Labat cree que hay poca educación alimentaria para asegurar que es necesaria una asignatura en las escuelas, a la vez que reivindica el papel de la farmacia como punto de salud
Lleva muchos años en el mundo farmacéutico después de que se colegiara en Valencia hace más de tres décadas, aunque no se alejó de las aulas para seguir formándose en Dietética y Nutrición. María Pilar Labat (Zaragoza, 1960) sabe de cambios en el sector de los medicamentos y ‘no se corta’ en afirmar que las Farmacias “están preparadas para ellos”. Hablamos con la Vocal de Nutrición del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Zaragoza (COF Zaragoza).
- En los países mediterráneos hay más proporción de niños obesos, según un reciente estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS). En concreto, España ocupa el segundo puesto por detrás de Chipre. Con esa cultura de dieta mediterránea, ¿cómo se explica esto?
Hay otras dietas también saludables, pero ‘nuestra’ dieta está avalada por el Predimed (Prevención con Dieta Mediterránea), que demuestra claramente que seguir esta dieta disminuye un 30% el riesgo de padecer algún fenómeno cardiovascular. Estos fueron los primeros datos y cada vez aparecen más que corroboran que es saludable.
Lo que ocurre es que estamos en la globalización de la alimentación. No seguimos una dieta mediterránea, sino que nos estamos alejando de ella, por lo que nosotros, los sanitarios, debemos reconducir los hábitos alimenticios de la población, algo que es difícil; educar a los niños en un entorno de dieta mediterránea. Realmente la estamos abandonando, hablamos mucho de ella, pero la estamos dejando atrás. ¿Quién come tres veces a la semana legumbres o pescado? Poca gente.
- ¿Entonces hay poca educación alimentaria?
Sí, sobre todo en los jóvenes y niños. Para mí es fundamental que en los colegios exista una asignatura en la que se les hable de alimentación, a qué grupos pertenece cada alimento, qué produce una alimentación saludable. Los comedores deberían tener una función educativa. Porque, además, los hábitos en la infancia perduran toda la vida, así que, ¡qué mejor momento que ese! Es fundamental la figura de un dietista que supervise los menús, creo que estamos ganado calidad.
- ¿Cómo se trasladaría ese conocimiento?
En la Vocalía Nacional se hacen distintos planes que se han dirigido a varios grupos de la población. El primero fue a las amas de casa y el segundo a los niños, donde los farmacéuticos daban cursos a los pequeños con actividades o fichas… Aquello fue un éxito porque se empezaron a dar cuenta de los grupos de alimentos, sabían qué eran los hidratos de carbono, las grasas, las proteínas. Y ya no sólo a los niños, sino también a los padres, a todo el núcleo familiar.
- ¿Cuál es el papel de la Farmacia en ese aspecto?
La Farmacia es un punto de salud. Somos accesibles y no hay que pedir cita. Ya hay profesionales sanitarios preparados que pueden ayudar al paciente. Se puede aprovechar para que seamos preguntados por los clientes, sobre alimentación, enfermedades. Estamos preparados y hay formaciones continuas como las Jornadas de Alimentación. Es un colectivo que está preparado.
- Otro estudio de la OMS de reciente publicación alerta del sedentarismo y llama especialmente la atención la diferencia que hace entre mujeres y hombres. ¿Cómo se ve esa situación?
Otro de los factores cada vez más relacionados es el del sedentarismo. La mayor parte de nuestro trabajo se hace sentado, nos desplazamos sentados… Tenemos una vida sedentaria y, si a eso le unimos que se practica poco ejercicio físico, el resultado es todavía peor.
Históricamente los hombres han practicado actividades físicas que las mujeres no han hecho. Quiero pensar que, por lo que veo a mi alrededor, la gente joven ya se está moviendo más, tanto hombres como mujeres. Tenemos conciencia de su importancia.
- Hay dietas, como la cetogénica, que son buenas a corto y medio plazo, pero, científicamente hablando, ¿es mejor o peor que las demás?
Es una dieta muy antigua que se ha reinventado muchas veces. La primera vez que se habló de ella fue en el S.XIX. Se ha utilizado mucho porque al disminuir la ingesta de hidratos de carbono, el organismo tiene que consumir sus grasas acumuladas. Esto hace que disminuya el volumen y una consecuente pérdida de peso en poco tiempo. A largo plazo no se han visto ventajas.
Yo siempre digo que una dieta no inmuniza: si vuelves a seguir con tus pautas tradicionales de alimentación anteriores a ese momento de la dieta, en poco tiempo volverás a ganar peso. Ese es el error de todo el mundo. Cuando hacemos dieta, debemos hacer un cambio que se integre en la vida con la alimentación y actividad física. Porque eso le va a mantener en un peso saludable. A largo plazo, una dieta de este tipo puede implicar graves riesgos.
- ¿Cuáles exactamente?
Si suprimimos los hidratos de carbono, las frutas y verduras, vitaminas y fibra, potasio, eliminamos nutrientes necesarios para nuestro organismo. En esos casos, donde existe una carencia de alimentos, como dietas veganas, ¿cuál es el papel de los suplementos? La dieta vegana, que hay que hacerla bien, permite llevar una vida normal. El único problema es la ausencia de vitamina B12 que proporcionan los alimentos de origen animal, así que, en este caso, aquellos que sigan esta dieta deberán tomar ese suplemento. Con las proteínas, ocurre que las animales tienen mayor calidad biológica, pero con la suplementación de las proteínas, es decir, una combinación de varios alimentos, por ejemplo, legumbres con arroz, existe un suministro de aminoácidos adecuados. Si excluyes alimentos por falta de gusto, alergia o intolerancia, habrá que pensar en otras artimañas nutricionales. Es complejo, hay que adaptar la dieta a las necesidades.
- ¿Cuál es ahora el estado actual de la Farmacia?
Está en constante cambio, siempre se ha reinventado. Actualmente hablamos de servicios profesionales farmacéuticos, de seguimiento. El farmacéutico es un agente de salud que ya no se relaciona solamente con el medicamento, su principal dominio, sino que se mueve con el paciente, asegurándose de que ese medicamento es
efectivo, es seguro. Nos estamos metiendo en esos retos de seguimientos profesional y terapéutico. En 30 años de carrera habrá visto grandes cambios hasta el día de hoy…
La Farmacia comunitaria siempre se ha adaptado rápidamente y ha usado las nuevas tecnologías. Primero con un datáfono y luego se empezó informatizar. Los farmacéuticos tenemos capacidad para adaptarnos. Para la gestión de pedidos, la informática fue una herramienta fundamental que agiliza los pedidos.
- ¿Cuáles son los retos de la Farmacia?
Hay que adaptarse a las nuevas situaciones y lo que nos demandan los pacientes. Debemos implicarnos en el seguimiento terapéutico y farmacéutico. No debemos olvidarnos de nuestra formación y tenemos que prepararnos para los cambios.