Los problemas de peso son cada vez más comunes entre la población española. Suponen un grave problema de salud psicológica y son un factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades como la diabetes, la hipertensión o enfermedades cardíacas, pero se pueden prevenir y solucionar gracias al consejo farmacéutico y a los servicios que ofrecen las farmacias
La obesidad mundial se ha triplicado en las últimas cinco décadas, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Asimismo, el último informe publicado por la Encuesta Nacional de Salud de 2017 indica que un 54,5% de la población adulta del país y casi un 35% de la infantil, sufre este tipo de problemas. Concretamente, un 37% de los mayores de 18 años tienen sobrepeso (62,5% en hombres y 46,8% en mujeres) y el 17,4%, obesidad (44,3% en hombres y 30,1% en mujeres).
Además, este último año, como consecuencia de los confinamientos provocados por la pandemia, hemos aumentado los niveles de sedentarismo. La falta de deporte y el exceso de tiempo libre han servido de alicientes para que se empeoren estos datos.
Para abordar estas patologías es fundamental la implicación de todos los profesionales de la salud, y sobre todo de los farmacéuticos, que representan un recurso imprescindible de atención primaria y tienen un contacto estrecho con el paciente. Además, estos profesionales pueden ofrecer muchos servicios más allá de la dispensación de medicamentos, como recomendaciones personalizadas a los clientes, atención psicológica o controles del Índice de Masa Corporal (IMC) y de las medidas bioquímicas que tienen relación con las alteraciones de la alimentación.
Consecuencias de los problemas de peso
Según los expertos, un IMC alto puede provocar riesgos para la salud de la persona, ya que le hace más propenso a padecer enfermedades cardiovasculares (por ejemplo, las cardiopatías o los accidentes cerebrovasculares), diabetes, trastornos del aparato locomotor (como la osteoartritis, una enfermedad degenerativa que afecta a las articulaciones) o incluso algunos cánceres (endometrio, mama, ovarios, próstata, hígado, vesícula biliar, riñones y colon).
La OMS plantea ocho categorías de peso a partir de este indicador, desde el peso insuficiente (menos de 18,5 kg/m²) hasta obesidad de tipo III o mórbida (entre 40 y 49,9 kg/m²) y de tipo IV o extrema (más de 50 kg/m²). Esto nos conduce a la clasificación basada en el lugar de acumulación del exceso de grasa en el cuerpo, con lo que habría dos tipos:
- Obesidad ginoide. Hay menos concentración de grasa en la zona abdominal y más en la zona de la cadera, los glúteos y los muslos. Es más habitual entre las mujeres y provoca menor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
- Obesidad androide. Hay más concentración de grasa en la zona abdominal y menos en las demás partes del cuerpo. Es más frecuente entre los varones y tiene mayor riesgo de cara a las enfermedades cardiovasculares, porque la grasa se sitúa más cerca de órganos como el corazón, el hígado o los riñones.
Consejos desde la farmacia: paciencia y constancia
Desde la Farmacia Madrid Río nos atiende Miguel García, y nos explica que ellos ofrecen servicios de dietética. Aunque lamenta que, por culpa del coronavirus, sufrieron un parón a lo largo del 2020, lo que les impidió seguir atendiendo a los clientes que lo necesitaban. Este servicio consiste en “llevarles un control del peso y ver las medicaciones que tienen”, con consejos desde la farmacia para combatir el sobrepeso. Los usuarios que demandan esto suelen ser “gente mayor y con varias patologías, a los que el sedentarismo y la falta de ejercicio de la cuarentena les ha afectado físicamente, ya que al no poder ofrecerles el servicio de dietética, han aumentado de peso”. García recomienda paciencia y constancia a todos los pacientes con problemas de peso.
La red de farmacias Apoteca Natura que tiene como objetivo impulsar el rol del farmacéutico como agente enfocado a cuidar de las personas y de su salud, ha promovido diversas campañas para afrontar los índices de sobrepeso y obesidad, como “Dale peso a tu salud”, en colaboración con Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) y la Sociedad Italiana de Medicina General y de Atención Primaria (SIMG), que desarrolló durante el verano del año 2020, con la que defendieron que un “comportamiento alimentario correcto puede prevenir problemas de salud”. Entre sus objetivos estaba proponer un programa de información o educación “sobre el sobrepeso y la obesidad a través de una estrategia integrada, que ayude a las personas a tomar conciencia de que estos problemas producen situaciones de riesgo para su salud y que mantener el control del peso es una cuestión importante, si se desea asegurar una mejor calidad de vida y de bienestar”.
Desde Apoteca Natura nos ofrecen algunos consejos para reducir de manera estable los problemas de peso en ciudadanos de edad adulta:
- Evitar el sedentarismo: es bueno hacer alguna actividad física con cierta regularidad y ritmo como dar paseos, hacer senderismo o incluso subir escaleras, según la edad que se tenga, es perfecto para mantenerse activo. Es positivo hacer este tipo de actividades dos o tres veces a la semana, porque ayudan a fortalecer los músculos y a quemar más calorías.
- Tener un control de nuestro peso de forma regular: lo ideal es pesarse semanalmente (por la mañana, siempre a la misma hora y con la misma báscula) para ver si el ejercicio o dieta que seguimos está siendo eficaz.
- No recurrir a dietas desequilibradas o radicales, salvo que sea por expresa recomendación médica, porque pueden ser contraproducentes, no solo en los resultados del peso sino para nuestra salud.
- Comer despacio y masticar bien, porque eso asegurará una buena y correcta digestión, como muestra un estudio de la Universidad de Kyushu en Fukuoka (Japón); el director de esta investigación publicada en la revista asegura que “los cambios en los hábitos alimenticios pueden afectar a la obesidad, el índice de masa corporal (IMC) y el perímetro de cadera. Así, las intervenciones dirigidas a disminuir la velocidad con la que se come. pueden resultar efectivas a la hora de prevenir la obesidad y sus riesgos asociados para la salud”.
- Cocinar al vapor o al horno en lugar de frito y no abusar de los alimentos calóricamente altos como los frutos secos. Además, es fundamental comer fruta de forma habitual (entre dos y cuatro piezas), así como pescado al menos una o dos veces a la semana y tres porciones de verdura al día lo cual, de nuevo, es bueno para combatir la sensación de saciedad.
La farmacia asistencial, un concepto en crecimiento
Cuando hablamos de farmacia asistencial hablamos de un tipo de botica que, según explica el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF), busca atender “las necesidades de los pacientes con respecto a los medicamentos que utilizan, colaborando así con las administraciones sanitarias. para garantizar la prestación farmacéutica y desarrollando todas aquellas cuestiones que estén relacionadas con la salud”.
En España hay más de 22.000 farmacias que suponen la red de centros sanitarios del país más grande y accesible para todos, de ahí la importancia del modelo asistencial. Además, en plena pandemia nos hemos dado cuenta de que hay muchas cuestiones a las cuales la Sanidad debe enfrentarse, con la colaboración activa del profesional farmacéutico comunitario, que incluye “la atención a pacientes crónicos, la mejora de la adherencia terapéutica, la innovación, la atención domiciliaria y sociosanitaria y la salud comunitaria”, según el CGCOF.
El papel de la fitoterapia
La fitoterapia puede contribuir a controlar el peso de una persona, afirma la farmacéutica María Tránsito López Luengo, experta en fitoterapia, que explica que “ciertas plantas medicinales pueden tener un efecto coadyuvante muy positivo en el tratamiento del sobrepeso y la obesidad y que la clave radica en seleccionar la droga o la combinación de ellas más adecuada, en función de las características del paciente y de las medidas de control de peso que haya adoptado”.
Este tipo de plantas con un fin médico se dividen en tres grupos diferentes. Las saciantes, que intervienen en la disminución de lo que se come; las inhibidoras de la lipogénesis y las estimulantes de la termogénesis. Para que este tratamiento natural surta efecto es importante saber seleccionar la planta adecuada en función de las necesidades del paciente. Es fundamental contar con el asesoramiento del profesional médico o farmacéutico. López Luengo cita el té verde, la ispágula o el fucus como ejemplos de coadyuvantes en el control de peso aprobados por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS).