La evidencia de la necesidad de mantener una microbiota saludable cada vez es mayor. Hoy sabemos que de la viabilidad de estos millones de bacterias que viven en nuestro intestino depende la salud digestiva pero también la actividad de nuestras defensas, el buen estado de la piel, nuestro peso y numerosos estudios van mostrando también la importancia para la salud mental.
Por ello, el suplemento con probióticos se ha generalizado en los últimos años y hoy queremos poner el foco en los factores clave que determinan su actividad en nuestro organismo:
- CALIDAD Y SELECCIÓN DE LAS CEPAS
La selección de cepas es fundamental y se debe realizar de forma muy rigurosa según los últimos avances y estudios científicos (estudios bibliográficos, estudios in vitro, in vivo y estudios clínicos en humanos). No solo es importante las cepas que contiene sino que el producto debe cumplir con diferentes criterios, uno de los más importantes mantener la viabilidad de los probióticos. De hecho, los probióticos deben hacer frente a “situaciones extremas”, como las condiciones de producción (temperatura y presión), pero también las condiciones del aparato digestivo cuando son consumidos (acidez gástrica y bilis). Por ejemplo, para las cepas L. helveticus Rosell-52 y L. rhamnosus Rosell-11 se han llevado a cabo estudios de estabilidad (con el modelo dinámico IVIDIS) que aseguran la supervivencia de las cepas durante los procesos de digestión.
- DOSIS EFICAZ
La concentración de bacterias se mide en Unidades Formadoras de Colonias (UFC) por dosis en el momento de la toma y no en el momento de la fabricación. Las bacterias son muy sensibles al oxígeno y a otras condiciones externas (luz y humedad), por ello requieren ciertos cuidados durante la producción, transporte y almacenamiento. Científicamente, la dosis mínima considerada efectiva es de mil millones de UFC.
- SEGURIDAD
Los microorganismos seleccionados deben estar genéticamente identificados, caracterizados y referenciados por organismos certificadores. Las cepas deben haber demostrado su eficacia y ausencia de efectos secundarios. Una cepa, para ser potencialmente probiótica, debe reunir las siguientes características: ser de origen humano, estar compuesta por microorganismos vivos no patógenos, ser resistente a la acidez del sistema digestivo, adherirse a las células intestinales, producir sustancias antimicrobianas, reducir el pH intestinal y modular el sistema inmunológico.
- CONSERVACIÓN
Así como se controlan los procesos de fabricación para asegurar las dosis eficaz, deben extremarse las precauciones durante el transporte y almacenamiento (temperatura, humedad, presión) para asegurar que se mantiene hasta el momento de su consumo.
Por ello el embalaje se protege contra la luz y el oxígeno y el transporte debe levarse a cabo a temperatura controlada sobre todo en los meses de calor en España (de mayo a octubre).
Las cepas de probióticos en la fórmula de ARKOBIOTICS Supraflor Intens de Arkopharma cuentan con la certificación GRAS (Generally Recognized As Safe – por la FDA Americana) y QPS (Qualified Presumption of Safety por la EFSA europea) que garantizan la seguridad de para los consumidores y el medio ambiente. Cada dosis aporta 50.000 millones de UFC y gracias a una tecnología particular de envases individuales (aluminio doble opaco envasados en atmósfera controlada) garantiza su conservación. Por último, su transporte sin romper la cadena de frío asegura la llegada al consumidor en óptimas condiciones.