Lidia Francés Ribera es matrona y profesora de la Escuela de Enfermería de la Universidad de Barcelona. Desde farmanatur hemos querido que nos dé su opinión sobre la importancia de tomar yodo durante el embarazo y la lactancia, por los enormes beneficios que el mismo tiene, no sólo para la madre, sino para el desarrollo del bebé. Esto es lo que nos ha contado.
El yodo es un micronutriente fundamental para el organismo que debe administrarse diariamente a través de la alimentación. La ingesta adecuada de yodo durante el embarazo es imprescindible para la síntesis de hormonas tiroideas maternas y para un adecuado desarrollo neuropsicológico del feto. Durante la primera infancia el aporte de yodo continua siendo importante para la maduración del cerebro del lactante. El déficit de yodo durante el embarazo puede tener repercusiones tanto para la madre como para el feto, el neonato y el niño en las distintas edades. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la deficiencia de yodo es la causa prevenible más importante de daño cerebral.
Las necesidades de yodo de la mujer aumentan considerablemente durante el embarazo y la lactancia para que el feto y el neonato puedan disponer de una cantidad suficiente de este elemento.
A pesar de que, la mayoría de los alimentos contienen relativamente poco yodo, con el consumo de sal yodada, leche y derivados lácticos es posible cubrir las necesidades de yodo durante la gestación y la lactancia, siempre que la madre consuma estos productos de forma adecuada. Pero, la comprobada falta de eficacia de la yodoprofiaxis a través de los alimentos, promovió la recomendación del consumo de suplementos de yoduro potásico en todas las mujeres gestantes y lactantes.
Estudios realizados en España confirman que la mayoría de las mujeres se encuentran en yododeficiencia durante la gestación y la lactancia. Todos estos estudios han sido determinantes para que la Sociedad Española y la Catalana de Endocrinología y Nutrición, laSociedad Española de Ginecología y Obstetricia y el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad consideren a las embarazadas como un grupo de riesgo de padecer trastornos como consecuencia del déficit de yodo, por lo que recomiendan una dieta rica en yodo y prescripción de yoduro potásico antes de la gestación, si es posible, durante el embarazo y en el período de la lactancia.
Las necesidades de yodo varían en las diferentes etapas, en las mujeres en edad fértil es de una media de 150 µg/día, en el período preconcepcional y durante el embarazo y la lactancia las mujeres deben incrementar la ingesta de yodo a 250 µg/día.
Para asegurar este aporte diario de yodo se recomienda complementar la dieta con la administración, una vez al día, de suplementos nutricionales de yodo desde la visita preconcepcional a todas las mujeres, excepto a aquellas con hipertiroidismo activo no controlado. La suplementación con 150-200 µg/día de yodo permite alcanzar la ingesta recomendada.