A nivel mundial, al menos 2.200 millones de personas sufren deficiencias visuales o ceguera. Patologías que si se hubieran tratado a tiempo podrían haberse evitado en un 80%, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Por eso la prevención es importante para ayudarnos a detectarlas a tiempo, y el profesional farmacéutico es clave en este proceso
¿Sabías que un tercio de los casos de bajo rendimiento académico están directamente relacionados con problemas visuales no diagnosticados? Juan Carlos Martínez Moral, decano del Colegio Nacional de Ópticos y Optometristas (CNOO), asegura que “una visión adecuada en edades tempranas es fundamental para garantizar un adecuado rendimiento escolar y el correcto desarrollo de los niños, ya que el canal de entrada de la información es mayoritariamente visual”.
Es imprescindible que los problemas visuales se traten desde la infancia, ya que si no repercutirá de manera negativa en la adultez. En el caso de los más pequeños, además, puede afectar al aprendizaje y a su adaptación escolar. En este sentido, la OMS apunta que el 80% de la discapacidad visual puede ser prevenida o tratada, y prevé que en 2050 afecte a 115 millones de personas en el mundo.
La era covid y la digitalización
La situación sanitaria provocada por la covid-19 ha hecho que la sociedad haga un uso excesivo de pantallas, sobre todo por causas como la restricción de movilidad, el confinamiento o el incremento del teletrabajo.
Pasar demasiado tiempo delante de las pantallas puede agravar y producir algunas patologías visuales. Durante los meses de confinamiento, las televisiones, tablets y teléfonos móviles eran la única vía de comunicación con el mundo exterior. De hecho, el estudio ‘¿Estamos cuidando la visión en la “nueva normalidad”?’ de julio de 2020 señala que casi el 95% de los encuestados había incrementado el tiempo de uso de estos dispositivos. La misma investigación -realizada en octubre de 2020-, confirmó que el 61% de los encuestados seguía manteniendo este hábito. Concretamente, siete de cada diez adultos duplicó el tiempo frente a estos aparatos.
El primer trabajo apuntó que al 57% de los usuarios les había empeorado la visión durante el confinamiento. Concretamente, ocho de cada diez jóvenes tenía peor visión que antes. Meses después, en octubre de 2020, un 42% de los encuestados todavía aseguraba que seguía padeciendo problemas visuales y entre un 20 y casi un 30% seguía sufriendo dolores de cabeza y continuaba forzando la vista para ver bien.
Por ello, más que nunca, los organismos insisten en la importancia del cuidado de la vista. Uno de los principales canales a los que acuden los usuarios cuando sienten que algo no va bien es la farmacia, sobre todo en busca de consejo clínico, ya que son los profesionales de la salud más cercanos a los pacientes.
Entre las principales afecciones destacan miopía (los objetos lejanos no se perciben correctamente), cataratas (las proteínas se acumulan en el cristalino y bloquean y distorsionan la luz que llega a la retina), ojo seco (escasez de la cantidad de lágrima y/o deterioro de la misma), visión con glaucoma (aumento del líquido interno del ojo que provoca un aumento de la presión que puede dañar el nervio óptico) y degeneración macular asociada a la edad, más conocida como DMAE (afecta a los fotorreceptores que procesan la imagen).
Alcon, empresa dedicada al desarrollo de soluciones para el cuidado ocular, asegura que el 76% de los pacientes con cataratas manifiesta que la visión borrosa es el principal síntoma de la enfermedad. Otros síntomas están relacionados con la dificultad de ver por las noches o los destellos de luz. De hecho, la investigación asegura que el entre el 5 y el 15% de los accidentes nocturnos guardan relación con un deslumbramiento y el 40% de los fallecidos en accidentes de tráfico se produce por la noche.
Como consecuencia de la prevalencia en la sociedad de ojo seco (se da entre el 15 y el 30% de la población, sobre todo en personas mayores de 50 años), que supone el primer motivo de asistencia oftalmológica, el Consejo General de Colegios Farmacéuticos, a través de su Vocalía Nacional de Óptica Oftálmica y Acústica Audiométrica, puso en marcha la acción bajo el título “Sequedad ocular desde la farmacia asistencial”, que tuvo como objetivo formar al farmacéutico para que conozca a fondo las causas de esta patología, las medidas de prevención, los medicamentos y productos de parafarmacia para aliviar síntomas disponibles.
Por otro lado, en las oficinas de farmacia es habitual encontrar casos de conjuntivitis (es la inflamación común que supone entre el 30 y el 90% de las afecciones oculares), alergia ocular (afecta a un 20% de la población) y protección solar ocular para prevenir enfermedades producidas por el sol. Aunque estas afecciones son menos graves y menos duraderas.
Factores de riesgo: ¿quién puede sufrir una patología ocular?
Un informe realizado por diferentes personalidades del sector clínico asegura que la salud visual es esencial e influye directamente en la calidad de vida de las personas. La OMS subraya que la discapacidad visual se asocia a un riesgo tres veces mayor de accidentes automovilísticos, desempleo y un riesgo dos veces mayor de caídas, comparado con las personas que no sufren esta discapacidad.
El estilo de vida saludable, que incluye una correcta alimentación, actividad física o buenos hábitos puede ayudar a prevenir múltiples enfermedades de la vista. Por su parte, la genética, la edad, y la diabetes son los principales factores de riesgo de la ceguera en Europa. En el caso de la edad, la cifra aumenta cada vez más por el aumento de esperanza de vida. Se estima que las personas mayores de 65 años supondrán en 2050 el 29% de la población.
El género, el consumo de tabaco y alcohol son otros factores de riesgo. En el caso del tabaquismo, su consumo duplica el riesgo de Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE), que es una de las principales causas de la pérdida de visión, empeora la retinopatía diabética y aumenta el riesgo de padecer cataratas (responsable del 48% de la ceguera a nivel mundial).
La alimentación saludable reduce el riesgo de sufrir diabetes y, por ende, de padecer retinopatía diabética, una de las causas más comunes de ceguera en personas en edad laboral. Los micronutrientes, derivados del consumo de productos sanos y una dieta equilibrada, también se han asociado con una disminución del riesgo de sufrir diferentes enfermedades oculares.
Por último, los rayos ultravioletas aumentan la incidencia de enfermedades oftalmológicas. Exponernos al sol empeora las patologías maculares (enfermedades que afectan a la visión central del ojo y que produce manchas, distorsión, imágenes distorsionadas, líneas torcidas…).
El papel del farmacéutico en el diagnóstico
La farmacia desempeña un papel asistencial muy importante, ya que previenen, educan y facilitan información sobre patologías oftalmológicas, además de promover actividades y contenidos que ayuden a proteger la visión. De hecho, María del Puy Heredia Ochoa, doctora en Farmacia y farmacéutica titular de Oficina de Farmacia en el barrio madrileño de La Elipa, asegura que una de las consultas frecuentes que el paciente realiza cuando acude a una farmacia guarda relación con las patologías oftalmológicas.
Dichas consultas oscilan “desde molestias leves a posibles alteraciones secundarias o incluso enfermedades crónicas”. Asimismo, del Puy Heredia subraya que “el alivio de los síntomas, las pautas correctas de administración de los fármacos y la derivación al oftalmólogo son las principales actuaciones del farmacéutico”.
Por su parte, el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid (COFM) señala que, como consecuencia de la cronicidad y el envejecimiento de la población, “la salud ocular resulta un reto para el farmacéutico”, ya que la demanda de información relacionada con patologías oftalmológicas se encuentra latente.
Concretamente, Óscar López, vocal de Titulares de Oficina de Farmacia del COFM, afirma que el papel de este profesional como asesor de la salud ocular se debe estructurar en tres nociones básicas:
- Especialidad publicitaria con medicamentos que deben permanecer en la oficina de farmacia por los posibles efectos adversos.
- El medicamento debe guardar la adherencia y cumplimiento del tratamiento prescrito.
- Es imprescindible la educación sanitaria, asistencia en el consejo y educación al paciente.
El farmacéutico comunitario realiza una labor enteramente asistencial, sobre todo en la prevención de enfermedades crónicas o de mayor gravedad. Sus conocimientos le ofrecen al paciente la posibilidad de saber qué hacer: acudir al especialista, si se precisa, o atender al usuario de manera adecuada que mejore o alivia los síntomas de su afección.