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Consejos para evitar las caídas en personas mayores

Utilizar un andador no debe darnos vergüenza. Sirve para mejorar el equilibrio y caminar mejor
Utilizar un andador no debe darnos vergüenza. Sirve para mejorar el equilibrio y caminar mejor

Este colectivo de personas, familiares y acompañantes de los mismos deben tomar medidas básicas para evitar, en la medida de lo posible, caídas que se multiplican con el paso de los años

Tenemos la suerte de vivir en una sociedad en la que nuestros mayores cada vez gozan de más años de vida y de una mejor salud, por lo que la calidad de vida de los mismos es realmente buena, si bien es cierto que siempre hay excepciones.

A pesar de ello, el paso de los años influye en nuestro cuerpo y es algo que debemos asumir, aunque no siempre resulte sencillo, especialmente en el caso de las mujeres, que siempre se han mantenido mucho más activas que los hombres, al tener que estar al cuidado del hogar, de los niños y de su tarea profesional fuera de casa, en muchas ocasiones.

Una de las consecuencias de ese paso del tiempo es, precisamente, la pérdida del equilibrio, la visión y la facilidad de caminar. Efectos a los que nos debemos enfrentar, ser conscientes de esas limitaciones y, en base a ello, trabajar para que no supongan un trastorno en nuestro día a día.

Y es que algunas de esas pérdidas están relacionadas con las caídas en las personas mayores, que, desafortunadamente, las sufren muy a menudo y, sin embargo, se pueden tomar medidas para evitarlas en la medida de lo posible.

Unas medidas de las que hablaron largo y tendido en un taller organizado por Salud Pública, Osakidetza (Servicio Vasco de Salud Pública) y el Ayuntamiento de San Sebastián (Gipuzkoa), los días 2 y 4 de junio. Un taller dirigido a mayores de 65 años y que tuvo gran acogida. El mismo fue impartido por diferentes profesionales, entre otros, la enfermera María Ángeles Rúa y la doctora Miren Areizaga, ambas trabajadoras de Osakidetza.

Dividido en dos jornadas y con gran acogida por parte del público, algunos de los temas que se trataron fueron los siguientes”conocer bien las dificultades de los recorridos habituales, como por ejemplo, la subida o bajada de aceras o el acceso al transporte público; proteger el hogar en zonas de difícil acceso, como el baño, quitar las alfombras o practicar deporte diario y al ritmo que cada uno pueda”, tal y como explicaba en una entrevista exclusiva a Farmanatur, María Angeles Rúa, quien aseguraba sentirse satisfecha del resultado de las charlas “por la buena participación y predisposición de los asistentes”.

Precauciones en el hogar

Es el sitio en el que más tiempo pasan nuestros mayores, muchas veces solos porque se valen por ellos mismos y, por tanto, debemos convertirlo en un lugar seguro. Por eso, para comenzar, “es mejor quitar todas las alfombras”, aseguraba Rúa. Y es que las mismas son causantes de muchas caídas en nuestros mayores. Además, también es recomendable evitar todo tipo de objetos que puedan obstaculizar el paso de personas mayores, como por ejemplo, lámparas de pie en medio del pasillo, grandes jarrones o macetas, etc.

Por otro lado, Rúa insistió mucho en el cuidado especial que hay que tener en el baño, donde, a ser posible, nuestros mayores deberían de tener un plato de ducha, por su mayor facilidad para acceder a la misma. “Las manillas de las duchas tienen que ser accesibles y fáciles de agarrar, lo mismo que el grifo de la ducha”.

En la cocina, a ser posible, hay que evitar que nuestros mayores tengan que subirse a una banqueta o escalera para alcanzar los productos básicos diarios y en el caso de las habitaciones, las camas también deben de ser fáciles de acceder a ellas y de salir, además de emplear un colchón y almohada cómodos y adaptados a las necesidades de nuestros mayores.

El calzado, la vista y el oído

Este fue otro de los puntos en los que también se insistió bastante en el taller. Con el paso de los años, ya no se pueden llevar ciertos tipos de zapato y, además, hoy en día, la variedad es muy amplia. “El calzado ha de ser cómodo y de la talla exacta de la persona que lo utiliza. Si se utilizan plantillas, que las mismas estén ajustadas al zapato, de manera que no supongan un trastorno para la personas que las lleva”, añadía Rúa.

La vista y el oído son dos sentidos que, de fallarnos, también pueden provocarnos caídas, “por eso es muy importante que revisemos estos dos sentidos en nuestro médico de cabecera o con el especialista”, explicaba Rúa, quien añadía que “en lo que a los médicos se refiere, también es importante tomar tal y como el profesional nos indica los medicamentos y, por supuesto, no automedicarse nunca”.

Teleasistencia y andadores

Lo que más cuesta a las personas mayores, tal y como aseguraba Rúa, “es el hecho de tener que reconocer que ya no pueden andar como antes. Eso les cuesta mucho y algunos se avergüenzan, incluso le cogen miedo a salir de casa por miedo a caerse. Pero no pueden dejar que éste les invada. “Que debamos tomar las medidas mencionadas no quiere decir que nos vayamos a caer, sino que forma parte del deterioro de la edad y que cabe esa posibilidad”, continuaba Rúa

Es precisamente ese miedo o vergüenza lo que, en muchas ocasiones, les hace no querer utilizar la teleasistencia “pero es básico, porque nunca sabemos cuando nos puede pasar algo. No es un aparato que debamos dejar sobre la mesa, sino llevarlo encima siempre”.

Por otro lado, “también hay que servirse de muletas o andadores que nos den la estabilidad que necesitamos para salir a la calle sin miedo y caminar, porque es muy importante que nuestros mayores salgan a la calle”, apostillaba Rúa.