La directora del área Medical L’Oreal Dermatological Beauty, Isabel Castillejo, considera que lo más importante es “trabajar de forma multidisciplinar, pensando siempre en el paciente”

Las novedades en el campo de la dermofarmacia oncológica pasan por productos específicos para la piel sensible, desarrollados cada vez por más marcas para cuidar y aliviar la piel de pacientes oncológicos, que suele ser más sensibles y delicada. También se están desarrollando tratamientos tópicos innovadores que ayudan a minimizar los efectos secundarios de la radioterapia y la quimioterapia en la piel, como la sequedad, irritación y sensibilidad, productos que están demostrando ser muy efectivos en mejorar la calidad de vida de los pacientes.
Todo ello sin olvidar una protección solar específica, fundamental para todos, pero especialmente para los pacientes oncológicos, durante y después de los tratamientos.
El 95% de los pacientes con cáncer sometidos a tratamiento experimentan efectos secundarios cutáneos como picor, quemazón, sequedad intensa, piel agrietada, caída el cabello y cicatrices posquirúrgicas como consecuencia de su tratamiento y hasta el 76% de los pacientes con cáncer tienen que reducir su tratamiento debido a los efectos secundarios cutáneos, según los datos que maneja La Roche Posay, una marca de L’Oréal, que trabaja el área de oncología.
La Estación Hidrotermal de La RochePosay se dedica al tratamiento de las patologías de la piel y está financiada por la Seguridad Social francesa. Entre sus indicaciones, los tratamientos de los efectos secundarios de la piel sometida a tratamientos contra el cáncer. Cada año se reciben más de 2.300 pacientes oncológicos.
Isabel Castillejo, directora del área Medical L’Oreal Dermatological Beauty, División del Grupo L’Oreal, en los últimos 13 años ha dedicado parte de su labor a hacer avanzar la dermofarmacia oncológica en España, ayudando a mejorar la calidad de vida de los pacientes con cáncer.
Además de su pasión por ayudar a mejorar la calidad de vida de los pacientes con cáncer, ¿qué destaca en su trayectoria para ser reconocida como una experta en el sector?
Lo más importante es trabajar de forma multidisciplinar, pensando siempre en el paciente. Primero, con la creación hace más de 13 años en La Roche Posay de un equipo centrado en oncología que nos ha permitido conocer mejor al paciente y ver con los profesionales sanitarios las necesidades que había. Esto nos ha conducido a trabajar con grupos de expertos que han desarrollado guías y tablas de tratamiento de efectos secundarios cutáneos, hemos llevado a cabo formación específica para profesionales de la salud donde hemos formado a más de 10.000 profesionales sanitarios. Y, por último, hemos impulsado la investigación en España, para ser líderes a nivel local de la investigación dermocosmética en oncología, realizando estudios en colaboración con diferentes entidades científicas y Hospitales, como el CNIO en el ámbito de la fotoprotección, con estudios pioneros a nivel internacional en el campo de los telómeros; o con el Hospital Clínic de Barcelona en el campo de las Queratosis actínicas, a través de nuevas vías moleculares de investigación en el cáncer.
Su enfoque en la protección y bienestar de los pacientes ha sido fundamental para el avance de la dermofarmacia oncológica. ¿En qué punto está el sector en la actualidad?
El sector está avanzando significativamente con el desarrollo de productos específicos para la piel sensible de pacientes oncológicos. Además, se ha enfatizado la importancia de la protección solar especializada para estos pacientes.
En cualquier caso, la situación actual del sector de la dermofarmacia, especialmente en relación con la oncología, muestra una notable evolución y especialización. Este sector se está enfocando más en la calidad y en el asesoramiento, lo que refleja una creciente profesionalización dentro de las farmacias comunitarias para responder a las necesidades dermatológicas de los pacientes, incluidos aquellos que sufren de cáncer.
Es un dato revelador el número de farmacéuticos que cada año acuden más a los encuentros organizados por el Consejo General de colegios de farmacéuticos, jornadas que apoyamos desde sus inicios. Es el foro ideal para discutir el rol del farmacéutico en el cuidado dermatológico y cómo estos profesionales están mejorando su capacidad para colaborar en mejorar la calidad de vida de pacientes oncológicos.
Además, la inclusión de representantes de asociaciones de pacientes en las jornadas indica un enfoque más inclusivo y colaborativo, lo que subraya la importancia de escuchar y aprender de las experiencias de los pacientes para mejorar los servicios de atención farmacéutica.
Por otro lado, hay un campo muy concreto como es el cáncer de piel, donde la fotoprotección es fundamental para su prevención. Es por ello que La Roche Posay colabora con la Fundación Piel sana de la AEDV (Academia española de Dermatología) en su campaña Euromelanoma, donde no solamente se trabaja la concienciación de la población, sino también con dermatólogos implicados a nivel nacional para hacer ‘screnning’ a la población y poder detectar de manera temprana lesiones malignas.
¿Cree que estamos en la senda correcta para encontrar soluciones efectivas y seguras en el cuidado de la piel en pacientes con cáncer? ¿Por qué?
Creo que la Industria está dando grandes pasos en mejores soluciones terapéuticas. La industria dermocosmética tiene que adaptarse a las nuevas moléculas, a nuevos efectos adversos, incluso a más agresivos para adaptar protocolos que aseguren la mejora en el paciente e incluso en muchos casos, la adherencia al tratamiento.
Nuestro compromiso como división es ofrecer soluciones que cuentan con evidencia científica en el cuidado dermatológico y esto no sería posible sin el conocimiento del paciente. En nuestro caso, en la estación termal de La Roche Posay en Francia, es el mejor lugar para poder ver todos estos cambios y adaptarse a soluciones más efectivas de nuestros productos e impulsar la investigación con estudios que lo garanticen y ofrezcan máxima seguridad.
Por otro lado, los países tenemos también mucho por hacer, un ejemplo es el último estudio que estamos llevando a cabo en España, que nos permitirá evaluar la minimización de los efectos adversos en pacientes bajo tratamiento en inmunoterapia, será un estudio pionero a nivel Internacional y se está llevando a cabo en el Hospital Sant Pau de Barcelona.
Cada vez más marcas están ofreciendo protectores solares específicamente formulados para pieles sensibles y vulnerables, con ingredientes suaves y seguros. ¿Qué novedades presenta el mercado (en general, no sólo marca) en este campo?
La protección es fundamental en estos pacientes ya que son pacientes inmunodeprimidos, con pieles fragilizadas que necesitan asegurar una buena protección para evitar mayores daños en su piel. Creo que la mayoría de los profesionales sanitarios están concienciados para recomendar a los pacientes la foto protección.
En general la mayoría de los fotoprotectores que se presentan en el mercado en dermofarmacia suelen estar testados para pieles sensibles, asegurando una formulación que puedan utilizar este tipo de pieles. Propiedades como las que presentan algunas gamas0, cuya característica principal es la protección de amplio espectro, sirven para prevenir los daños ocasionados por la radiación UVA, UVB.
Usar protector solar facial todo el año, incluso durante un día nublado, debería ser la meta de cualquier persona, ya que este gesto supone prevención.
En el caso del paciente oncológico es importante que estén testados en este tipo de pacientes, La Roche Posay tiene todos sus productos testados en líneas de hidratación, higiene, cicatrización y fotoprotección.
La formación de los profesionales sanitarios a través de las diferentes iniciativas lideradas por La Roche Posay, marca con más de 25 años comprometida con la investigación y el acompañamiento en todo el proceso de la enfermedad. Considera que es importante ¿qué roles juegan?
El trabajo en estrecha colaboración con asociaciones de pacientes y profesionales es clave para lograr un impacto positivo en la vida de quienes más lo necesitan. Desde L’Oréal avanzamos hacia un futuro donde la atención oncológica abarque no solo la cura, sino también el bienestar integral de los pacientes.
La farmacia constituye uno de los pilares en la atención al paciente oncológico, pensemos que el paciente está en el hospital donde es atendido, pero hasta su regreso al hospital para un nuevo tratamiento, son los médicos de atención primaria y enfermería, así como la farmacia, los puntos que tiene para consultar y poder seguir el proceso. Es por eso que la formación es clave a estos profesionales y nos sentimos orgullosos de acuerdos con el Consejo de Enfermería, Semergen (Sociedad de Médicos de Atención Primaria) y Consejo de Colegios de Farmacéuticos para apoyar la formación a sus profesionales y poder ayudar mucho mejor a los pacientes. Nuestro compromiso como división es ofrecer soluciones que cuentan con evidencia científica y cuidado dermatológico, y esto no sería posible sin la colaboración con las Sociedades Científicas y los profesionales sanitarios que están más cerca de los pacientes. También es importante el apoyo a la investigación a través de la financiación de numerosos e innovadores proyectos.
¿Qué programas lleváis a cabo desde vuestro grupo en la prevención y apoyo a los pacientes con cáncer?
El trabajo en estrecha colaboración con asociaciones de pacientes, fundaciones y asociaciones científicas es clave para lograr un impacto positivo en la vida de quienes más lo necesitan. Desde L’Oréal avanzamos hacia un futuro donde la atención dermocosmética en pacientes oncológicos permita también el bienestar integral de los pacientes y mejorar su calidad de vida.
Es por ello que apoyamos programas con la Fundación AEDV (Academia española Dermatología) en la campaña Euromelanoma, que ya he comentado. Pero también apoyo total a la GEPAC (Grupo español de Pacientes con Cáncer) en diferentes proyectos, el último pasa por la subvención de las consultas de Telemedicina con un dermatólogo y con un psicooncólogo para pacientes con cáncer, para que puedan hacerlo de manera gratuita.
Nosotros en España, además contamos con 42 Unidades de la Piel, un proyecto pionero a nivel Internacional. Estas unidades son espacios físicos que se encuentran dentro de los diferentes hospitales, tanto públicos como privados, donde el paciente va a recibir formación e información sobre los cuidados dermocosméticos más adecuados para mejorar los efectos secundarios que las terapias oncológicas están provocando en su piel, así como el aprendizaje del uso del maquillaje corrector para enmascarar aquellos signos más visibles de la enfermedad en la piel y poder realizar una vida lo más normal posible. Es impresionante acudir a estos talleres y poder vivir en primera persona el impacto en el estado emocional y en su calidad de vida.
Agradecemos a todos los centros y profesionales sanitarios que han hecho posible este proyecto.
¿Y a nivel internacional?
La Roche Posay, a través del programa ‘Fight with care’, fomenta los cuidados de apoyo y ofrece una serie de herramientas para mejorar la calidad de vida. El programa cuenta con la plataforma ‘Cancer Support’, una iniciativa digital de aprendizaje sobre estos cuidados para pacientes y cuidadores, tanto durante como después del tratamiento.