Los aceites esenciales actúan sobre todo nuestro organismo. Con la aromaterapia, podremos combatir numerosos problemas de salud y reducir muchos síntomas. Así, aceites como el de eucalipto son un gran aliado para acabar con los síntomas de una gripe
Los dolores de cabeza, las molestias en las articulaciones, la mucosidad, el cansancio, la tos o la fiebre pueden ser símbolos claros de un proceso gripal o de un resfriado. Con la llegada del invierno y de las bajas temperaturas, aumentan los casos de estas enfermedades.
Para prevenir o hacer frente a estas dos patologías, podemos recurrir a la aromaterapia, una terapia natural que cada vez tiene mayor auge y que consiste en el empleo de un gran número de aceites esenciales definidos botánica y bioquímicamente, para prevenir o ayudar en el tratamiento de muchas enfermedades que afectan al ser humano.
Más de 1.000 años de uso
¿Y cuál es el origen de esta terapia alternativa? “Aunque el término aromaterapia no apareció hasta el siglo XX, el uso de productos botánicos y aceites esenciales lleva utilizándose desde hace miles de años”, explica en entrevista a farmanatur la responsable de la Comisión Científica de la Asociación Nacional de Profesionales y Autónomos de las Terapias Naturales, Cofenat, Eva Bouzas.
“Desde sus inicios esta terapia natural se ha centrado en mejorar al ser humano en cuatro ámbitos: el espiritual, el emocional, el mental y el físico. Según varios textos antiguos, nuestros antepasados recurrían a los aceites aromáticos ante cualquier malestar”, destaca.
En este sentido, la continua investigación y la creciente preocupación por los riesgos de determinados fármacos, han fomentado el resurgir de su popularidad en las últimas décadas. Por ese motivo, no es extraño que los aceites esenciales formen parte de la botica de nuestros hogares o que incluso muchos médicos los recomienden para ciertas patologías. “En algunos hospitales europeos, la aromaterapia está establecida con un protocolo de acción integrativo en prácticamente todas las áreas clínicas, desde Neurología hasta Obstetricia, pasando por Pediatría o Dermatología. Sin embargo, en España todavía estamos comenzando”, detalla la experta.
Según Eva Bouzas, los aceites esenciales tienen múltiples beneficios: “Ayudan en la cicatrización y en los trastornos emocionales, estimulan la regeneración celular, ayudan a relajarse, evitan cólicos o molestias de dentición en bebés, favorecen un descanso profundo y reparador e incluso se pueden utilizar como suplementos nutricionales, cuidado de mascotas o control de plagas domésticas. Además, la pueden utilizar todo tipo de personas y no suelen tener efectos secundarios ni intolerancias, siempre y cuando se sigan los consejos de un aromatepeuta profesional”.
“Es complicado hacer una selección de entre todo el abanico medicinal que nos brinda la naturaleza en forma de aceites esenciales. Hay aceites para hacer frente a la gripe, para relajar, para acabar con la mala digestión que nos produce una comida copiosa, para mejorar el ambiente de una oficina, etc.”, relata la responsable de la Comisión Científica de Aromaterapia de Cofenat.
Aceites esenciales que dan vida
Con todo, Eva Bouzas nos explica los aceites esenciales que tendría que tener cualquier botiquín de casa: “Para hacer frente al invierno, recomiendo por ejemplo tener aceite esencial de Ravintsara, para problemas respiratorios como infecciones de pulmón, resfriados con tos, gripe, sinusitis, amigdalitis, otitis y rino-faringitis. O el aceite esencial de Eucalipto Radiadom, para masajes en el pecho, la espalda y las plantas de los pies; es muy efectivo y, además, los deja muy relajados. También el aceite de Abeto blanco, cuya composición es ideal para utilizar como mucolítico”.
La experta detalla que “el olfato es 10.000 veces más preciso que el resto de sentidos”. Y, que por lo tanto, “está directamente unido a nuestro estado emocional y comportamientos establecidos desde la infancia, lo que garantiza su efecto”.
En este sentido, la responsable de la Comisión Científica de Aromaterapia, señala que cuando aparezcan los primeros síntomas de la gripe o de resfriado, “se deben tomar baños calientes y aromáticos en los que se echan unas gotas de árbol de té (Melaleuca alternifolia), romero cineol (Rosmarinus officinalis), lavanda fina (Lavandula angustifolia), ravintsara (Cinnamomum camphora) o eucalipto radiado (Eucayptus radiata), entre otros, y también se puede recurrir a hacer inhalaciones o vahos de 10 minutos con aceites esenciales o masajes por la zona de dolor, diluyendo los aceites esenciales en aceites vegetales”.
Sin embargo, Bouzas advierte de que en la aromaterapia se deben utilizar productos de calidad. “Hay que ser muy cautelosos a la hora de elegir los aceites. Se deben buscar aquellos que sean puros, naturales y de origen silvestre u orgánico”, afirma la experta.
Utilizando productos naturales, la responsable de la Comisión Científica de Aromaterapia en Cofenat asegura que “la aromaterapia actuará de manera beneficiosa en la persona que sufre gripe o resfriado”.
Para conseguir ambientes relajados, la terapeuta aconseja utilizar “en concreto aceites esenciales extraídos de la corteza de los cítricos, ya que contienen cumarinas, potentes agentes hipotensores, espasmolíticos y relajantes”; y ejemplifica: “Algunos de estos aceites son el de Naranja dulce o el de Bergamota”.
Por otra parte, las moléculas que tienen los aceites esenciales son lo suficientemente pequeñas como para permitir que penetren a través de la piel. Por eso, son ideales para nutrir la piel seca y con descamación. En este sentido, la responsable de la Comisión de Aromaterapia de Cofenat recomienda utilizar Manteca de Karité: “Se trata de una manteca pura muy rica en ácido oleico que repara en profundidad y nos protege de la sequedad. La podemos utilizar para reparar zonas de la piel muy dañadas, como pueden ser pies, manos o codos, o incluso para nutrir en profundidad la piel de todo el cuerpo”.
En cualquier caso, concluye: “Independientemente de estas recomendaciones generales, antes de utilizar cualquier producto de aromaterapia es aconsejable acudir a un aromaterapeuta para que nos detalle las formas de utilización y posibles precauciones, si las tiene”.
Función antigripal
Joan Cano, aromaterapeuta y fundador de Mon, nos indica qué hacer en caso de tener fiebre: reducir tu temperatura corporal añadiendo cinco gotas de aceite esencial de bergamota (Citrus bergamia) a una cucharada sopera de aceite de almendras. Masajeado sobre el cuerpo, tendrá un efecto febrífugo y ligeramente sedante. Los aceites esenciales tienen un gran poder antiséptico: fortalecen los órganos y los mecanismos de defensa.
Cuando aparezca la ola anual de gripe, tener siempre a mano aceite esencial de árbol del té. Su efecto antiséptico triple actúa contra bacterias, hongos y virus, y además es fungicida, antivírico, cicatrizante, antiinflamatorio, desodorante, expectorante y balsámico.
El aceite esencial de árbol del té fortalece el sistema inmunitario. Si propagamos su aroma en el hogar a través de ambientadores, baños, etc. será difícil que nos afecte la gripe, pues creará una resistencia contra los microorganismos y aumentará la actividad de las células.
A partir de los años noventa, el interés científico sobre la actividad antibacteriana del árbol del té ha dado lugar a numerosos estudios y ensayos exitosos sobre su acción en un amplio espectro de bacterias. Los resultados han sido positivos incluso frente a bacterias resistentes a los antibióticos.
Consejos útiles
El experto Joan Cano nos ofrece pequeños trucos para alejar virus y bacterias:
- Aplícate una gota de aceite esencial de árbol del té entre los labios y la nariz.
- En el coche, coloca un algodón impregnado con unas gotas de aceite esencial de árbol del té en la salida del aire acondicionado. Su aroma creará un escudo protector contra bacterias y virus.
- Vierte una cucharada de aceite de almendras en un quemador de esencias, y añádele unas gotas de árbol del té y aceite esencial de limón. Los aceites esenciales darán un aroma fresco, combatirán los gérmenes y fortalecerán el sistema inmunitario.
- Cuando aparezcan las molestias previas al dolor de garganta, vierte tres gotas de aceite esencial puro de árbol del té en medio vaso de agua, y haz gárgaras con ella varias veces al día. De esta forma, conseguirás que el dolor disminuya notablemente.