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La revista del canal farmacia

¡Dulces sueños!

Loving husband taking care of his wifeControlar el número de horas de sueño es importante a partir de los 65 años, aunque siempre se deben seguir unas pautas de higiene que favorezcan un sueño reparador.

A más horas de sueño, mayor deterioro cognitivo. Es la principal conclusión de un estudio realizado por el grupo de farmacéuticos formado por María Teresa Climent, Vicente Colomer, Cristina Ballesteros, Paloma Botella y Lucrecia Moreno Royo, procedentes de la Comunidad Valenciana, y que ha recibido el premio a la mejor comunicación en el VI Congreso Nacional de Farmacéuticos Comunitarios, organizado por la Sociedad Española de Farmacia Comunitaria (SEFAC). El galardón estaba patrocinado por Zambon, una compañía farmacéutica internacional, innovadora y líder en productos, servicios y soluciones para vivir y respirar bien.

El jurado escogió el trabajo “Horas diarias de sueño y riesgo de deterioro cognitivo en personas mayores de 65 años no institucionalizadas”, cuyo objetivo era identificar si existía una asociación entre las horas de sueño y el deterioro cognitivo en personas de la tercera edad. Para ello, los autores llevaron a cabo un estudio observacional transversal, mediante entrevista a 729 personas mayores de 65 años, excluyendo a aquéllas con graves déficits sensoriales o incapacidad física para llevar a cabo los test. Una vez analizadas las horas de sueño diarias (siesta y noche) de cada uno de los participantes, se vinculó esta información
con el deterioro cognitivo identificado en el grupo (17,6%).

El estudio concluyó que existe una notable asociación entre dormir 9 horas o más y el deterioro
cognitivo en personas mayores de 65 años, mientras que no se detectó relación alguna en
el caso de aquellos participantes que dormían 7 o menos horas. Interesante conclusión de un
estudio que fue galardonado en Málaga, durante la clausura de la sexta edición de un congreso
que reunió a un millar de profesionales de toda España.

Buscando un sueño de calidad

No cabe duda de que dormir bien es una de las premisas fundamentales para gozar de una buena salud. Y cuando hablamos de dormir bien, tal y como revela el citado estudio, no estamos hablando de dormir mucho, sino más bien de tener un sueño de calidad que nos permita despertarnos en plena forma física y mental para hacer frente a las tareas del día a día.

Aunque no siempre se le da la enorme importancia que tiene, seguir ciertas pautas antes de acostarnos puede contribuir de manera efectiva a que a tengamos un sueño placentero y reparador sea cual sea nuestra edad. He aquí algunas de las más importantes:

– Conviene no tomar sustancias excitantes como café, té, alcohol, tabaco, etc., especialmente durante
la tarde o al final del día.

– Deben evitarse las cenas copiosas. Lo ideal es hacer una cena ligera una o dos horas antes de
irse a la cama. No conviene irse a la cama con sensación de hambre, así que puede tomarse un
vaso de leche caliente sin chocolate o una infusión sin teína para favorecer la relajación.

– El deporte es fuente de salud, pero activa el organismo. Debe evitarse a última hora del día.

– Éste es el país de la siesta, pero hay que evitar que dure más de 20-30 minutos.

– Dentro de las posibilidades, es conveniente mantener a raya el reloj biológico que todos llevamos dentro e intentar llevar una rutina de horarios de sueño regulares, acostándonos y levantándonos siempre a la misma hora.

– Dormir en un ambiente adecuado y ventilado es imprescindible para favorecer el sueño. Pueden
contribuir una temperatura adecuada, evitar ruidos, una decoración con colores relajantes, una
cama confortable… También la aromaterapia puede ayudar a relajarnos y tener sueños más placenteros,
así como una ducha con agua templada o una música relajante antes de irnos a la cama.

– Conviene no realizar en la cama tareas que impliquen actividad mental. Leer, ver la televisión o
usar el ordenador no ayudan en absoluto.

– Algunos medicamentos pueden producir insomnio, así que, a ser posible, no deben consumirse
justo antes de acostarse.

– Aunque no siempre es posible, también debe cuidarse el momento del despertar, evitando
alarmas estridentes que nos saquen del sueño de forma muy brusca.