Los especialistas quieren recordar la importancia de proteger nuestra piel todo el año pero especialmente en verano
Junio de 2017 pasará a la historia como uno de los meses más calurosos. Son muchos los que han aprovechado las altas temperaturas para refrescarse en la playa. Los especialistas quieren recordar la importancia de proteger nuestra piel todo el año pero especialmente en verano, para evitar envejecimiento prematuro y lesiones que deriven en cáncer de piel. De hecho, el pasado 13 de junio se conmemoró el Día Europeo de la Prevención del Cáncer de Piel.
El doctor Vila Moriente, miembro de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, destaca una serie de recomendaciones básicas:
- Tomar el sol con moderación y no exponerse en las horas centrales del día (entre las 11:00 y las 15:00).
- Usar elementos que nos protejan del sol como gafas, sombreros, gorras y ropas de manga larga, cuando sea posible.
- Aplicarse crema de protección solar antes de salir de casa.
- El factor de protección dependerá del tipo de piel pero se recomienda al menos un factor 50.
- Renovar la aplicación de la crema cada 2 horas.
- Moderar las sesiones de solárium.
Daños en la piel asociados al sol
La exposición al sol excesiva y sin protección provoca el envejecimiento prematuro de la piel, recuerda el doctor Vila Moriente. “El sol favorece la aparición de numerosas arrugas, profundas y marcadas, las manchas marrones se multiplican y la piel se vuelve menos flexible. Además, se seca y deshidrata. Esto es debido a que los rayos UV actúan directamente sobre la cadena del ADN, haciendo que las células produzcan menos melanina, colágeno y elastina”, nos dice el doctor Vila Moriente
Algunos de los principales efectos del sol sobre la piel son:
- Arrugas: en la frente, verticalmente entre las cejas, en las comisuras de los ojos (conocidas como ‘patas de gallo’) y surcos nasogenianos (entre la nariz y las comisuras de los labios).
- Manchas oscuras en las zonas más expuestas como la cara, el cuello, el escote o el dorso de la mano.
- Queratosis actínicas, son lesiones epidérmicas que se descaman.
“Hoy en día la medicina permite atenuar algunos de los efectos nocivos del sol como las arrugas o las manchas pero, como profesional, siempre recomiendo la protección para evitar daños en la piel que, además de antiestéticos, pueden ser perjudiciales para la salud”, recalca el doctor Vila Moriente.
Por supuesto, recordar que si alguna mancha o lunar comienza a cambiar de forma, color, tamaño, sangra o duele debe acudirse inmediatamente al especialista.