El objetivo del Fondo Social de Medicamentos que gestiona Banco Farmacéutico y que ha sido presentado en la recientemente terminada edición de Infarma es el de acabar con la pobreza sanitaria
La ONG Banco Farmacéutico presentó el Fondo Social de Medicamentos en el marco de Infarma Barcelona 2017, en una mesa redonda con el título “Fondo Social de Medicamentos, una propuesta de la ONG Banco Farmacéutico a la pobreza sanitaria”.
Una conferencia que moderaron el tesorero y responsable de la Comisión de Compromiso Social del Col·legi de Farmacèutics de Barcelona (COFB), Joan Calduch, y en el que participaron Marta Seda como coordinadora del Banco Farmacéutico; la doctora Maria Rubio, investigadora de la Unidad de Investigación y docencia del Parque Sanitario de Sant Joan de Déu; Julia de Miguel, directora del Àmbit Salut de la Creu Roja a Catalunya; y Josefa Rodríguez i Molinet, trabajadora Social del Centre d’Atenció Primària del Institut Català de la Salut (ICS).
El Fondo Social de Medicamentos, tal y como describió Marta Seda, es un proyecto dirigido a cubrir “las necesidades concretas de medicación de aquellas personas que no pueden pagársela”.
“Desde hace un tiempo empezamos a detectar un nuevo perfil de personas que no es el que hasta ahora atendían las organizaciones asistenciales”, explicó Seda. “Con la crisis empezamos a recibir noticias de familias con uno o dos hijos y unas rentas muy bajas que no podían hacer frente al copago farmacéutico”, destacó. Para responder a esta nueva necesidad, el Banco Farmacéutico puso en marcha el Fondo Social de Medicamentos.
A través del trabajador Social del Centro de Salud, el paciente que no puede afrontar su gasto farmacéutico solicita esta cobertura. Según Seda, entonces “se comprueba su situación socioeconómica, se aprueba su caso y esa persona puede acudir a una de las farmacias colaboradoras que le proporcionará el medicamento de forma gratuita”, explicó Seda. “La farmacia gestiona la venta a través de nuestra Intranet y a final de mes nos pasa una factura con todo el gasto que finalmente el Banco Farmacéutico paga”, confirmó.
Con este sistema, el Banco Farmacéutico ha cubierto desde 2015 la medicación de 1.716 personas, con un gasto en medicación que ha subido hasta los 187.000 euros y con un total de 270 farmacias dispensadoras.
El problema de la pobreza farmacéutica y sus consecuencias
La doctora María Rubio, investigadora del Parque Sanitario de Sant Joan de Déu, destacó que “una de cada cinco personas no inician el tratamiento que su médico le ha prescrito”. Y una de las razones de este hecho es, según Rubio, “el coste de los medicamentos”.
Las consecuencias de no iniciar el tratamiento, según la doctora, es “un mayor número de días de baja, más visitas domiciliarias del médico, que suelen ser de urgencia y, por tanto, una peor salud y un mayor coste total para la seguridad social”.
Júlia de Miguel, directora del Àmbit de la Salut de la Creu Roja en Catalunya, presentó el Observatorio de Vulnerabilidad de la Cruz Roja, que observa que un 96% de las personas en riesgo de vulnerabilidad tienen acceso al servicio sanitario, “un dato positivo”. Pero el “66% tiene gastos fijos en medicación y el 64,6% en algún momento no han podido pagar alguna medicación prescrita por su médico”, destacó de Miguel. Además, “un 76% considera que su situación de vulnerabilidad le ha afectado a su salud física o mental”, reconoció la directora.
Según aportó Seda, el perfil de las personas que no pueden pagarse sus medicamentos es el de un hombre o una mujer de entre 50 y 60 años, nacional y en situación de paro. Además, un 82% son pacientes con un plan farmacológico de larga duración. “Otro perfil que nos preocupa mucho es el de los jóvenes: tenemos un 11% de usuarios menores de 18 años”, lamentó la responsable del Banco Farmacéutico.
La trabajadora social Josefa Rodríguez explicó que “siempre ha habido personas que no se han podido pagar los medicamentos, pero con el inicio de la crisis empieza a aflorar otro perfil de gente que no nos venía antes”. “Familias como las de cualquiera de los que estamos aquí que cae en situación de paro o que, con un sueldo de 1.000 euros, no se pueden pagar el 40% del coste de sus medicamentos”, remarcó Rodríguez.
Esta situación, “crea angustia para el profesional sanitario de ver que un paciente necesita una medicación que no se puede pagar”.
Ante esta problemática, explicó la trabajara social, “el Tercer Sector se movilizó con planes de ayuda como los del Banco Farmacéutico o Cruz Roja”.
Ampliar el Fondo Social de Medicamentos a toda España
En la actualidad, este Fondo sólo cubre estas necesidades en Barcelona y algunos municipios de su alrededor. Pero, tal como destacó Seda, “nuestra idea es ampliar el proyecto para que empiece en Madrid, en Aragón y en el resto de España”.
El Fondo Social de Medicamentos se financia mediante subvenciones públicas provenientes de la casilla de fines sociales del IRPF y a través de aportadores privados, tanto de obras sociales de empresas como de particulares.
Propuestas para mejorar la situación de los pacientes
Rubio quiso proponer también medidas para intentar evitar que haya pacientes que no inicien el tratamiento que el médico le ha recetado. Entre ellos, destacó un “método de aviso automático para alertar a los médicos y los farmacéuticos de que un paciente no ha comenzado con el plan de medicación”. Por su parte, el tesorero del COFB, Joan Calduch, avanzó que ya se ha empezado una prueba piloto para desarrollar este servicio.