“Ni siquiera ahora que llegan las altas temperaturas, podemos bajar la guardia en cuanto al cumplimiento de pautas como el uso de mascarillas, la distancia social o el lavado de manos”, recuerda Julio Maset, médico de Cinfa
Recién estrenado el verano, nos adentramos en la “nueva normalidad” con la obligación de adoptar medidas de protección frente a la covid-19. “A pesar de las ganas que tenemos de disfrutar del periodo estival con los nuestros, no podemos relajarnos respecto al cumplimiento de las medidas de prevención sanitaria: las mascarillas, el lavado constante de manos, la distancia social y el sentido común no pueden faltar en nuestro día a día de estos próximos meses”, insiste Julio Maset, médico de Cinfa.
Por tanto, en este verano atípico, en el que van a convivir las altas temperaturas con el uso de las mascarillas, entre otras medidas, conviene tener claras ciertas pautas para cuidar nuestra salud en todos los sentidos. Por ejemplo, llevar una mascarilla durante mucho tiempo puede conllevar un aumento del ritmo de la respiración, así como una mayor sensación de calor, pues se acumula en ellas aire caliente y húmedo. No obstante, el doctor recuerda que “su uso es generalizado e imprescindible, especialmente en los espacios cerrados y cuando no se pueda mantener la distancia de seguridad”.
Beber agua en abundancia
Además, debemos adoptar los hábitos saludables que son recomendables todos los veranos, como beber agua en abundancia para prevenir la deshidratación, uno de los riesgos que se acentúa con el uso de las mascarillas, por el aumento del sudor que nos provocan. Como indica el experto de Cinfa, “hemos de procurar ingerir líquido abundante durante todo el día, incluso aunque no tengamos sed, y prestar atención para que también lo hagan ancianos y niños. Y sí, mejor agua -con o sin gas-, que refrescos o alcohol, porque estos pueden tener efecto diurético y hacernos ir más al baño, lo cual nos llevaría a deshidratarnos”.
Así mismo, el contexto actual nos obliga a ser más prudentes con el sol, con el fin de prevenir las insolaciones y golpes de calor. Por ejemplo, es recomendable salir cuando las temperaturas son más suaves, antes de las 12 de la mañana y después de las 4-5 de la tarde. “También, junto a la constante hidratación que hemos comentado, mantenernos cobijados bajo las sombrillas, toldos o árboles y usar sombrero de ala ancha y gafas de sol nos ayudará a mantenernos frescos, aunque llevemos la mascarilla puesta”, concluye Julio Maset.
Diez consejos para un verano atípico:
- Protégete frente a la covid-19, también en vacaciones. Viajes o te quedes en casa, no te relajes respecto al cumplimiento de las medidas de prevención: sigue lavándote las manos con frecuencia, mantén la distancia de seguridad de dos metros cuando estés con otras personas y usa mascarilla cuando no sea posible mantenerla o en espacios cerrados como comercios y museos. Y si te desplazas, infórmate de los teléfonos de emergencia a los que recurrir en caso de comenzar a sentir síntomas respiratorios que puedan ser compatibles con el coronavirus.
- Usa correctamente la mascarilla. Procura secar regularmente el sudor de tu rostro para evitar que la mascarilla se humedezca muy rápido y cámbiala más a menudo si ves que está muy deteriorada, según el tipo de mascarilla.
- Busca lugares abiertos. A pesar de que resulte tentador refugiarse en centros comerciales o en el interior de bares y restaurantes por disponer de aire acondicionado, es preferible buscar espacios abiertos, porque los lugares cerrados implican mayor facilidad de transmisión del virus. Y si acudes a playas o piscinas, respeta siempre los aforos y normas establecidas.
- Bebe líquido de forma abundante. Dado que la mascarilla puede aumentar la sudoración, la sensación de calor y los riesgos que este comporta, recuerda ingerir agua de forma abundante para mantener tu organismo hidratado. Un buen truco para conseguirlo es llevar siempre una botellita contigo y no olvides hacer que niños y ancianos también beban líquido en cantidad suficiente.
- Protégete del sol y evita las horas centrales del día. Sobre todo, se han de prevenir los golpes de calor y más ahora que es imprescindible llevar puesta la mascarilla. Para ello, siempre que salgas de casa, usa gafas de sol, sombrero y ropa fresca, de color claro y ligera y busca la sombra. Evita tomar el sol o hacer ejercicio físico en las horas centrales del día. Y recuerda que la mascarilla no protege de las radiaciones solares, así que aplícate en toda la cara un fotoprotector de factor 30 o superior, incluso aunque no vayas a tomar el sol, ya que un paseo sin protección solar también puede ser origen de quemaduras en la piel.
- Reaplícate fotoprotector tras usar gel hidroalcohólico. Si empleas gel hidroalcohólico, es conveniente lavarte las manos después, para retirar los restos de producto y volver a ponerte protección solar en esa zona de manos y muñecas, para prevenir manchas y quemaduras.
- Cuidado con las picaduras. Aunque vaya a ser un verano fuera de lo común, los mosquitos van a seguir actuando con normalidad, así que para huir de ellos, prescinde de colonias o jabones con aromas demasiado dulces o intensos, ya que atraen su atención. En las zonas de mayor riesgo, mejor usar ropa ligera que cubra toda la piel -preferentemente de color claro-, recurrir a mosquiteras por la noche y, sobre todo, aplicarse repelente de mosquitos que cuenten entre sus principios activos con la dietiltoluamida (DEET) y siguiendo las instrucciones de uso del fabricante. Llevar encima un producto para después de las picaduras evita también la molestia y las lesiones que se pueden producir por el rascado.
- Presta atención a tus pies. Si vas a salir a pasear o incluso tienes pensado hacer turismo, es necesario utilizar un calzado flexible y de anchura adecuada a tus pies, para prevenir la aparición de rozaduras, callos o ampollas. Opta por los zapatos de planta acolchada o, en su defecto, utiliza una almohadilla plantar. Usar calcetines de algodón evita las rozaduras y el sudor excesivo. También es fundamental secar e hidratar bien los pies y, en piscinas o zonas comunes, utilizar escarpines o chancletas para evitar el desarrollo de hongos.
- No te dejes puesto el bañador húmedo. Darnos un baño en la piscina, la playa o el río siempre ayuda a refrescarnos y a rebajar nuestra temperatura corporal. Pero recuerda que la humedad en la ropa tras el baño favorece el crecimiento de las bacterias que provocan la cistitis o infección del tracto urinario, por lo que es mejor que te pongas ropa seca cuanto antes.
- Prepara un botiquín con los productos esenciales y tu medicación habitual. Si vas a desplazarte este verano, aunque no sea a larga distancia, no puede faltar en tu equipaje un termómetro, medicamentos para la fiebre y/o el dolor, antidiarreicos, antihistamínicos y pastillas contra el mareo. Los desinfectantes cutáneos, las gasas esterilizadas, tijeras y esparadrapo te permitirán limpiar y curar de manera rápida una herida. Y si padeces alguna enfermedad, no olvides tu medicación habitual en cantidad suficiente y la receta o prescripción de tu médico. Por supuesto, este año habrás de meter también mascarillas suficientes para toda la familia, gel hidroalcohólico y guantes. Tu farmacéutico te puede ayudar a preparar ese botiquín de viaje y puedes consultarle también si debes evitar o tener precaución con la exposición al sol y algún medicamento que estés tomando.