Una aproximación al concepto de in- fusión: es muy común hablar de “tés” al referirse tanto a la Camellia Sinensis, como al resto de plantas cuando se toman en infusión. Incluso es muy habitual encontrar en restaurantes “carta de tés” cuando incluyen todo tipo de infusiones. En sentido estricto, “té” es una planta concreta, e “infusión” o “tisana” se refiere a una forma específica de preparar y tomar cualquier planta.
Una infusión es una bebida obtenida de plantas secas (hojas, flores, frutos…), sobre las cuales se vierte agua a punto de hervir (excepto en el té, que se prepara con agua muy caliente pero sin llegar a hervir para no perjudicar ni su aroma ni su sabor). Por lo tanto, todos los tés son infusiones, pero no todas las infusiones son tés. Tal y como publicamos en la edición anterior, nada más sencillo que preparar una infusión, cualquier malestar puede mejorar con la tisana adecuada.
¿Qué es la destoxificación?
La detoxificación tiene como objetivo optimizar el funcionamiento de las células para así restaurar el equilibrio del organismo, que puede estar desequilibrado por el entorno, las condiciones de vida o unos hábitos alimentarios incorrectos.
¿Cómo podemos ayudar a nuestro organismo a eliminar las sustancias que se quedan dentro del cuerpo, fruto de nuestras costumbres menos saludables? Las infusiones en sus múltiples propiedades nos ayudarán a mejorar gran parte de la sintomatología, que estos desequilibrios producen en nuestro cuerpo.
Dos ejemplos: podemos encontrarnos un caso de necesidad de detoxificación por una cuestión de estreñimiento o de retención de líquidos. Las infusiones con sen y cola de caballo, así como la menta (que se emplea para el alivio sintomático de los desórdenes de origen digestivo leves como las flatulencias) son las más indicadas para favorecer la detoxificación ante esta problemática.
En el caso de que el problema a atajar sea una cuestión de mala circulación, pesadez, malestar, hinchazón o cansancio de las piernas, la ayuda viene de la mano de fomentar la actividad antiinflamatoria, antioxidante y vasoprotectora. A la hoja de vid roja se le reconocen estas propiedades, por lo que complementar nuestra alimentación con infusiones que la contengan es un acierto para mejorar esa desagradable sensación de dolor y malestar en las piernas. También el melitoto, tradicionalmente utilizado para trastornos menores de circulación venosa, el fruto de arándano o las hojas de hamamelis son buenos aliados. Y la forma idónea de servirnos de las propiedades de las plantas es mediante el agua.
El agua es un vehículo ideal para extraer los principios activos de las plantas, razón por la que las infusiones son una de las maneras más comunes de emplear la fitoterapia (utilización de las plantas o partes de ellas con fines preventivos y curativos). Con este método, las sustancias activas que se extraen sufren muy poca alteración en su estructura química y conservan gran parte de sus propiedades, que son muchas.
Y es que las plantas contienen todo un arsenal terapéutico de vitaminas, minerales, aceites esenciales, taninos y antioxidantes.