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Dieta, ejercicio… y ¡productos adelgazantes!

El mercado ofrece cerca de 600 productos presuntamente adelgazantes, aunque pocos tienen resultados científicamente probados. La mejor opción consiste en sustituir las conocidas como ‘dieta milagro’ por un plan a medida con la ayuda de productos diseñados para tal fin y de venta en farmacias

Young woman exercising on elliptical trainer.Más de la mitad de la población en España padece obesidad o sobrepeso, siendo la prevalencia de la obesidad en adultos del 17%, y del 36% en el caso del sobrepeso. Son datos de la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN), que se complementan con los manejados por la Organización Mundial de la Salud en relación a cifras de ámbito europeo. En concreto, la OMS alerta de que la mitad de la población europea tiene sobrepeso, y alrededor del 23% de las mujeres y el 20% de los hombres son obesos.

Ante uno de los mayores desafíos que existen actualmente para la salud pública, los productos para el control de peso juegan un papel relevante en la lucha contra la obesidad. Eso sí, resulta igualmente importante que los consumidores tengan acceso a información y productos adecuados para poder gestionar eficazmente sus necesidades nutricionales.

Los alimentos formulados para el control de peso juegan un papel fundamental, ya que están diseñados para garantizar la recepción de nutrientes necesarios que permitan mantener un equilibrio nutricional adecuado. Y además, deben ser alimentos lo suficientemente agradables al paladar para que los consumidores los utilicen a lo largo de todo el proceso de pérdida o control de peso.

En 2010, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) reconoció que los sustitutivos de comidas ayudan a los consumidores a perder peso y a mantener el peso corporal. A partir de ahí, los productos para el control de peso han evolucionado desde la publicación del nuevo Reglamento europeo 609/2013, que será aplicable en su mayor parte desde el 20 de julio de 2016 y derogará la Directiva 2009/39/CE y todas las normas derivadas de la misma. Este Reglamento restringe el ámbito de su aplicación a cuatro categorías de productos:

  • Preparados para lactantes y preparados de continuación
  • Alimentos elaborados a base de cereales y alimentos infantiles
  • Alimentos para usos médicos especiales
  • Sustitutivos de la dieta completa para el control de peso

Mientras tanto, han quedado fuera del nuevo Reglamento los sustitutivos de una o varias comidas para el control de peso (200-400 kcal/comida), así como los tentempiés, que no tenían una legislación específica pero estaban regulados en algunos países (Francia es un ejemplo). En este sentido, la Asociación de las Empresas de Dietéticos y Complementos Alimenticios AFEPADI viene trabajando desde hace tiempo para promover un marco legislativo propio para estos productos, estipular normas de composición, etiquetado y declaraciones de propiedades saludables a cada subcategoría, y diferenciar estos productos de otros existentes en el mercado que no cumplen con la norma.

Productos en farmacias

Junger Mann mit Gemüsekiste in der KücheLa mayoría de los productos de venta en farmacia para adelgazar contienen alcachofa, cafeína, polifenoles, calcio, chitosan, CLA-ácido linoléico conjugado, cola de caballo, fucus vesiculosus, glucomanano, L-carnitina o té verde. Se presentan en forma de sobres, cápsulas, comprimidos, pastillas o bebibles, y suponen una ayuda importante y, a veces, necesaria a la dieta y el ejercicio físico para lograr el objetivo de la pérdida de peso. Barritas, glucomanano, tisanas adelgazantes, snacks para picar entre horas…

Cada producto ejerce un efecto distinto en el organismo según los ingredientes que incluya en su formulación, de ahí que la legislación vigente los haya clasifi ado en distintas categorías, desde los sustitutivos de comida ya mencionados anteriormente hasta complementos dietéticos o coadyuvantes a dietas de adelgazamiento.

La principal ventaja de los alimentos sustitutivos (barritas, batidos, sopas, natillas…) es que proporcionan un efecto saciante similar al de una comida completa con un escaso aporte calórico (300-400 kcal). Son sencillos y rápidos de preparar. Las formulaciones más novedosas de estos alimentos sustitutivos han incorporado prebióticos (que contribuyen a reforzar el sistema inmunitario natural) y los ácidos grasos Omega 3. Como indicación, cabe señalar que no deben usarse de forma continua ni a largo plazo, teniendo en cuenta que si no se modifican los hábitos de alimentación después de conseguir el peso deseado, se vuelven a recuperar los kilos perdidos.

Por su parte, los complementos dietéticos funcionan como “potenciadores” de la pérdida de peso, aunque en ningún caso sustituyen ninguna comida ni garantizan las necesidades nutricionales diarias. Los principales efectos que se pueden obtener recurriendo a este tipo de ayudas son la optimización de la pérdida de peso, la acción sobre el metabolismo del azúcar y la insulina, la lucha contra la insuficiencia venosa y la retención de líquidos, y la mejora del perfil lipídico.

En esta categoría encontramos productos drenantes, reductores de apetito, productos de vientre plano (facilitan la digestión y potencian la eliminación de gases, reduciendo la sensación de vientre hinchado), quemacalorías, reductores de azúcares, y reductores de grasas.

En general, podemos agruparlos en cuatro grandes grupos:

  • Disminución de la absorción de grasas y/o favorecedores de la eliminación de grasas: actúan reduciendo la cantidad de lípidos absorbidos en el intestino. Dentro de este grupo hay productos autorizados por la OMS, utilizados en casos de obesidad y, bajo prescripción médica (con posterior seguimiento profesional), en personas que padecen al menos un 30% de sobrepeso. Éstos últimos reducen la cantidad de lípidos en el intestino aumentando el gasto energético (termogénesis), o directamente sobre el sistema nervioso controlando la sensación de hambre y saciedad.
  • Quema-grasas (efecto lipolítico): un excesivo aporte calórico y poco gasto energético dan como resultado unos kilos de más. Estos productos están diseñados para acelerar la actividad metabólica y quemar elevadas cantidades de calorías.
  • Diuréticos y/o laxantes: eliminan líquidos, y son eficaces en caso de problemas digestivos, de retención de líquidos o problemas de estreñimiento.
  • Inhibidores del apetito y/o saciantes: productos a base de fibras que se “hinchan” en el estómago y dan sensación de saciedad.

Café verde

Green coffee beans in burlap sack on old wooden table

Dentro de la suplementación nutricional ofrecida por los productos de farmacia, el extracto de café verde es probablemente uno de los complementos para perder peso más populares. Este producto se extrae de los granos del citado café, los cuales contienen una sustancia llamada ácido clorogénico, a la que se hace responsable de los efectos de pérdida de peso. La mayor parte del ácido se elimina cuando se tuesta el café, por lo que los granos de café normales no presentan el mismo efecto.

Algunos estudios sugieren que este ingrediente activo del café verde puede reducir la absorción de carbohidratos desde el tracto digestivo, lo que reduce el azúcar en sangre y los picos de insulina. Otros estudios han demostrado que el ácido clorogénico puede reducir el peso corporal, las grasas absorbidas de la dieta, la grasa almacenada en el hígado, y mejorar la función de la hormona adiponectina que participa en la quema de grasa.

En 2006, un estudio publicado en BMC Complementary and Alternative Medicine examinó la inhibición de la acumulación de grasa y la ganancia de peso en ratones que recibieron el extracto de grano de café verde. Los investigadores observaron que los ratones habían reducido contenido de grasa visceral y el peso corporal, y concluyeron que el extracto puede ser eficaz contra el aumento de peso y la acumulación de grasa mediante la prevención de la absorción de la misma y la activación del metabolismo de la grasa en el hígado.

Cinco años después, se publicó un meta análisis de cinco estudios que examinaron este principio activo y, aun reconociendo que era necesario llevar a cabo más investigaciones, también concluyeron que los datos globales mostraban una diferencia notable en el peso corporal en los sujetos de los estudios que se habían complementado, además de su beneficio antioxidante.