La psoriasis es una patología que va más allá de las lesiones visibles que se manifiestan en la piel en forma de placas rosadas que producen picor y descamación. Existen diversas comorbilidades asociadas a la psoriasis, que pueden aparecer, a medida que ésta evoluciona. Por eso es importante ejercer un exhaustivo control sobre la misma. Según revela el Barómetro de la Psoriasis, un estudio elaborado por Acción Psoriasis, la evolución de la enfermedad es la principal preocupación para 4 de cada diez pacientes. El diagnóstico precoz favorece el manejo del mejor tratamiento en el menor tiempo posible, evitando la progresión de la enfermedad y beneficiando la detección temprana de patologías asociadas como la artritis psoriásica, la segunda mayor preocupación para los pacientes como demuestra este estudio.
“La psoriasis es una enfermedad que implica diversas patologías asociadas que se deben evitar en la medida de lo posible por su elevada incidencia en la vida de los pacientes. El diagnóstico precoz y seguir el tratamiento y su adecuado cumplimiento son los aspectos más importantes para frenar la evolución de la enfermedad y evitar llegar a padecer comorbilidades asociadas como artritis psoriásica u otras comorbilidades asociadas como el síndrome metabólico”, explica el Dr. Pablo de la Cueva, Jefe de Servicio de Dermatología del Hospital Universitario Infanta Leonor de Madrid.
Padecer artritis psoriásica, la segunda mayor preocupación para casi el 40% de los pacientes
Los pacientes con psoriasis además de los problemas diarios a los que se enfrentan con su patología como miedos y sentimientos de vergüenza por las placas visibles en su piel, viven preocupados por las patologías asociadas que se pueden desarrollar a raíz de su psoriasis. Una de las principales comorbilidades asociada es la artritis psoriásica, una forma de inflamación crónica de las articulaciones que se caracterizan por rojez, hinchazón y dolor en las articulaciones, que llegan a desarrollar entre el 10% y el 30% de los pacientes con psoriasis.
Cumplir el tratamiento es indispensable para frenar la evolución de la patología
El diagnóstico precoz y la prescripción de un tratamiento adecuado son dos aspectos fundamentales que la práctica clínica debe cumplir para la correcta evolución de la enfermedad. Sin embargo, además de la figura del médico, los pacientes juegan un papel muy importante en la evolución de su psoriasis. Es importante que los pacientes entiendan cada paso a seguir y se comprometan a cumplirlo siguiendo todas las indicaciones. De este modo, se puede evitar la progresión de la enfermedad y reducir las posibilidades de desarrollar patologías asociadas.
“La implicación del paciente crónico en su enfermedad y en la evolución de la misma es fundamental. Por eso, es crucial que la persona que sufre psoriasis se informe, conozca a fondo las fases de la enfermedad, cuáles son sus comorbilidades y que esté alerta ante cualquier posible síntoma de artritis psoriásica” comenta Juan Pedro de la Morena, delegado de Acción Psoriasis en Madrid. “Es así, siguiendo estas pautas, que el paciente mantendrá una buena calidad de vida”. Juan Pedro de la Morena añade que “también, claro está, es muy importante la relación paciente-doctor, que debe estar basada en la confianza. Seguir con las indicaciones del especialista y cumplir con el tratamiento prescrito es muy importante para mantener controlada la psoriasis o la artritis psoriásica”.
La psoriasis: un problema más allá de la piel
La psoriasis es una enfermedad inflamatoria autoinmune y crónica potencialmente incapacitante que repercute en la piel y que puede desencadenar otros problemas de salud. En los últimos años, se ha demostrado que la psoriasis moderada o grave se asocia a otras amenazas como la dislipemia (elevación de los niveles de grasas en sangre, colesterol y triglicéridos), diabetes (aumento de los niveles de glucosa y azúcar, en sangre) e hipertensión arterial. Son una serie de comorbilidades que aumentan el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares como la arterioesclerosis y, como consecuencia de ella, el infarto de miocardio2.
La psoriasis no tiene cura, pero gracias a las terapias que existen para tratar a los pacientes se pueden reducir sus efectos notablemente.
Para más información: www.psoriasis.es