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La farmacia comunitaria es un pilar esencial en el cuidado del paciente oncológico

Desde el sector farmacéutico se trabaja para que los pacientes con cáncer sufran menos por las secuelas de sus tratamientos. Los problemas en la piel son uno de los efectos secundarios más habituales. Desde la dermofarmacia oncológica se trata de mitigarlos y ayudar a la pronta recuperación cutánea del paciente. Entrevistamos a Montse Abanades, para que nos hable de la importancia de esta disciplina dentro de la farmacia comunitaria

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La farmacia comunitaria es un pilar esencial en el apoyo y cuidado del paciente oncológico. Su papel va mucho más allá de la simple dispensación de medicamentos. Uno de los sectores de más crecimiento del sector es la dermofarmacia oncológica, que se centra en proporcionar soluciones específicas y seguras para los trastornos de la piel que sufren las personas sometidas a tratamientos por cáncer.

Para ello, se tienen en cuenta las particularidades y desafíos a los que se enfrentan estos pacientes en su cuidado cutáneo: la selección de ingredientes, la formulación y la investigación detrás de los productos son esenciales para garantizar la máxima eficacia y seguridad.

Entrevistamos a Montse Abanades, con Juan Manuel Martín como asesor, miembros del Comité Científico organizador del ‘II Congreso de Oncología para Farmacia’, que se llevará a cabo del 16 al 20 de octubre de este 2023, para que nos hablen de la importancia de esta disciplina dentro de la farmacia comunitaria.

¿En qué consiste la dermofarmacia oncológica y cómo difiere de la dermofarmacia convencional?

La dermofarmacia oncológica es una especialización dentro de la dermofarmacia que se centra en el cuidado de la piel de los pacientes que están siendo tratados con terapias oncológicas. Estos pacientes suelen presentar una serie de características y necesidades específicas, que requieren un enfoque diferenciado en comparación con la dermofarmacia convencional. Podríamos decir que las principales diferencias son:

● Selección ingredientes: en la dermofarmacia oncológica es esencial seleccionar ingredientes que sean altamente efectivos, pero al mismo tiempo, extremadamente seguros, con especial atención a las impurezas. Esto se debe a que los pacientes oncológicos suelen tener la barrera cutánea dañada debido a los tratamientos, lo que los hace más susceptibles a irritaciones y alergias e infecciones.
● Seguridad: es primordial, ya que los pacientes pueden encontrarse inmunodeprimidos en diferentes etapas de su tratamiento, lo que los hace más vulnerables a infecciones y complicaciones. Por ello, es crucial evitar ingredientes que puedan ser irritantes o alergénicos, como ciertos solventes, conservantes fragancias.
● Productos específicos: no basta con que un producto sea adecuado para la piel sensible; es imprescindible que haya sido diseñado y estudiado específicamente en pacientes oncológicos. Esto garantiza que el producto no solo es seguro, sino también efectivo para sus necesidades particulares.

¿Qué tipos de afecciones cutáneas son comunes en pacientes sometidos a tratamientos oncológicos, y cuál es el papel de la dermofarmacia en su manejo?

Las principales afecciones que pueden aparecer en la piel de las personas sometidas a tratamientos para combatir el cáncer son:

● Xerosis-piel seca: es una de las manifestaciones cutáneas más comunes en pacientes oncológicos. La piel puede volverse áspera, escamosa y con picazón.
● Dermatitis por radiación: es una reacción inflamatoria de la piel en las áreas que han sido expuestas a la radiación. Puede variar desde enrojecimiento leve hasta descamación y ulceración.
● Mucositis: es la inflamación y ulceración dolorosa de las membranas mucosas, comúnmente en la boca, pero también puede afectar el tracto gastrointestinal.
● Erupciones acneiformes: se asemejan al acné, son comunes con ciertos tratamientos de quimioterapia, especialmente los inhibidores del EGFR.
● Síndrome mano-pie (eritrodisestesia palmo-plantar): causa enrojecimiento, hinchazón y dolor en las palmas de las manos y las plantas de los pies.
● Cambios en las uñas: pueden incluir decoloración, fragilidad, líneas horizontales o verticales y separación de la uña del lecho ungueal.
● Alopecia (pérdida de cabello): aunque es más conocida, no todos los tratamientos de quimioterapia causan pérdida de cabello.
● Hiperpigmentación: normalmente aparece un oscurecimiento de áreas de la piel, a menudo en lugares específicos como las venas donde se administró la quimioterapia.
● Reacciones de fotosensibilidad: puede haber un aumento de la sensibilidad al sol, lo que lleva a quemaduras solares más rápidas o severas.
● Prurito: puede ser generalizado o localizado en áreas específicas.
● Edema (hinchazón): acumulación de líquido en tejidos, a menudo en extremidades.
● Telangiectasias: pequeños vasos sanguíneos dilatados visibles en la superficie de la piel.

Es importante destacar que la frecuencia de estas afecciones puede variar según el tipo de cáncer, el tratamiento específico y las características individuales del paciente. Además, algunos pacientes oncológicos pueden experimentar múltiples afecciones cutáneas simultáneamente. Desde la dermofarmacia oncológica se ofrecen productos específicos para tratar estos problemas cutáneos teniendo en cuenta las necesidades únicas de los pacientes oncológicos.

¿Por qué está teniendo tanto interés la Farmacia Comunitaria en la oncología?

La Farmacia Comunitaria ha mostrado un creciente interés en la oncología debido a varias razones fundamentales que van más allá de la simple venta de productos. Es esencial entender que la dermocosmética oncológica es una parte importante de la oncología, pero ésta abarca un espectro mucho más amplio de cuidados y necesidades para los pacientes que desde la farmacia comunitaria se quieren abordar. Más allá de la piel, los pacientes oncológicos enfrentan una serie de desafíos y necesidades, como sequedad vaginal, cuidado del cuero cabelludo, nutrición adecuada, prevención del linfedema y anticipación a efectos secundarios. Una farmacia especializada en oncología puede ofrecer soluciones y productos específicos para cada una de estas áreas, proporcionando una atención integral al paciente.

¿Cuáles son los principales desafíos que enfrentan los pacientes oncológicos durante el tratamiento y cómo les ayuda el profesional de farmacias?

Una farmacia que se especializa en oncología puede marcar una diferencia significativa en la vida de un paciente oncológico. Al ofrecer productos y servicios específicos, y al contar con personal capacitado en las necesidades de estos pacientes, la farmacia se convierte en un punto de referencia y apoyo para ellos.

Las farmacias comunitarias también juegan un papel crucial en la educación y prevención. Pueden informar a los pacientes sobre posibles efectos secundarios de sus tratamientos y ofrecer soluciones.

¿Cuál es la importancia de la colaboración entre profesionales de la salud, como dermatólogos y oncólogos, y expertos en dermofarmacia para garantizar el bienestar de los pacientes?

Las farmacias comunitarias, como ya hemos citado, también juegan un papel crucial en la educación y prevención. Además, pueden proporcionar información valiosa sobre hábitos saludables y medidas preventivas debido a su proximidad y frecuencia de contacto con el cliente. El farmacéutico tiene la oportunidad de establecer una relación cercana con los pacientes, ofreciendo un trato personalizado y comprensivo, algo esencial para los pacientes oncológicos y sus cuidadores que a menudo requieren un apoyo adicional.

Todos compartimos la visión de que podemos hacer mucho por humanizar la oncología en las farmacias comunitarias y que el farmacéutico comunitario debe estar en el equipo multidisciplinar alrededor del paciente oncológico para poder afrontar los retos del cáncer en la actualidad y en el futuro.

¿Están adecuadamente formados en oncología los farmacéuticos para poder atender debidamente a los pacientes oncológicos?

La formación en oncología de las farmacias es esencial para poder ofrecer un valor añadido a los pacientes oncológicos. Los farmacéuticos, como especialistas en medicamentos, poseemos un conocimiento básico sobre oncología pero es una especialidad compleja y en constante evolución, lo que hace que sea esencial una formación continua y especializada en este ámbito para poder ofrecer un servicio de calidad a las personas con cáncer.

Aunque hay farmacias que han buscado por su cuenta formación adicional en oncología, es cierto que el nivel de conocimientos no es homogéneo entre todas las farmacias. En general, hay carencias en áreas específicas de la oncología y existe un amplio margen de mejora en la formación de las farmacias en este ámbito. Iniciativas como la ‘Certificación en Oncología para Farmacias Comunitarias’ son pasos en la dirección correcta para garantizar una atención de calidad y especializada a los pacientes oncológicos.

¿Cuáles son sus perspectivas sobre el desarrollo y la evolución de la dermofarmacia oncológica en los próximos años?

El cáncer es una auténtica pandemia y lo será los próximos años, hemos de aunar esfuerzos y la farmacia comunitaria puede tener un papel muy relevante en el día a día de los pacientes. Los farmacéuticos están evolucionando hacia nuevos servicios de valor añadido para los pacientes, como campañas de diagnóstico precoz, difusión de la importancia de los hábitos saludables y gestión de efectos secundarios de los tratamientos.

Las farmacias comunitarias son puntos estratégicos en la comunidad para llevar a cabo campañas de prevención y sensibilización. Su ubicación accesible y la relación de confianza que establecen con los pacientes las convierten en lugares ideales para difundir información y concienciar sobre la importancia de la detección temprana del cáncer.

¿Qué supone la celebración del ‘Congreso de Dermofarmacia Oncológica’ que se celebrará en octubre?

El congreso destaca la oncología como un área de gran interés para las farmacias comunitarias. Busca comprometer a los mejores oncólogos y farmacéuticos para formar a las farmacias comunitarias. La idea es que pueda ayudar a los pacientes con rigor científico y buena comunicación, apoyando a los oncólogos en el seguimiento de los pacientes con un enfoque multidisciplinar que incluye a otros profesionales como nutricionistas, fisioterapeutas, psicólogos, abogados, entrenadores deportivos, etc.

Durante los dos días que dura el congreso, habrá más de 40 ponencias de primer nivel, ofreciendo una formación rigurosa y científica. El objetivo es ayudar a las farmacias comunitarias a ser un punto de referencia para los pacientes, alineados con los oncólogos.

Se espera la asistencia de muchos profesionales, ya que más de 7.000 farmacéuticos asistieron, hace dos años, al primer congreso. La facilidad de acceso online abre la oportunidad a todas las farmacias y también facilita la participación de excepcionales ponentes que sería inviable concurrieran en un solo lugar los mismos días. Además durante la semana del congreso, la inscripción para farmacéuticos es gratuita.