En tan solo 40 semanas nuestro organismo es capaz de crear una vida humana, es la indicación de que nuestro cuerpo es perfecto, una experiencia maravillosa y única
Debemos disfrutar al máximo cada día de embarazo, cuidarnos y mimarnos, porquecada uno es único y no se volverá a repetir.El cuerpo femenino experimenta una serie de cambios por los que aveces es complicado disfrutar del mismo, ya sean náuseas, mareos, bajadas de tensión o vómitos, aunque no en todos los casos es así. Cada mujer y cada embarazo es totalmente distinto y nuestro cuerpo reacciona de diferente manera según la edad, el momento psicológico, la situación laboral y un sinfín de circunstancias que nos pueden afectar durante los nueve meses de gestación.
¡Nauseas!
Las nauseas están presentes en el 80% de las embarazadas. ¿Qué se puede hacer? Comer poco, a menudo y lo que te apetezca, acompañado de líquidos ácidos como el granizado de limón, que puede ser tu gran aliado y, sobre todo, evita olores que produzcan náuseas.
La ingesta diaria de 1,9 miligramos de vitamina B6 (presente en el pollo y las lentejas) y el té con jengibre también pueden ayudarte. Si las náuseas van acompañadas de vómitos, toma más sólidos que líquidos y prueba a tomar tres veces al día una infusión de manzanilla, salvia y romero. Más de cinco vómitos al día podrían ser la señal de que sufres hiperémesis gravídica, por lo que debes acudir a tuginecólogo lo antes posible. Este trastorno, desencadenado por factores genéticos o psicológicos, no afecta ni a un 1% de las embarazadas, aunque debemos tenerlo en cuenta.
Me mata la espalda
En la mitad del embarazo el tamaño de la barriga obliga a la mujer a arquear la espalda. Esto provoca una excesiva curvatura de la columna a nivel lumbar (lordosis). A ello le sumamos la desviación de los huesos de la pelvis,y es que alrededor del 30% de las embarazadas padecen ciática.
La prevención es tu mejor arma. Algunos deportes pueden ayudar a acabar con el dolor de espalda, siendo uno de los mejores la natación, que favorece la circulación y relaja las zonas que se sobrecargan. Pero, por precaución, es conveniente que las gestantes que nunca han realizado ejercicio esperen unos meses antes de comenzar y lo hagan bajo control de un especialista. Otra medida que te puede ayudar es la de utilizar una faja preparto, que ayuda a sostener la barriga y a relajar la zona lumbar.
A tener en cuenta… Estés en forma o no, existe una solución a tus dolores. Entre las terapias más innovadoras, el watsu es la más refrescante. En ella, un profesional sostiene y masajea dentro del agua de la piscina el cuerpo de la embarazada, relajando toda la musculatura. Aunque también en casa puedes buscar soluciones, por ejemplo, realizando un sencillo ejercicio para prevenir la ciática: túmbate boca arriba con las piernas flexionadas y apoyadas en el suelo, y balancéalas a derecha e izquierda.
Me sangran las encías
Las alteraciones bucodentales afectan a la mitad de las embarazadas. Las encías se inflaman por culpa del aumento hormonal y el incremento del riegosanguíneo. Por ello hay que reforzar la dieta con calcio (leche y derivados), fósforo (huevos, pescados…), flúor (agua) y echar mano de las frutas ricas en vitaminas A (melón, mango y papaya), B (aguacate, sandía y uvas) y C (kiwi y naranja). No está de más intensificar la higiene bucal, evitando utilizar colutorios que contengan alcohol, pues pueden irritar más la mucosa. Emplea uno casero diluyendo una cucharadita de sal en un vaso de agua tibia, es igual de efectivo y muy económico.
No consigo ir al baño
La progesterona es la culpable de que los alimentos circulen más lentamente por todo el aparato digestivo que, además, absorbe más cantidad de agua, dificultando así el ir al baño con regularidad. Afecta a más del 50% de las embarazadas y es más frecuente a medida que avanza el embarazo.
Hay que ir a diario al baño, consumir fibra insoluble (presente en los cereales integrales, la avena, los vegetales de raíz y las verduras maduras) hasta situar la ingesta total en torno a los 25-30 g por día. Otros alimentos muy recomendables son el pan de centeno, los espárragos, las alcachofas, los puerros y el apio, además de las ciruelas, las uvas y las peras.Si el problema persiste, recurre a los laxantes formadores de bolo (que aumentan la masa fecal), como el salvado. Para poder usar laxantes estimulantes (por ejemplo, supositorios de glicerina) tendrás que consultar al ginecólogo.Si el estreñimiento ha facilitado la aparición de hemorroides, toma baños de asiento en agua tibia dos o tres veces al día, aunque si las molestias son graves, un especialista te puede recetar alguna pomada específica. Consulta con él la posibilidad de tomar suplementos de vitamina P (ácido nicotínico) o extracto de castaña de Indias.
¡Qué cansada estoy!
El cansancio indica que todo va bien, entre otros cambios, elvolumen sanguíneo ha aumentado y el corazón debe hacer el doble de esfuerzo. El volumen del útero o la tensión baja, favorecida por el calor, son factores que contribuyen a generar un cansancio generalizado. La solución para este problema es sencilla: descansa, aunque si el motivo de la fatiga es la hipotensión, deportes como el yoga te pueden ayudar a estimular la circulación. En las clases de yoga prenatal los ejercicios se adaptan a las circunstancias de cada embarazada y se centran en trabajar la flexibilidad y la respiración. Las mujeres que están en reposo por orden de su ginecólogo también pueden buscar alternativas para mantener sus músculos ejercitados. Sobra decir que el especialista deberá autorizar cualquier tipo de actividad física. Los ejercicios más adecuados son los que se efectúan contrayendo y relajando los músculos. Para estimular la circulación, conviene hacer estiramientos suaves y rotaciones de hombros, muñecas y tobillos, así como elevar las piernas y brazos para favorecer el retorno venoso.
Elsa Bernaldo de Quirós,
Directora de Maternidad Hospital de Ávila