Kenia sufre una crisis humanitaria crónica, de larga duración y gran complejidad y, no obstante, olvidada. El 37,5% de su población vive por debajo del umbral de la pobreza multidimensional
En los últimos años el éxodo rural hacia la capital, Nairobi, sumado al aumento de la población proveniente de países vecinos que huyen de situaciones de violencia, inseguridad y crisis socioeconómicas y ambientales en busca de protección, inciden en el deterioro de unas condiciones de salud ya de por si deficientes de los barrios de la capital más vulnerables. La presión por los escasos recursos existentes se ha agravado y empeorado, más si cabe, por la situación de una pandemia como la COVID-19.
“Con este proyecto hemos tenido como objetivo mejorar la capacidad de respuesta y prevención del sistema de salud del subcondado de Kamukunji donde se aloja un alto volumen de población refugiada y solicitante de asilo principalmente de República Democrática del Congo, Somalia, Sudán del Sur y Etiopía. Hemos hecho énfasis en la protección de los grupos de población en situación de mayor vulnerabilidad en el marco de la emergencia sanitaria por COVID-19”, explica la responsable de Acción Humanitaria de Farmamundi, Tania Montesinos.
En concreto, la intervención se ha llevado a cabo en el Centro de Salud de Biafra Lions, localizado en el asentamiento informal de Eastleigh. “Allí hemos trabajado junto a nuestra socia estratégica Foundation for Health and Social Economic Development Africa (HESED-Africa), con la que colaboramos desde hace años”, continúa Montesinos.
Medicamentos y concienciación: clave para prevenir la COVID-19
Las condiciones de vida en los asentamientos informales de Nairobi han empeorado notablemente debido a la pandemia por COVID-19 en un país en el que, según Naciones Unidas, el porcentaje de población que vive por debajo del umbral de pobreza multidimensional asciende a 37,5%. El hacinamiento en los asentamientos provoca la rápida expansión de los virus, especialmente los transmitidos por vía aérea. La correcta higienización de los espacios de tránsito comunitario y el apoyo a través de medicamentos oportunos y concienciación sobre la relevancia de la salud comunitaria resultan clave para mitigar la expansión del COVID-19. Los impactos económicos de pandemia han sido muy fuertes para la gran parte de la población que depende de sus trabajos en el sector informal de la capital.
Objetivo: fortalecer la atención primaria e impulsar las redes comunitarias
“Hemos fortalecido la atención primaria en el Centro de Salud de Biafra Lions tanto en accesibilidad, disponibilidad, aceptabilidad y calidad en un contexto muy complejo como ha sido la crisis de salud pública global por COVID-19. Se ha abastecido el centro de salud con material médico, medicamentos y materiales de protección para los profesionales sanitarios”, cuenta Eunice Ngwawe, la directora de Hesed África, que también detalla que se han llevado a cabo 9.733 atenciones a la población en situación de mayor vulnerabilidad de las cuales 3.909 (40%) fueron atenciones a población refugiada.
En el proyecto ha sido muy importante constituir redes comunitarias de salud para poder orientar a la población en situación de mayor vulnerabilidad como son la población refugiada, mujeres, personas que viven con el VIH, mayores de 60 años y enfermas crónicas hacia los recursos sanitarios disponibles.
“La participación de la Red de Promotores de Salud Comunitaria ha sido clave para divulgar información veraz y fiable entre la población y desmontar rumorologías, especialmente con la dificultad añadida de protegerse frente a contagios por COVID-19 y cumplir con las medidas sanitarias de no agrupar a muchas personas en espacios reducidos”, concluye Montesinos.
Asimismo, cabe destacar varios logros en cuanto a la mejora de la higiene comunitaria para la prevención de la COVID-19 y otras enfermedades:
• 2.009 familias han recibido kits de higiene personal y de protección frente a la COVID-19 y kits de higiene menstrual para las mujeres jóvenes.
• Y más de 19.235 personas han utilizado y utilizan los puntos de lavado de manos instalados en la comunidad de Eastleigh para frenar la expansión de la pandemia.
Farmamundi agradece a Laboratorios Viñas su responsabilidad social y la verdadera solidaridad que demuestra su empeño por apoyar intervenciones humanitarias que ayuden a paliar la crítica situación sanitaria y alimentaria de muchas familias desde el año 2007.