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Dermatitis atópica, cómo afrontar los meses de frío

Ha llegado definitivamente el frío. Atrás quedaron los meses de verano en los que la piel ha perdido hidratación. La bajada de las temperaturas suele favorecer la aparición o el empeoramiento de algunas lesiones cutáneas como la dermatitis atópica. ¿Cómo afrontarla?

babeLa Dermatitis atópica (DA) es un proceso inflamatorio cutáneo crónico, caracterizado por un intenso prurito y de carácter recurrente. La piel no tiene la capacidad de mantener la hidratación adecuada y eso es lo que provoca picores, eccemas y sus reacciones negativas.

Los expertos afirman que la principal causa de esta enfermedad es la predisposición genética. Pero existen ciertos factores ambientales, alérgicos y alimenticios, e incluso algunas prendas de ropa, que los desencadenan y agravan. La incidencia de dicha enfermedad va en aumento debido a los hábitos de vida y a agentes relacionados con la contaminación, la falta de sueño y el estrés, que provocan su aparición.

Esta afección se ha duplicado en los últimos 20 años en adultos. Concretamente, en España entre el 1% y 3% de la población adulta padece dermatitis atópica, según los datos de la Asociación de Afectados por la Dermatitis Atópica (AADA). Y se da en el 75% de los bebés y niños.

En la fase temprana (aguda), los lactantes (por lo general de menos de 4 meses) desarrollan erupciones rojas, exudativas y costrosas en la cara, que se extienden al cuello, el cuero cabelludo, las manos, los brazos, los pies y las piernas. Pueden verse afectadas grandes superficies del cuerpo. Esta fase dura entre 1 y 2 meses. En la fase crónica (tardía), niños y adultos desarrollan una erupción que suele aparecer (y reaparecer) únicamente en un lugar o en unas zonas muy concretas.

En niños, suele aparecer en forma de manchas rojas o marrones en cara, cuello, parte alta del tórax y hombros, grandes pliegues -como las partes internas de la rodilla o de los codos, en muñecas, en párpados- y dorso de las manos, pies o tobillos, incluso en el cuero cabelludo. En el caso de los más pequeños aparece una piel seca y descamada, que se desprende con facilidad. En los  adultos estas irritaciones suelen aparecer en la cara y el cuerpo.

Los signos y síntomas del eccema, como también se denomina a la DA, incluyen también la piel seca, agrietada, con escamas, picazón -especialmente de noche-, incluso bultos como ampollas o costras hasta la piel en carne viva tras rascarse. El rascado y el frotamiento de la piel pueden erosionarla, y permitir así la penetración de bacterias que causan infecciones de la piel, de los tejidos situados bajo la piel y de los ganglios linfáticos circundantes. También puede desarrollarse inflamación generalizada y descamación de la piel, lo que se conoce como dermatitis exfoliativa.

¿Cómo podemos trata la dermatitis atópica?

La piel atópica es un trastorno que no se puede prevenir, dado que se produce por una predisposición genética. Por lo que lo único que se puede hacer es controlarla y combatir los factores que lo agravan. Unas sencillas medidas y tratamientos de cuidado personal pueden aliviar la picazón y prevenir nuevos brotes de dermatitis atópica.

El tratamiento básico debe comprender un cuidado óptimo de la piel, combatiendo las alteraciones de la barrera cutánea con el uso regular de emolientes e hidratantes corporales, que constituyen la primera opción terapéutica en la prevención de los brotes y restablecimiento de la hidratación de la piel, sobre todo con la llegada del frío. Se recomiendan duchas con agua templada durante un período de máximo diez minutos.

Se recomienda también el uso de jabones ‘syndet’ suaves para la higiene diaria, con un pH ajustado (5.5 – 6.0) para proteger el manto de la piel. En este sentido, uno de los productos bandera es el Jabón de Aceite, de 500ml., formulado por Laboratorios BABÉ, sin agua, y enriquecido con Omegas 3, 6 y 9. Este jabón corporal contiene más de un 40% de aceites emolientes y reparadores, como el aceite de soja y el aceite de Inca Inchi, que limpian suavemente a la vez que nutren en profundidad. Su alto contenido en ácidos grasos esenciales restablece el nivel de hidratación cutáneo, previene la deshidratación y aporta un bienestar inmediato. Alivia rápidamente la sensación de tirantez y el picor. Está indicado para la piel seca, muy seca o con tendencia atópica.

Además, es necesario hacer un uso continuado de productos dermocosméticos emolientes para romper el ciclo picor-rascado, lo cual ayudará a espaciar los brotes y mejorará nuestra calidad de vida. Es importante utilizar productos tanto de higiene como de hidratación acorde a este tipo de piel. Laboratorios BABÉ presenta una Crema Emoliente, de 200ml., que nutre intensamente y restablece la hidratación de la piel muy seca o con tendencia atópica. Contiene ácidos grasos esenciales, Omega 3, 6 y 9, que regeneran las zonas de sequedad localizadas.

Sólo en casos de pleno brote de atopia, se recomienda el uso de corticoides. En el caso de que los síntomas no remitan, habría que seguir un tratamiento dermatológico con el uso de corticoides suaves, tópicos y locales, y combinarlos con el uso de cremas emolientes o hidratantes varias veces al día.