problemas de salud, como por ejemplo piel atópica o diabetes, se debe acudir al dermatólogo y médico habitual para conseguir un diagnóstico de nuestra piel más ajustado.
Saber maquillarse
Por otra parte, si mantener el rostro joven y brillante resulta fundamental, no menos importante es conocer las claves a la hora de maquillarse porque en unos pocos pasos podemos conseguir un resultado óptimo. En primer lugar, se debe “limpiar, tonificar e hidratar la piel con productos adecuados, como un buen tónico o un agua micelar”, según explica Miriam Guerra, Consultora de Belleza de Bella Aurora Labs.
El segundo paso, según la experta, sería “corregir y maquillar con un tono natural para cubrir imperfecciones. Puedes hacerlo con un maquillaje compacto, fluido o con una crema color”. También existen en el mercado líneas de maquillaje que nos protegen del sol. A continuación, se debe “matificar el rostro y darle toques de color bronceado o colorete” y por último, “maquillar los ojos según la forma, intentando resaltar la mirada, y maquillar los labios, dándoles o no protagonismo. Esto dependerá de si hemos maquillado mucho o poco los ojos”. “Lo más importante en un maquillaje es la preparación de la piel, que debe estar limpia y sedosa. Para ello, es muy importante desmaquillarse cada noche y exfoliar el rostro semanalmente para retirar las células muertas y conseguir un buen aspecto en nuestra tez”, asegura Miriam Guerra a la vez que recomienda el uso de una leche limpiadora hidratante que limpie e hidrate en profundidad y prevenga la aparición de manchas. “Con una piel limpia y bien hidratada el maquillaje se adapta mucho mejor al rostro, fundiéndose con él como si fuese una segunda piel”, apunta.
No menos importante es “elegir a conciencia el tono de maquillaje. Debe ser lo más parecido posible al nuestro. No olvides que su función es mejorar y cubrir las imperfecciones. Si lo que queremos es un tono más alto, lo daremos con polvos bronceadores o colorete”, explica. “Por último pero no menos importante, elegir entre ojos o labios”, añade la experta en belleza. “Tan solo uno de ellos puede ser el protagonista. ¿Queremos dar importancia a los ojos con un maquillaje ahumado? Adelante, pero los labios han de pasar desapercibidos. ¿Nos gustaría maquillar los labios con un rojo perfecto? ¡Genial! En este caso maquillaremos el ojo con sombras sutiles y muy suaves”.
De lo que no cabe duda es de que algunos productos nunca deben faltar cuando una mujer se maquilla frente al espejo. “Es imprescindible una buena crema hidratante para antes y después del maquillaje. Un colorete para mejorar el tono y una máscara de pestañas para conseguir el efecto “buena cara” harán el resto”, concluye. Todo por un rostro luminoso. Nuestra mejor carta de presentación.