La tesorera del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, Rosa López-Torres Hidalgo, fue la encargada de clausurar la IV Jornada Nacional de Alimentación, celebrada los días 22 y 23 de febrero en Zaragoza. La misma ha recordado la labor de consejo sanitario que se hace desde la red de farmacias
Ni es un tópico, ni es irreal. Simplemente, buena parte de los ciudadanos sigue desconociendo que, tras las puertas de su farmacia (a la que acude con sus recetas o en búsqueda de consejo), alberga profesionales que van más allá de la dispensación de fármacos.
Hablamos de farmacéuticos, profesionales sanitarios que, día a día y cara a cara, conocen las necesidades de los pacientes. Por todo ello, la IV Jornada Nacional de Alimentación celebrada el pasado jueves y viernes en Zaragoza, y que reunió a 400 farmacéuticos de todos los lugares de España, ha puesto en evidencia de nuevo cómo los farmacéuticos juegan un papel fundamental en la promoción de la salud de la población, en el asesoramiento e, incluso, en una de las claves más importantes: la alimentación saludable.
Porque el consejo diario, en las manos del farmacéutico, alberga la verdadera oportunidad de revertir la calidad de vida de la población. Prueba de ello son algunas de las conclusiones presentadas en esta jornada, como los datos aportados por Eduardo González Zorano, responsable del departamento científico Consumer Health Care (Laboratorios Cinfa), quien constata la capacidad de llevar a cabo programas de asesoramiento nutricional en las oficinas de farmacia y lograr con ello pérdidas de peso, de circunferencia de cintura, además de mejorar los niveles de colesterol y glucosa en los pacientes asesorados. De hecho, Gozález Zorano recordó que “el farmacéutico es el educador sanitario más accesible a la población”. Insistió, además, en que “pueden definir a los pacientes, evaluar su estado de salud y detectar señales que recomienden insistir en la visita al médico”.
Durante la IV Jornada Nacional de Alimentación se recordó, además, la necesidad de acompañar a la población en su elección de hábitos alimenticios, máxime a la hora de plantearse realizar dieta. De hecho, María Jesús Moreno Aliaga, catedrática de Fisiología de la Universidad de Navarra, recordó la lista innumerable de falsos mitos asociados a la alimentación, como las famosas dietas “sin”: sin gluten, sin carbohidratos o sin lactosa. “Ciertas dietas como la ‘sin gluten’ sólo son beneficiosas para las personas diagnosticadas de celiaquía”, señaló. Es más, recordó que “hasta el 41% de los atletas sigue una dieta sin gluten bajo la creencia de que aumenta el rendimiento”.
En su misma mesa redonda, la vocal de Alimentación del COF de Madrid, Pilar León, expuso las desventajas y carencias que conllevan las dietas vegetarianas, así como las deficiencias de proteínas que pueden ocasionar a los bebés de madres que siguen este tipo de dietas.
Dentro del marco de esta jornada, hubo un espacio para tratar la seguridad alimentaria. Juan Moreno Rodríguez, presidente de la Unión de de Consumidores de Andalucía, apuntó datos sobre la desorientación del ciudadano a la hora de leer el etiquetado de un producto o considerar si lleva o no una dieta saludable.
Es importante apuntar que este tipo de jornadas ayudan a recordar a los profesionales y a la población la verdadera importancia e impacto que guardan los hábitos alimenticios en la salud. Por todo ello, agencias como AECOSAN (Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición), que vela por la seguridad alimentaria, ofrecen garantías e información objetiva a los consumidores y agentes económicos del sector agroalimentario español.
En este sentido, Juan Julián García Gómez, de dicha entidad, recordó la relevancia de saber controlar una crisis alimentaria, porque pueden originarse en cualquier punto de la cadena alimenticia, y en muchos casos conllevan efectos graves para la salud de los consumidores. Siempre causan grandes alarmas sociales. “Por tanto, es vital que, tanto para prevenirlas como para mitigar los daños causados, existan procedimientos aprobados para asegurar una gestión óptima que minimice el daño y proporcione información adecuada y clara a los consumidores”.