Con motivo del Día Internacional del Sueño han salido a la luz varios estudios que aseguran que entre un 20 y un 48% de la población adulta sufre dificultad para iniciar o mantener el sueño.
Hasta un 10% de los casos se debe a algún trastorno de sueño crónico y grave, una cifra que podría ser mucho mayor, pues los expertos prevén la existencia de un alto número de pacientes no diagnosticados.
Una de las enfermedades del sueño más comunes es la narcolepsia, con una demora media en el diagnóstico de hasta diez años. Hay veces que no se diagnostica hasta que pacientes con apneas sufren un ictus isquémico, totalmente evitable.
Esta patología afecta a unas 25.000 personas en España, las parasomnias no REM y el trastorno de conducta de fase REM, cada vez más estudiado como primera manifestación de enfermedades como el parkinson o la demencia por cuerpos de Lewy, son otros trastornos de sueño que, aunque, algo menos frecuentes, también afectan seriamente a nuestra población.
El descanso, algo fundamental
Según estos estudios el sueño es de suma importancia para los niños, pues ayuda a fortalecer las conexiones entre el hemisferio izquierdo y el derecho, el lenguaje o la fijación de nuevos conceptos y recuerdos durante el sueño.
Si no se duerme lo suficiente, el rendimiento cognitivo baja, al igual que la concentración, produciéndose fallos de memoria, cambios de humor y alteraciones en la toma de decisiones.
La Sociedad Española de Neurología alerta sobre la merma en la calidad de vida de las personas que sufren enfermedades del sueño, equiparándoles con otros enfermos crónicos, a pesar de que “el diagnóstico de estas enfermedades es aún bastante escaso”.
¿Sabías que…?
– Pasamos más de 30 años de nuestra vida durmiendo.
– Dormir menos de 7 horas lleva consigo una serie de consecuencias negativas para nuestra posterior vigilia.
– Dormir más de 9 horas incrementa el riesgo de padecer trastornos del sueño.
