Farmamundi y la Xunta de Galicia, continúan trabajando en Siria con una nueva intervención para cubrir las necesidades más básicas de las familias en el campo de Al Yarmouk, cuando se anuncia la llegada del invierno, sobre todo con la compra y distribución de alimentos y artículos para el refugio como colchones y mantas. Desde que los propios campos de refugiados dejaron de ser seguros hace más de dos años y se convirtieron en objetivo del conflicto, la mayoría de la población siria que allí se refugiaba huyó en busca de otros campos más seguros. En la actualidad, unas 6.000 familias –alrededor de 30.000 personas- siguen bloqueadas y son víctimas de bombardeos y violentos enfrentamientos entre el ejército y grupos rebeldes.
Con la compra y distribución de alimentos y artículos de primera necesidad para el refugio como colchones y mantas se espera ayudar a alrededor de 3.000 desplazados que actualmente malviven en la zona. Desde el inicio del conflicto, Al Yarmouk, un campamento de refugiados de Palestina situado al Sur de Damasco, ha sido uno de los puntos de recepción de población desplazada siria.
Ésta es la cuarta actuación de la ONG en el país y la tercera con la Xunta de Galicia desde que en 2009 surgiera el acuerdo de colaboración entre ambas, para atender las necesidades prioritarias de poblaciones afectadas por catástrofes naturales o conflictos. “Las necesidades más acuciantes de cara a este invierno en el país son, además de material de abrigo, el apoyo alimenticio de urgencia a las familias”, explica la responsable de Acción humanitaria y Emergencias de Farmamundi, Tania Montesinos, quien ha coordinado la última intervención junto a la ONG siria Jafra Foundation for Relief and Youth Development.
El bloqueo al que está sometido el campo impide la entrada y la salida de la población, así como el suministro de alimentos, agua, medicamentos y artículos de primera necesidad. La población está padeciendo malnutrición, deshidratación y enfermedades relacionadas con la extrema precariedad de las condiciones de vida. “Pero Yarmouk no es el único campo en esta situación, -comenta Montesinos- ya que las infraestructuras de los campos han sido parcial o totalmente dañadas, los cortes de energía superan con frecuencia las 20 horas seguidas, no hay reservas de diésel ni de gas, los alimentos son escasos, las telecomunicaciones son inexistentes y el aumento de precios, debido a todo lo anteriormente expuesto, se suman a un desempleo que ya hace meses ha dejado de cuantificarse”.
En cuanto a la situación sanitaria, los trabajadores de Jafra en terreno cuentan que “los hospitales en los campos disponen de pocos o inexistentes recursos humanos y rupturas de stock constantes, a modo de ejemplo: no hay oxígeno para poder practicar operaciones quirúrgicas”.
Apoyo psicosocial y educativo para niños y niñas
Además de la distribución de alimentos y artículos de primera necesidad, los compañeros de Jafra también realizan un importante y necesario apoyo psicosocial y educativo para la población infantil que se ha visto obligada a interrumpir la asistencia escolar. Campañas de limpieza ambiental, formación y la difusión de la información relativa a cuestiones urgentes. Con todo ello se espera mejorar la dramática situación que atraviesa la población concentrada en Al Yarmouk, y otras zonas como: Hajar Alaswad, Sbeineh Camp, Jarama Camp, Hoseinieh, Barzeh, Tadamon, Mezzeh, Campamentos de Qudsaya, Khan Eshieh y en Homs Camp, desprotegidas ante la prohibición que tienen los agentes humanitarios para trabajar en la zona.
Desde 2013, Farmamundi y Jafra, con financiación de la Xunta de Galicia, han realizado un esfuerzo conjunto con diversas actuaciones por aliviar el sufrimiento de la población distribuyendo ayuda alimentaria y de cobijo, también con el apoyo del Ayuntamiento de Barcelona y del Fondo de Ayuda Humanitaria y Emergencia (FAHE).