Presidente del Colegio castellonense desde 2014 y del Consejo Autonómico Valenciano desde mayo del año pasado, Sergio Marco es un convencido del nuevo modelo de farmacia asistencial avanzado en su día en la Declaración de Córdoba
¿Podemos hablar de éxito sin precedentes en el Congreso Nacional Farmacéutico celebrado recientemente en su tierra?
Éxito de participación, de colaboración, de patrocinios… Lo cierto es que después del Congreso de Córdoba, que fue un éxito rotundo, yo estaba bastante asustado porque el mero hecho de poder acercarnos a sus cifras era ya un hito. Al final, hemos superado cualquier otra edición organizada con anterioridad, tanto a nivel de congresistas (1.300) como de comunicaciones científicas (336). La gente se ha volcado, y sólo tengo palabras de agradecimiento.
Uno de los objetivos del Congreso era el de valorar los avances logrados en los diferentes puntos descritos por la Declaración de Córdoba para la profesión farmacéutica. ¿Cómo calificaría ese progreso?
La conferencia inaugural estuvo dedicada a este tema, y en ella se puso de manifiesto por dónde queríamos los farmacéuticos que caminase la profesión. La valoración ha sido muy positiva, con casos como el de la Comunidad de Madrid y su pacto firmado el pasado mes de marzo con el COFM para profundizar en el modelo de farmacia colaborativa. Diferentes Colegios han firmado pactos con sus respectivas Administraciones con el objetivo de tener una farmacia más asistencial; y si bajamos al detalle de lo que es la oficina de farmacia, estamos viendo que la farmacia comunitaria está virando visiblemente hacia un enfoque más asistencial y focalizado en el paciente.
Hábleme de esa sintonía con la Administración en el caso valenciano…
Estamos llevando un trabajo perfectamente unificado con los Colegios de Farmacéuticos de Valencia y Alicante, llegando a acuerdos muy importantes con la Administración autonómica. El más importante fue, sin duda, la firma de un Concierto de prestación que se encontraba enquistado; nosotros conseguimos desenquistarlo y rubricarlo con nuestra firma.
Recientemente hemos alcanzado otros acuerdos en cuestiones de información y comunicación de campañas para mejorar la salud. En concreto, ahora mismo estamos inmersos en una campaña para la vacunación contra la gripe; lo estamos haciendo de una forma activa, es decir, informando a los pacientes, detectando los grupos de riesgo que deben pasar por esa vacunación, y si lo necesitan, podemos incluso proporcionarles desde la oficina de farmacia una cita con la enfermería para la vacunación de la gripe.
¿Cuál ha sido la receptividad de esta colaboración por parte de los órganos colegiales médico y enfermero?
He de confesar que en esta campaña contra la gripe que le he comentado hemos encontrado un total rechazo por parte del colectivo de enfermería. No entendemos el motivo, porque nosotros ya llevábamos ocho años colaborando desde la farmacia: entrábamos en las agendas del centro de salud para poder planificar las citas con enfermería o con el médico de familia correspondiente. No vemos explicación alguna para ese rechazo, pues lo único que pretendemos es sumar. No venimos a quitarle el sitio a nadie, sino a colaborar como agentes sanitarios que somos.
Con las tasas de vacunación contra la gripe siempre nos quedamos cortos; y el hecho de que desde la farmacia se informe y se facilite a los grupos de riesgo la posibilidad de programarles una cita con enfermería para que les pueda ser administrada la vacuna… Qué quiere que le diga, para mi se trata de sumar, y en este caso concreto poder llegar a tasas de vacunación nunca vistas hasta ahora.
¿Reivindica, por tanto, el papel del farmacéutico como agente dentro de un Sistema Nacional de Salud más integrado?
Es que el farmacéutico es un agente sanitario más. Es importantísimo, por ejemplo, en la adherencia al tratamiento de los pacientes, porque el farmacéutico ve al paciente dos o tres veces al mes, tiene información de primera mano sobre si el paciente retira la medicación, si no la retira, por qué lo hace o no lo hace, cómo se toma los tratamientos…
Y claro, si no tienes acceso al historial clínico del paciente para añadir información relativa al tratamiento, la pata clínica queda coja. ¿Hay que hacer protocolos? Por supuesto. ¿Hay que entrar en el historial clínico o farmacoterapéutico del paciente? Por supuesto. Y permitir que el farmacéutico participe de manera activa, también en campañas como la que estamos desarrollando contra la gripe. Se ha demostrado que en aquellos países en los que el farmacéutico comunitario participa de forma activa en las campañas, las tasas de vacunación son muchísimo más altas que en los países donde el boticario no participa.
Además de incorporar al farmacéutico en campañas informativas, ¿qué metas se han logrado en el reconocimiento de servicios adicionales?
La Administración está totalmente dispuesta a empezar a hablar de servicios en la normativa. En el Concierto de prestación, por ejemplo, los Colegios apostaban por establecer un apartado exclusivamente dedicado a los servicios profesionales; la Administración, sin embargo, nos pidió retirarlo del Concierto y negociarlo para sacar adelante un Decreto de servicios profesionales. Un Decreto del propio Gobierno valenciano tiene mucha más entidad que un Concierto, por lo que nos pareció perfecto sacarlo de éste segundo y negociarlo con ellos a nivel de Decreto.
¿En qué estado se encuentran las negociaciones?
El contenido del texto está cerrado en un 95%, por lo que nos encontramos cerca de poder iniciar el trámite parlamentario de la norma. Este Decreto marcaría la estructura general, y dentro de ella empezaríamos a concretar servicios específicos.
En este sentido, el servicio de atención domiciliaria para pacientes dependientes será uno de los primeros en ser incorporados. La Administración determinará qué tipo de paciente es susceptible de recibir dicho servicio y el farmacéutico se encargará de su atención integral en el domicilio. En los casos requeridos se administrarán SPDs por parte de los farmacéuticos, se realizará un seguimiento en el domicilio del paciente y, en definitiva, se detallará todo un compendio de actuaciones de atención farmacéutica para el paciente dependiente.
¿La Administración será la encargada de remunerar dichos servicios?
En efecto, el servicio de atención domiciliaria conllevaría una remuneración a cargo de la propia Administración. A la hora de hablar de servicios remunerados, para mi es importante diferenciar entre servicios referidos y centrados en un medicamento, y servicios que no están centrados en ninguno de ellos. Es fundamental que los farmacéuticos podamos demostrar que las actividades realizadas conllevan un beneficio económico para la Administración; de lo contrario, serán difíciles de mantener. Muy difícilmente podremos convencer a la Administración de que es interesante seguir implementando servicios si nos equivocamos en alguno.
¿Cuál es la situación actual de las oficinas de farmacia en Castellón?
La farmacia en nuestra provincia es muy particular, y en su mayor parte rural. Además, dentro de la farmacia rural, encontramos un gran número de farmacias VEC. Si a esto le añadimos la ya anunciada publicación de una nueva ley de precios de referencia, que generalmente implica una reducción de precios en los medicamentos más dispensados, nos preocupa lo que esto puede suponer para nuestras farmacias, muchas de las cuales dependen básicamente de las prescripciones o recetas. Hay que tener en cuenta que la rebaja lineal o directa sobre una serie de medicamentos afecta a todo el mundo por igual, y muy especialmente a quienes menos facturan. La merma sufrida por muchos de nuestros establecimientos como consecuencia de la aprobación de constantes leyes de precios resulta, cuando menos, preocupante para nuestro sector.
Las últimas medidas de control del gasto del Gobierno central han obligado a derivar la dispensación de muchos medicamentos y productos sanitarios desde las oficinas de farmacia hacia las farmacias hospitalarias. ¿Cómo cree que afecta esta decisión al acceso de los ciudadanos a los fármacos?
Si piensas en los pacientes de nuestras pequeñas localidades rurales, el hecho de que tengan que desplazarse al hospital más cercano (a 20 o 30 minutos de distancia) para recoger su medicación no tiene mucho sentido. En las farmacias del ámbito rural, cuando éste es extremo, el porcentaje de facturación en recetas puede alcanzar el 90% del total. Si a ese 90% le aplicas una rebaja de precios como consecuencia de la ley de precios de referencia, y además les quitas medicamentos como los DHs, la afectación es absoluta. Son medidas que perjudican enormemente a la farmacia, ya que su mayor porcentaje de facturación se produce a través de la receta.
El Gobierno insiste en que son medidas de ahorro…
Si queremos un ahorro estructural, habría que ir a otras partidas presupuestarias. Es curioso, porque siempre que hay que rebajar el presupuesto, la primera partida afectada suele ser la farmacia comunitaria, es decir, el consumo de productos ambulatorios. La Administración tendría que darse cuenta de que cuanto más estrujen esa partida, en mayor riesgo estarán poniendo a un gran número de farmacias comunitarias del ámbito rural y farmacias VEC.
¿Qué espera del nuevo Gobierno y, más concretamente, de la nueva ministra de Sanidad?
Le deseo suerte y todo el ánimo del mundo, a la vez que le pido diálogo y colaboración. Hay que trabajar de la mano con el Ministerio en una política farmacéutica que beneficie al paciente, que tenga a éste como foco fundamental; en este sentido, tendemos nuestra mano para colaborar.