El sábado se celebra el Día Internacional de Acción Contra la Migraña para concienciar sobre esta enfermedad, una de las veinte más incapacitantes. Según la doctora Garre, experta médica de Cinfa, los pacientes no deben resignarse a padecer dolor, pues este tipo de jaqueca puede controlarse con el tratamiento adecuado.
El próximo sábado, 12 de septiembre, se celebra el Día Internacional de Acción Contra la Migraña, con el que la Organización Mundial de la Salud (OMS) trata de sensibilizar a la población sobre esta dolencia. Se trata de una de las veinte enfermedades más incapacitantes, pues provoca un dolor de cabeza de muy alta intensidad, acompañado frecuentemente de otros síntomas como nauseas, vómitos o sensibilidad a la luz.
El 14% de la población mundial sufre este tipo de jaqueca, que afecta en mayor medida a las mujeres que a los hombres. A nivel nacional, más de 3,5 millones de adultos padecen migraña, de acuerdo con datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN). También se corre mayor riesgo de padecer migrañas si existen antecedentes familiares de esta enfermedad.
Según explica la doctora Aurora Garre, experta médica de Laboratorios Cinfa, “el dolor que provoca la migraña afecta normalmente a un solo lado de la cabeza y se caracteriza por ser profundo, sordo y de tipo pulsátil, similar a palpitaciones o latidos en la cabeza. Las crisis de migraña suelen venir precedidas por otro conjunto de síntomas –denominado aura-, como ver borroso, o ver destellos o líneas en zigzag. Las crisis pueden durar desde unas pocas horas hasta varios días y constituyen una de las causas más frecuentes de absentismo laboral”.
Neuronas hiperactivas
La luz, el movimiento y los ruidos suelen empeorar los ataques de migraña, de los que todavía se desconoce la causa exacta. Como afirma la doctora Garre, “se cree que las personas que padecen este problema tienen un cerebro especialmente excitable. Sus neuronas, hiperactivas y muy sensibles, envían impulsos a los vasos sanguíneos, lo que provoca su estrechamiento y posterior dilatamiento, que va acompañado de la liberación de sustancias que generan dolor”.
Aunque no se conoce la secuencia exacta en que se produce este proceso, sí se han identificado muchos de sus desencadenantes. Por ejemplo, los ataques de migraña pueden estar inducidos por una luz o un olor fuerte, un nivel alto de estrés, patrones de sueño irregulares o tomar alcohol, además de algunos alimentos como el chocolate, el vino o el queso curado.
Estos factores o causas, sin embargo, varían de persona a persona. “Por este motivo, para tratar y controlar la migraña, el paciente debe esforzarse por averiguar cuáles les afectan más a él personalmente y tratar de eliminarlos. Por otra parte, las personas con migrañas no deben resignarse a sufrir dolor, una vez ha comenzado: este puede mitigarse con distintos fármacos y medidas preventivas, pero siempre debe hacerse bajo supervisión médica”, recuerda la experta de Cinfa.
Diez consejos para controlar la migraña
Prevenir las crisis es uno de los pilares del tratamiento para la migraña, además de aprender a mitigar el dolor desde casa. Para conseguirlo, pueden resultar útiles los siguientes consejos:
- Acude a tu médico siempre que sea necesario. No te resignes a sufrir las dolorosas migrañas, porque pueden tratarse y moderarse. Si el número de crisis o la intensidad del dolor aumentan, no dudes en acudir al especialista y en seguir el tratamiento que te prescriba.
- Aprende a reconocer los desencadenantes de tus crisis. Como estos varían de una persona a otra, en primer lugar deberás identificarlos, con ayuda de tu médico. Trata de recordar si cuando tuviste las últimas migrañas habías estado expuesto a algún ruido, luz u olor intenso, o si habías ingerido algún alimento determinado, y evítalos.
- Elabora un calendario o diario de cefaleas. Se trata de un pequeño documento, muy sencillo, donde simplemente deberás ir anotando la fecha de tus crisis de dolor de cabeza, junto con otros datos, como la intensidad del dolor y su repercusión en las actividades de la vida diaria, síntomas acompañantes, medicamentos y dosis empleadas. Toda esta información será de gran utilidad para tu médico, ya que puede ayudarle a diagnosticarte, confirmar o detectar un abuso de medicación y, sobre todo, decidir qué tratamiento agudo y preventivo utilizar en el futuro.
- Cuida lo que comes. Seguir una dieta variada y equilibrada es siempre saludable, pero las personas con migraña deben evitar los alimentos que, como el chocolate, la leche, el queso curado o el vino, pueden desencadenar las crisis, al igual que el alcohol en general. Así mismo, evita aquellos alimentos y bebidas que sepas que en el pasado te han desencadenado ataques de migraña. También es importante mantener una rutina, haciendo las comidas a la misma hora y en cantidades similares.
- Mantén horarios regulares de sueño. Las variaciones en los patrones de sueño pueden ser también responsables de los ataques de migraña, por lo que conviene seguir unos horarios lo más regulares posibles y, además, dormir al menos siete u ocho horas diarias. No duermas de más ni de menos los fines de semana.
- Plántale cara al estrés. La ansiedad que producen determinadas situaciones personales o laborales es también un probable desencadenante, por lo que se debe tratar de mantener la calma ante las complicaciones. Te ayudarán la práctica de deporte u otras actividades relajantes, como el yoga o la meditación.
- Aíslate en un lugar tranquilo. Los lugares ruidosos u olores penetrantes pueden desencadenar las crisis y, en cualquier caso, nunca las alivian. Por ello, cuando sufras una migraña, enciérrate en una habitación a oscuras y túmbate en la cama o el sofá, para evitar estímulos como la luz, el ruido o el movimiento.
- Respira de forma relajada. Cuando ya se produce una crisis, respirar de manera adecuada te ayudará a mantener a raya el dolor. Así, respira lenta y profundamente, y concéntrate en tu respiración por un momento; verás que el dolor de cabeza disminuye y comenzarás a sentirte mejor.
- No abuses de los medicamentos. Toma solo aquellos que te prescriba el médico y del modo en que te lo indique, y no olvides que ingerir demasiados analgésicos o antinflamatorios puede provocar cefaleas de rebote.
- Pero tampoco los evites. La medicina alternativa puede ser un complemento a las técnicas de relajación, pero solo los fármacos presentan un efecto demostrado para prevenir y frenar las crisis.