El máximo responsable de la primera cooperativa de distribución catalana (Fedefarma) considera que, a pesar de las dificultades por las que ha atravesado el sector en los últimos años, la compañía ha logrado unos resultados económicos muy positivos y, además, se ha mejorado la rentabilidad de sus asociados
Vicenç Calduch es licenciado en Farmacia, así como diplomado en Óptica y Acústica Audiométrica. En 2012 se convirtió en presidente de la cooperativa Fedefarma después de haber ostentado los cargos de vocal y secretario.
Desde entonces, su principal misión es la distribución de medicamentos a los más de 2.900 socios que conforman el grupo distribuidor. A pesar de que en este último año “ha sido necesario remar a contracorriente por la situación de crisis que vive el sector”, Calduch cree que 2016 ha sido para Fedefarma un año “magnífico”.
La cooperativa no sólo ha logrado crecer después de casi una década de descensos, sino que también se han convertido en la primera distribuidora de Cataluña a cierre del pasado ejercicio. De hecho, su cuota de mercado nacional es del 5,64%.
“Aun así, nos queda mucho por recuperar para situarnos en los niveles anteriores al inicio de la crisis económica. Para Fedefarma, los resultados económicos han sido muy positivos y hemos continuado mejorando la rentabilidad global de nuestros asociados”, afirma.
Según Calduch, el pasado año se consiguió un crecimiento neto en todas las provincias de actuación de Fedefarma y, en especial, en las provincias de Castellón, Lleida y Barcelona. Esto le lleva a considerar que “éste ha sido un año de consolidación de nuestro nuevo posicionamiento, con transferencia a la farmacia de diversos proyectos de valor profesional y empresarial”.
Sin embargo, es cauteloso respecto al futuro inmediato. “Dada la situación política y económica actual, el panorama es de cierta prevención. Debemos intentar preservar nuestro modelo actual, y debemos trabajar para que los farmacéuticos apuesten de forma decidida por modelos de distribución que prioricen el modelo actual de oficina de farmacia”, manifiesta.
“No podemos avanzar acontecimientos, y el futuro depende del panorama sociopolítico que nos toque vivir. Aun así, creemos que los cambios en el sector ya se han producido, y ahora debemos trabajar para adaptarnos lo más rápido posible”.
Por otro lado, el volumen de la dispensación de productos financiados ha disminuido, lo que hace que Calduch considere que “el modelo está evolucionando y cada vez es más difícil la sostenibilidad desde los ingresos por la actividad concertada con la Seguridad Social. Hemos llegado al punto en que el modelo de gratuidad está en entredicho”.
Como consecuencia, este directivo cree que hay que buscar nuevas vías de ingresos. “Esto repercute en el planteamiento de las oficinas de farmacia, que deben pasar a depender menos de este tipo de ingresos financiados y a tener que diversificar su actividad con otros servicios de salud”, dice.
Con el objetivo de contribuir a facilitar este cambio, la cooperativa está muy comprometida en la labor de mejorar la formación de sus asociados. “Actualmente, estamos centrados en proyectos para la continua mejora profesional y empresarial de nuestras farmacias por medio del apoyo y la formación como elemento estructural de nuestra propuesta, y el despliegue de asesoramiento y ‘coaching’ in situ para la mejora del retail”.
En cuanto a próximos proyectos de cara a este 2017, el presidente de Fedefarma ha explicado que están centrados en “todo aquello que contribuya a incrementar el posicionamiento sanitario y diversificar los ingresos de la farmacia”.
Es precisamente la formación continua “que garantice la calidad de la atención y el consejo farmacéutico” una de las necesidades que más claramente aprecia Calduch. “El farmacéutico desempeña un papel clave como agente de la red sanitaria, se trata del eslabón más cercano a la ciudadanía, y la ofi cina de farmacia es el punto de referencia para gran parte de la población en temas de salud”, considera.
Teniendo en cuenta este hecho, Fedefarma apuesta por la formación como “herramienta para mantener e impulsar la profesionalidad de nuestros socios y de sus equipos, pensando en sus necesidades, así como en las de sus pacientes”.
El objetivo del programa de la organización es cubrir las necesidades de la oficina de farmacia en su práctica diaria para lograr la excelencia profesional en la atención farmacéutica a la población. En concreto, Calduch apunta que las áreas en las que se han centrado este año se refieren a los nuevos tratamientos indicados para diferentes patologías, como la diabetes, TDAH en niños, y la nutrición aplicada a diferentes problemas o situaciones especiales (alimentos funcionales, alergias alimentarias, alimentación en el deportista, y alimentación y cáncer).
Aunque el presidente de Fedefarma cree que, a pesar de que la evolución de la sociedad ha promovido la individualidad, “las necesidades intrínsecas de las oficinas de farmacia no han variado demasiado”, sí aprecia algunos cambios fundamentales en el papel que desempeñan los profesionales farmacéuticos.
“Aquí es donde se ha producido la verdadera evolución, ya que los farmacéuticos han pasado de ser profesionales sanitarios dispensadores de medicamentos a ser responsables de una actividad profesional que requiere dar respuestas globales dentro del entorno de la salud”, asevera.
Ello, sin embargo, no afecta al concepto de Fedefarma. “El cooperativismo se basa en la estrecha colaboración entre las farmacias, y éste es un principio inalterable que forma parte del ADN de Fedefarma. Los riesgos y amenazas que afectan a los profesionales farmacéuticos son comunes desde la formación de la cooperativa”, considera Calduch.