La Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria recuerda que es responsabilidad de todos hacer un buen uso de los antibióticos para frenar las resistencias bacterianas, un problema al alza
Los antibióticos han demostrado ser un arma terapéutica formidable para el tratamiento de las infecciones bacterianas. Sin antibióticos eficaces no se podrían afrontar procedimientos médicos y quirúrgicos complejos cuya evolución favorable se puede ver comprometida por el desarrollo de infecciones. Por eso, el aumento de las resistencias bacterias relacionadas con un mal uso de los antibióticos preocupa a los especialistas como ha querido recordar la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) en vísperas del Día Europeo del Uso Prudente de Antibióticos que se celebra mañana 18 de noviembre.
Sin contar con antibióticos eficaces no sería posible, por ejemplo, el tratamiento de tumores o la realización de trasplantes, además de que enfermedades actualmente tratables en sociedades con acceso a antibióticos como la neumonía, continuarían produciendo altas cifras de mortalidad, explica la Dra. Rosa Albañil, coordinadora del grupo de trabajo de Patología Infecciosa de la AEPap.
Uno de los efectos adversos que pueden producir los antibióticos es favorecer y acelerar la aparición de resistencias bacterianas que son mecanismos desarrollados por bacterias, inicialmente sensibles a la acción de un antibiótico, y que provocan que estos fármacos dejen de ser efectivos contra ellas. “La existencia de bacterias resistentes es responsable de 25.000 muertes al año en Europa según datos de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) y alrededor de 2.800 personas en España. Además, supone un gasto sanitario adicional de unos 1.500 millones de euros en la Unión Europea. Se trata pues de un problema de salud pública”, resalta la Dra. Albañil.
Desde las instituciones sanitarias nacionales e internacionales se realizan todos los años iniciativas dedicadas a concienciar a profesionales y ciudadanos sobre los riesgos asociados al uso indebido de los antibióticos, instando a realizar un consumo responsable, tanto en salud humana como en sanidad animal. En estos esfuerzos se enmarca el Día Europeo del Uso Prudente de Antibióticos instaurado por los Centros Europeos para el Control de Enfermedades (ECDC) el día 18 de noviembre, así como la Semana Mundial de Concienciación sobre el Uso de los Antibióticos (13-19 de noviembre) organizada por la Organización Mundial de la Salud.
En España, este año la campaña del Ministerio de Sanidad se dirige a la prevención del autoconsumo por parte de la población bajo el lema ‘Antibióticos: tómatelos en serio’. Por eso, desde el grupo de trabajo de Patología Infecciosa de AEPap se recuerda que el consumo inadecuado de antibióticos y el desarrollo de resistencias bacterianas son problemas que afectan de forma muy importante a la población pediátrica y que el uso prudente de antibióticos debe ser un objetivo prioritario para los pediatras de Atención Primaria, así como “facilitar a nuestros pacientes y sus familias información veraz y comprensible sobre el uso correcto de estos medicamentos”, señala la Dra. Albañil. Los pediatras recuerdan especialmente que la mayoría de infecciones en los niños son de origen viral (no bacteriano) y, por tanto, “los antibióticos no son eficaces para su tratamiento”.
Las cifras de resistencias bacterianas están relacionadas con la cifra de consumo de antibióticos y España sigue siendo uno de los países europeos con mayor consumo de estos medicamentos y, en consecuencia, presenta unas altas cifras de resistencias bacterianas. “La responsabilidad de racionalizar el consumo de antibióticos concierne a toda la sociedad y entre todos, autoridades, profesionales sanitarios y sociedad en general, debemos lograr un uso prudente de los mismos: aquel que permite obtener el mayor beneficio con el menor riesgo”.
Por eso los pediatras recuerdan la importancia de su utilización para el tratamiento de enfermedades bacterianas, eligiendo el más adecuado y de menor espectro posible, con la dosis, pauta y duración del tratamiento adecuadas para controlar la infección sin aumentar el riesgo de efectos adversos.
Para conseguir este objetivo:
- El pediatra debe conocer los microorganismos más frecuentemente responsables de los procesos infecciosos, las cifras de resistencias locales que presentan y los antibióticos eficaces con espectro más selectivo. Debe utilizar, en su caso, los métodos diagnósticos adecuados para confirmar la etiología bacteriana. Debe aportar al paciente o a la familia la información para conocer la indicación y adecuación de cada tratamiento y el correcto cumplimiento del mismo, así como de los riesgos que supone la automedicación con antibióticos.
- Las autoridades sanitarias deben garantizar un sistema de vigilancia epidemiológica, aportar la infraestructura, los medios y la información necesarios a los profesionales para prescribir adecuadamente y asegurar que la distribución de fármacos se ajuste a la legalidad. También debe fomentar entre la población la educación sanitaria en general y, en particular, sobre beneficios y riesgos del uso de antibióticos, tanto en niños como en adultos.
La labor de informar correctamente a la población tiene un interés especial en nuestro país porque, según datos del Eurobarómetro2016, existe un alto porcentaje de ciudadanos españoles (superior a la media europea) que cree que los antibióticos son eficaces para tratar resfriados, gripe y contra procesos virales en general, recuerdan los especialistas en enfermedades infecciosas de la AEPap.
Con este objetivo la AEPap ha presentado a las familias y a los pediatras ‘El rincón del antibiótico’, un espacio divulgativo organizado en la web ‘Familia y Salud’, donde se agrupan diversos materiales relacionados con el tema, como el ‘Decálogo del buen uso de los antibióticos’.