Los alimentos “funcionales” existen y no se anuncian en la tele ni en las revistas. Se llaman pimientos, acelgas, espinacas, nueces, pollo o ternera. De hecho, una sola sardina tiene el equivalente a casi 6 litros de leche enriquecida con Omega3.
Así lo ha asegurado en una entrevista con Efe, la psicóloga Ana Isabel Gutiérrez Salegui, autora del libro “Consume y calla”, con el que pretende “desenmascarar” a una industria que se lucra con productos “saludables” y “funcionales” y cremas que nos hacen parecer eternamente jóvenes y que, sin embargo, no mejoran nuestra salud.
odos hemos oído hablar de ellos y, aunque no sepamos qué son exactamente o cómo actúan en nuestro organismo, somos capaces de dejarnos medio sueldo en adquirirlos, señala la experta.
El hecho, además, de que muchos de ellos se puedan comprar en farmacias les da un plus de garantía. Sin embargo, según Gutiérrez, estos productos solo tienen que demostrar que no son perjudiciales para que las boticas los vendan.
Lo que es “relativo” y depende de las dosis y de las personas que los consuman. Así, “un simple diurético o laxante te puede acabar matando de una parada cardíaca si pierdes demasiado potasio”.
“Si no hay una alegación clara de salud, no tienen que demostrar que sean efectivos”, señala esta especialista en trastornos alimentarios de la conducta.
De esta forma, si un anuncio dice “cuida tu corazón”, el fabricante te está diciendo literalmente que lo cuides, no que su producto te ayude a ello, aunque el destinatario del mensaje lo entienda así.
“Si mientras les anuncio algo me acaricio con una sonrisa la tripa y les digo que me siento ligera. ¿ustedes que entienden?”.
La industria cuenta, además, con la baza de que la mayoría de la gente confía ciegamente en los mensajes que aparecen en los medios de comunicación. Si algo se anuncia en la tele tiene que ser verdad.
Pero, “¿cuántos de esos productos llevan el aval del Colegio de Médicos?”. “Ninguno”, asegura la psicóloga, que anima a los consumidores a comprobar quién está detrás de muchos de los logos que se ven en los productos. “Miren y se sorprenderán”.