La farmacia Carmen Nebot Castell ha recibido el ‘premio Chiesi al mejor proyecto inédito de la oficina de farmacia’ gracias a su proyecto ‘proyecto Biotiquín’, en el que han trabajado codo con codo con otras 20 oficinas de farmacia
La Farmacia Carmen Nebot Castell nace hace más de 50 años, concretamente en 1975. Si bien entonces no tenía ese nombre ni se encontraba donde se encuentra actualmente. Con el nacimiento del barrio de Llefià en Badalona, los abuelos de Joan que actualmente trabajan en la farmacia, Ramón Nebot y Maria Angela Castells, optaron por trasladarse a este nuevo barrio.
A partir de ese momento, farmacia y farmacéuticos han crecido junto al barrio y sus vecinos. ¡Esta relación y vínculo sigue fuerte después de 50 años!
Movido por esta larga tradición familiar, Joan, desde que era pequeño, siempre ha querido dedicar su vida a mejorar la salud de la sociedad y ayudar a las personas. Conocedor de que muchas profesiones permiten tener este impacto social, Joan considera que es el farmacéutico el agente más cercano al paciente. “Esta relación tan directa fue lo que me convenció de adentrarme en este sector y lo que me motiva a continuar día a día” señala Joan. Y agrega: “Que una persona venga expresamente a darte las gracias por un consejo o por un remedio que le recomendaste, no tiene precio. ¡Es la mejor valoración de tu trabajo!”.
La Farmacia Carmen Nebot Castell siempre ha sido una farmacia de barrio y, aunque en sus años de existencia el mundo de la farmacia ha cambiado mucho, siempre se ha mantenido como referente en salud para todos los vecinos, al mismo tiempo que se han ido adaptando a las nuevas tendencias. “Durante estos cincuenta años, hemos cambiado de local, hemos ampliado el establecimiento y lo hemos reformado”, señala el farmacéutico.
La gestión del stock ha sido y es uno de los puntos más complejos de la farmacia. A través de los años, la Farmacia Carmen Nebot Castell ha ido diversificando e incrementando su stock gradualmente para así poder ofrecer el mejor servicio a sus pacientes, aunque son conscientes de que con el elevado número de referencias existentes en el mundo de la farmacia siempre habrá algún producto que les faltará. “Sin embargo, si es necesario, podremos conseguirlo en unas horas”, apunta Joan.
Por este motivo, señala el farmacéutico, intentan enfocar la gestión del stock desde la sostenibilidad. “De hecho, estamos satisfechos de poder decir que tenemos muy pocos productos caducados”, agrega.
Diversificación de productos
Por su ubicación, esencia y profesión, la categoría principal de productos en la Farmacia Carmen Nebot Castell son los medicamentos, si bien es cierto que también disponen de todos aquellos productos propios de una farmacia tales como medicina natural, cosmética, productos de salud bucodental y ortopedia. Además, en el último año, han introducido la categoría de productos de ostomía para poder así apoyar a este grupo de pacientes.
Desde esta oficina de farmacia, han observado que cada vez la población está más involucrada en su autocuidado y eso incluye el cuidado de la piel tanto desde un punto de vista estético como de salud. “De hecho, sólo hace falta visitar las redes sociales para darse cuenta del auge de la dermofarmacia y éste es solo el principio”, señala Joan. “La dermofarmacia está entrando en sectores de la población que tradicionalmente no utilizaba esta categoría de productos, cosa que impulsará esta categoría”, agrega el farmacéutico. Aparte de la dermofarmacia, también considera que hay otras categorías con un gran porvenir en las farmacias como son la ortopedia, debido a los cambios demográficos, y los
productos veterinarios.
A lo largo de los años, la esencia de la farmacia Carmen Nebot Castell se ha mantenido igual: mejorar la salud de la sociedad y ayudar a las personas han sido sus principales motivaciones. “Los problemas de salud y de la medicación siguen siendo en general los mismos”, sostiene Joan que, además, añade orgulloso: “No obstante, es cierto que los cambios demográficos de nuestra sociedad así como la pandemia, han generado nuevas necesidades y la farmacia ha sido capaz de estar a la altura”. Un ejemplo de ello fue la realización de test de antígenos para alumnos de instituto, lo cual fue un gran reto para la
farmacia.
De toda la vida
Mantener una clientela fija no siempre es fácil para un negocio, sin embargo la Farmacia Carmen Nebot Castell, como reconoce Joan, ha crecido con el barrio y sus habitantes, formando parte de una misma unidad. Pero, no se han conformado ello y recompensan a sus pacientes (ya que para esta oficina de farmacia, sus usuarios son mucho más que clientes) a través de dos líneas totalmente diferentes: por un lado, una línea económica la cual premia aquellos pacientes fieles en algunas categorías de productos a través de campañas o promociones. Por otro lado y más importante, ofrecen una línea de fidelidad más asistencial. “Nosotros no tenemos clientes, sino pacientes” recalca el farmacéutico. “Promovemos activamente su seguimiento en la farmacia y su evolución, lo que nos ha permitido mejorar la atención farmacéutica y detectar errores de medicación”, concluye Joan.
Durante los últimos años, el equipo Nebot Castell ha estado trabajando para incorporar nuevos servicios y así ofrecer una mejor atención. “Uno de los servicios que más éxito tiene es el servicio personalizado de dosificación (SPD), el cual nos ha permitido hacer un mejor seguimiento a nuestros pacientes polimedicados y fomentar la adherencia al tratamiento”, mantiene Joan. Además de este servicio, ofrecen también asesoramiento dietético, cribado de riesgo cardiovascular y asesoramiento en deshabituación tabáquica. Finalmente, también han implementado un servicio de asesoramiento a pacientes ostomizados, junto con la incorporación de productos que cubran sus necesidades.
Premio Chiesi 2022
“Uno de los valores de nuestra farmacia es la conexión con nuestro entorno y con el barrio, así como la sostenibilidad farmacéutica”, destaca Joan. Así pues, en este marco, han impulsado diferentes iniciativas a lo largo de los años. Una de estas iniciativas, que fue premiada con el ‘premio Chiesi al mejor proyecto inédito de la oficina de farmacia’, ha sido el ‘proyecto Biotiquín’, que ha contado con la colaboración de cerca de 20 farmacias, se ha centrado en la revisión del botiquín de la población para mejorar el uso que se hace y de esta forma promover la sostenibilidad.
Otra iniciativa realizada se ha centrado en reducir el desperdicio que suponen todos esos productos sanitarios como pañales o gasas que el paciente no ha llegado a utilizar y los devuelve a la farmacia para desecharlos. “Desde la farmacia Carmen Nebot Castell, creemos que no se puede desperdiciar ningún producto y por eso hemos establecido sinergia con entidades locales para su aprovechamiento”, sostiene el farmacéutico.
Filosofía de trabajo
Como parte del alma de la Farmacia Carmen Nebot Castell, estar cerca de sus vecinos es fundamental. Por ello, van un paso más allá del barrio y colaboran con el ayuntamiento realizando charlas divulgativas en diferentes entidades locales dentro del ‘Programa de educación sanitaria para el buen uso de los medicamentos (PESBUM)’. Pero no contentos con ello, también han establecido lazos con diferentes asociaciones para ofrecer estas sesiones a más público con una temática más diversa. “Con la industria, aún no hemos hecho ninguna colaboración divulgativa pero estamos abiertos a explorar esta posibilidad”, señala el nieto de los fundadores de la longeva farmacia, quien concluye añadiendo: “Creo
que puede ser una experiencia muy enriquecedora”.
Empatía, voluntad y motivación
Para el farmacéutico de Badalona, que ha conocido los entresijos de la farmacia desde que nació, una de las cualidades indispensables para ser un buen farmacéutico es la empatía con el paciente: “trabajar en una farmacia implica ser el profesional sanitario más cercano a la población y el primero al que acuden ante un problema de salud”, sostiene Joan. “Ser capaz de comprender las necesidades de los pacientes y de ponerse en su lugar es clave para poder ofrecer la solución más adecuada” , mantiene.
Por otro lado, la voluntad y motivación de aprender y mejorar son otros de los aspectos más importantes para ser un excelente profesional desde el punto de vista del farmacéutico. “Nos encontramos en un mundo cambiante y el sector farmacéutico no es una excepción”, analiza Joan. “Por este motivo, aunque el grado de Farmacia es fundamental para poder ejercer, es imprescindible tener las ganas de seguir formándote y adaptándote a los nuevos tiempos”, reconoce Joan.
Es precisamente esta adaptación a los cambios, lo que hace que la omnicanalidad sea uno de los principales objetivos y retos para la oficina de farmacia durante la próxima década. Joan tiene claro que ante una sociedad cada vez más digital, la farmacia tiene que encontrar nuevas formas para interactuar con los pacientes. “Sin embargo, a día de hoy y basándome en mis experiencias con la telemedicina, estoy convencido de que la mejor atención farmacéutica sólo se puede conseguir a través de un canal físico”, relata el farmacéutico.