El Curso “Deshabituación Tabáquica en la Oficina de Farmacia” celebrado en el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Córdoba potencia el papel de la farmacia como agente de salud pública en la lucha contra el tabaquismo
Tras las últimas novedades sobre los medicamentos de ayuda para dejar de fumar así como la necesidad de un seguimiento en este tipo de tratamientos, el Colegio Oficial de Farmacéuticos ha organizado el curso “Deshabituación Tabáquica en la Oficina de Farmacia” con el objetivo de potenciar el papel de la farmacia como agente de salud pública en la lucha contra el tabaquismo a un nivel muy cercano y accesible a la población. El curso ha sido impartido por Mª José Mora Luque, Farmacéutica Máster en Tabaquismo, Máster en Promoción de la Salud y Apoyo Psicosocial al Paciente por la Universidad de Sevilla y formadora en el Plan Integral de Tabaquismo de Andalucía (PITA).
A esta formación asistieron casi un centenar de colegiados cordobeses y se abordó la dispensación de medicamentos destinados al abandono del tabaco y los requisitos a cumplir por el paciente. Por otro lado, se trató de forma específica el servicio de Deshabituación en las farmacias así como el protocolo establecido en las sesiones de seguimiento con el paciente.
“Es necesario que los ciudadanos identifiquen a la farmacia como punto de referencia a la hora de buscar información, asesoramiento y ayuda en relación al tabaquismo”, señala Eloisa Blanco, responsable del programa del Deshabituación Tabáquica del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Córdoba,. “Para poner en marcha este proyecto, desde el Colegio Oficial de Farmacéuticos formamos y ayudamos a los farmacéuticos en el ejercicio de su actividad que, como todos los demás servicios que se ofrecen en la farmacia, el de deshabituación también queda protocolizado para ofrecer una máxima calidad del mismo”, ha añadido.
En el caso del seguimiento por parte del boticario, es imprescindible que se especifique a los pacientes la utilización de cada medicamento “ya que de ahí derivará el resultado del mismo y los posibles efectos adversos que puedan ocurrir”, ha explicado la responsable del programa quien señala que “el seguimiento del paciente debe realizarse durante y también una vez concluido el tratamiento de cara a prevenir una posible recaída”.
La provincia de Córdoba cuenta con 406 farmacias que se constituyen como espacios sanitarios próximos y de fácil acceso a la población. “Para alcanzar el éxito es importante que aprovechemos la capacidad de nuestros profesionales y de las oficinas de farmacia por las que cada día pasan más de 40.000 ciudadanos de media. Profesionales que pueden contribuir al adecuado uso y obtención de los resultados esperados del tratamiento y que pueden no solo conseguir la adherencia al tratamiento del propio paciente sino también implicar al entorno familiar para obtener mejores resultados”, concluye Blanco.