Adoptar pautas de alimentación y hábitos saludables son la mejor forma de mantener a los más “peques” en forma y prevenir enfermedades
El cuerpo infantil es un organismo en continuo desarrollo y crecimiento, y a menudo se le exigen altas cotas de rendimiento. Para ello, necesita nutrientes que a veces la alimentación cotidiana no contiene en cantidades suficientes. Por ejemplo, la ingesta de calcio durante los primeros años de vida es fundamental para prevenir la aparición de enfermedades óseas en las últimas etapas de la vida; de hecho, el crecimiento del esqueleto óseo desde el nacimiento hasta la pubertad se multiplica por siete (por tres durante la adolescencia).
La vida moderna, la falta de tiempo y los compromisos laborales hacen difícil, si no imposible, la preparación diaria de comidas adecuadas para nuestros hijos, entendiendo por adecuadas aquellas que utilizan ingredientes frescos y en su justa medida: hay que pensar en la lista de la compra, programar bien los turnos de repetición de los alimentos y la combinación de los mismos, ir a comprarlos, y después cocinarlos adecuadamente.
En definitiva, una ardua tarea que precisa dedicación y un tiempo que desafortunadamente nos suele ser escaso. Tanto es así que muchos padres optan por complementar la alimentación de sus pequeños con un preparado de calidad que supla las posibles deficiencias, incluyendo todos aquellos elementos necesarios para que los niños puedan sentirse vitales y llenos de energía: calcio, vitaminas, jugos de frutas y verduras, y otros nutrientes esenciales.
Brebaje perfecto
Y hablando de preparados, no hay nada mejor que una buena fórmula a base de jugos y extractos de frutas, verduras y hortalizas; desde los extractos de zanahoria, anís, berro, espinaca o manzanilla, pasando por concentrados de zumo de pera, naranja y uva, además de jarabe de arce, extracto de malta y extracto blando de escaramujo, entre otros ingredientes.
Todos estos elementos proporcionan al niño un aporte equilibrado de vitaminas (A, B, C, D y E) y calcio que resulta esencial para complementar las necesidades nutricionales de un organismo en desarrollo.
Tanto los zumos de frutas naturales como los extractos de plantas medicinales ayudan en la absorción completa del preparado durante el proceso digestivo, además de estimular el apetito y aportar energía al niño. De sabor agradable y fácil de mezclar con zumos u otras bebidas, carece totalmente de azúcares añadidos, conservantes, alcohol y colorantes alimentarios.
Sergio López de Arbina Aznar