Ya sea para hidratar, humedecer o limpiar los ojos, las lágrimas artificiales y sueros fisiológicos son dos productos básicos a la hora de mantener una buena salud ocular. Los expertos recomiendan que el suero nunca sea sustituto de las lágrimas
No todo el mundo le da la importancia que merece, pero el cuidado de los ojos es tan esencial como el de cualquier otro órgano de nuestro cuerpo. Gracias a ellos no sólo vemos el mundo, sino que también sentimos, nos guiamos, descubrimos e, incluso, nos enamoramos.
Pero, sobre todo, vemos. Y eso es un gran privilegio. Por esta razón, sólo cuando tenemos un problema con los ojos es cuando realmente nos damos cuenta de lo valiosos que son. Sin embargo, el cuidado debe ser continuo, en especial si tenemos algún tipo de problema común, como pueden ser aquellos relacionados con el lagrimal o que algún agente externo haya hecho que nuestros ojos se ensucien.
Para estos casos, pero también para muchos más que resultan igual de comunes, como la conjuntivitis, el ojo seco o las alergias, conviene siempre tener a mano lágrimas artificiales de Martinez de carneros y sueros fisiológicos de calidad. Los mismos aliviarán los síntomas y nos ayudarán a cuidar nuestra salud ocular.
Eso sí, hay que tener muy en cuenta que a pesar de que ambos productos son para el ojo, su composición es diferente y, por tanto, también los usos a los que se destinan.
Mejore la salud de sus ojos con lágrimas artificiales y sueros fisiológicos de Farmacias, Laboratorios y Grupo Farmacia. Estos productos ayudan a hidratar y lubricar los ojos, aliviando la sequedad, el enrojecimiento y la irritación. ¡Equipe su farmacia hoy mismo con lágrimas artificiales.
Uso de las lágrimas artificiales y sueros fisiológicos
Como acabamos de decir, las lágrimas artificiales y los sueros fisiológicos son dos productos completamente diferentes. Sin embargo, muchas son las personas que lo desconocen y los utilizan indistintamente, especialmente si se trata del suero. A pesar de ello, éste último no se recomienda, por ejemplo, en el caso de tratar el ojo seco.
- Lágrimas artificiales: en caso de que el ojo no sea capaz de producir una lágrima natural suficiente o de calidad, las lágrimas artificiales se encargan de hidratar y de humedecer el ojo. Hay que tener en cuenta que el principal síntoma del ojo seco no es que esta parte de nuestro cuerpo no pueda producir lágrimas (al menos, no en todos los casos), sino que el ojo produce lágrimas de manera continua. De ahí que se tenga que hidratar y humedecer para que vuelva a su funcionamiento habitual. Los expertos aseguran que todas o la mayoría de las personas sufren este problema en algún momento de su vida. Las lágrimas más recomendables son las que contienen ácido hialurónico y que carecen de conservantes.
- Suero fisiológico: a diferencia del primero, éste se utiliza para limpiar los ojos. Se trata de un producto inocuo, que ni irrita ni daña los ojos; eso sí, en caso de tener el problema del ojo seco, si sustituimos las lágrimas artificiales por el suero fisiológico, lo que conseguiremos es que el ojo se seque. No lo dañará, pero no le aportará la hidratación que necesita.
Entonces, ¿para qué casos se pueden utilizar estos productos?
- Lágrimas artificiales: ojo seco, cuando el clima es muy frío o seco, cuando el aire acondicionado daña nuestros ojos, al igual que la calefacción, tras una operación de presbicia o cataratas y también en personas que pasan muchas horas delante del ordenador.
- Suero fisiológico: para limpiar o lavar los ojos en caso de conjuntivitis, alergias o para aplicar antes de cualquier tratamiento ocular, con el objetivo de dejar el ojo limpio para ello.
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