El objetivo de la fisioterapia respiratoria es evitar las exacerbaciones, reducir los síntomas, aumentar la calidad de vida y disminuir el riesgo de futuras complicaciones, según concluye la primera Guía Clínica para el manejo de las bronquiectasias en el adulto de la ERS
La fisioterapia respiratoria mejora el control de las bronquiectasias en pacientes adultos frente a aquellos que no la reciben. El objetivo de la fisioterapia respiratoria en estos pacientes es evitar las exacerbaciones, reducir los síntomas, aumentar su calidad de vida y disminuir el riesgo de futuras complicaciones como el deterioro de la función pulmonar o exacerbaciones graves, según concluye la primera Guía Clínica para el manejo de las bronquiectasias en el adulto de la European Respiratory Society (ERS), cuya primera firmante es la neumóloga Eva Polverino y en la que también han intervenido los neumólogos Antoni Torres y Montserrat Vendrell, y el fisioterapeuta Jordi Vilaró, todos ellos miembros de SEPAR (Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica).
Estas nuevas guías clínicas recomiendan a los pacientes con la capacidad del ejercicio deteriorada que participen en un programa de rehabilitación pulmonar y practiquen ejercicio físico de forma regular, basándose en evidencia médica de alta calidad. Además, sugieren que los pacientes con tos productiva y dificultad para expectorar deberían ser entrenados por fisioterapeutas respiratorios expertos para realizar las técnicas de limpieza de secreciones al menos una o dos veces al día, con la finalidad de drenarlas y evitar que se acumulen en las vías aéreas y así reducir las agudizaciones recurrentes que pueden producir las bronquiectasias.
“Todas estas intervenciones deberían hacerse a la medida de cada paciente según los síntomas, capacidad física y características de la enfermedad”, precisa la Dra. Eva Polverino. “Las decisiones terapéuticas deben valorar los potenciales efectos beneficiosos de la intervención frente a la carga del tratamiento y el riesgo de eventos adversos. Es importante tener en cuenta los valores y preferencias de los pacientes en todas las decisiones terapéuticas, así como la historia previa de exacerbaciones, calidad de vida, gravedad de la enfermedad y la etiología de base de las bronquiectasias, todo lo cual puede tener un impacto en los resultados a largo plazo que conseguimos con los pacientes”, destaca el Dr. Vilaró.
Síntomas y causas de las bronquiectasias
Las bronquiectasias son una patología respiratoria crónica que se caracteriza por una mala calidad de vida y exacerbaciones frecuentes entre aquellos que la padecen. Se caracterizan por unas dilataciones anormales y permanentes en la pared de los bronquios, que se pueden diagnosticar mediante tomografía computarizada torácica de alta resolución (TCAR). Se manifiestan por un aumento de la producción de secreciones y expectoración, lo que puede provocar infecciones respiratorias recurrentes, y otros síntomas como la tos crónica, que empeora a ciertas horas del día o al acostarse, hemoptisis (o sangre en el esputo), disnea (o sensación de ahogo), fatiga y sibilancias.
El origen de las bronquiectasias es diverso. Entre sus posibles causas figuran infecciones previas como las neumonías o la tuberculosis, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), el asma, la aspergillosis broncopulmonar alérgica, e, incluso, las broncoaspiraciones frecuentes y el reflujo gastroesofágico. La fibrosis quística es también una causa de bronquiectasias pero es usualmente tratada separadamente porque, a pesar de sus similitudes, es una patología genética y sistémica que requiere un manejo específico en centros especializados. Por ello el término de ‘bronquiectasias’ no hace referencia a la fibrosis quística.
Prevalencia y gasto global
Según un artículo publicado en la revista científica de SEPAR, ‘Monografías de Archivos de Bronconeumología’, la prevalencia de las bronquiectasias es mayor entre las mujeres, en una proporción del 63-68%, frente a los hombres, y en población de mayor edad. Un estudio reciente ha cifrado esta prevalencia en 227 casos por 100.000 habitantes en hombres y en 309 mujeres por 100.000 habitantes, señala el artículo.
Las bronquiectasias se asocian a un importante y, probablemente, creciente coste sanitario, por lo que en los próximos años deberían realizarse estudios farmacoeconómicos y desarrollarse estrategias socio-sanitarias para optimizar el manejo de los pacientes. Teniendo en cuenta la prevalencia estimada para España, el gasto anual total debido al tratamiento de las bronquiectasias para la población actual (aproximadamente 46.770.000 habitantes) oscilaría entre los 113 millones y los 594 millones de euros e, incluso, es posible que los costes estén infraestimados.
Beneficios de la fisioterapia
Los grandes objetivos de las nuevas guidelines han sido “mejorar la calidad de la atención a los pacientes con bronquiectasias, así como promover la seguridad, efectividad y coste-efectividad de los tratamientos que se les apliquen”, según concluyen los autores, que advierten que estas guías deberán ser objeto de nuevas actualizaciones, porque las bronquiectasias es un ámbito de conocimiento que evoluciona muy rápidamente y pueden surgir nuevas evidencias médicas que hagan necesario modificar las recomendaciones.
Con la evidencia disponible hasta el momento, se sabe que la fisioterapia respiratoria sirve para mejorar el drenaje de las secreciones que se acumulan en las vías respiratorias, lo que contribuye probablemente a prevenir las infecciones respiratorias recurrentes o a minimizar las que aparezcan. Entre estas complicaciones figuran las neumonías, las atelectasias y el deterioro de la función pulmonar y de la capacidad de realizar esfuerzos.
La fisioterapia respiratoria también consiste en ayudar al enfermo a adquirir un correcto patrón respiratorio, lo que permite mejorar la ventilación pulmonar y, de nuevo evita, la acumulación de secreciones en las vías respiratorias y mejora la oxigenación de los pulmones.
También aumenta la tolerancia del paciente al ejercicio físico, lo que evita su pérdida de masa muscular y disminuye la aparición de disnea. Todo ello redunda en un aumento de la calidad de vida del paciente, que sufre menos complicaciones debidas a las bronquiectasias que padece, menos ingresos hospitalarios y que requiere menos medicación; esta no se puede eliminar del todo, pero sí reducir. Al respecto, en los últimos años han aparecido nuevos medicamentos, como los antibióticos inhalados.
“Considerando que los pacientes que padecen bronquiectasias sufren habitualmente tanto el aumento de la expectoración coma la fatiga crónica, la fisioterapia respiratoria, que combina tanto ejercicios de drenaje de secreciones como programas de rehabilitación, constituye uno de los pilares del tratamiento habitual de estos pacientes”, comenta la Dra. Polverino.
Pero, “sin duda, uno de los beneficios más importantes de la fisioterapia respiratoria es que empoderamos al paciente para que tome un papel activo en el manejo de su enfermedad. Le ayudamos a controlar mejor sus síntomas y a estabilizarlos. Y esto mejora su bienestar físico y emocional”, comenta Vilaró.