Adquirir costumbres sanas, como las de una dieta equilibrada o hacer ejercicio moderado de forma regular, pueden reducir hasta un 92% las posibilidades de sufrir un ataque al corazón.
Las cifras hablan por sí solas: el 43% de las mujeres y el 36% de los varones, menores de 75 años, se ven afectados por algún tipo de enfermedad relacionada con el corazón y, de hecho, es la primera causa de muerte en nuestro país, por delante del cáncer. Ante tales cifras, queda claro que cuidar nuestro corazón es algo que debe de ser considerado de vital importancia, mucho más si tenemos en cuenta que gran parte de que no suframos ningún tipo de dolencia relacionada con el mismo está en nuestras manos, con tan sólo seguir unas sencillas pautas que deben de convertirse en una rutina más de nuestra vida.
Por supuesto, existen factores ajenos a esas prácticas que, lamentablemente, no podemos controlar, pero es un porcentaje muy pequeño con respecto a todas las ventajas que nos aporta llevar una vida sana, algo que no está reñido con la diversión y, por supuesto, no es sinónimo de monotonía o aburrimiento, pero sí de alegría y bienestar.
¿Te gustaría saber cuáles son? Te explicamos, de forma breve y sencilla, qué prácticas saludables debes de seguir. Además, ante cualquier duda, siempre deberás de acudir al especialista y a tu farmacéutico de confianza más cercano. Ellos serán las personas que mejor te aconsejen y, sobre todo, te den las pautas y los cuidados más indicados para tu persona.
Pasos sencillos
Son numerosos los estudios y opiniones de expertos que coinciden en señalar que la práctica cotidiana de las siguientes costumbres, reduce, de manera considerable, las posibilidades de sufrir algún tipo de patología relacionada con el corazón.
1. Una dieta sana. Tenemos la suerte de vivir en un país en el que no tenemos necesidad de importar alimentos. Contamos con una excelente huerta llena de frutas y verduras en cualquier punto de España, que son la base de una alimentación sana. Además, contamos con un amplio surtido de pescado, especialmente los blancos, que también contribuyen a mejorar nuestra salud. Equilibrar esto con carne blanca y algo de carne roja, hará, no sólo que podamos disfrutar de menús variados y divertidas recetas, sino que además, podamos presumir de una salud de hierro.
Pero, ¡ojo!, estos alimentos no se pueden consumir de cualquier manera. Las verduras hay que consumirlas, a ser posible, a la plancha o al vapor. Si las compramos de temporada, conservan todo su sabor y, por tanto, no necesitan de ningún tipo de aditivo como salsas o grasas, para ser consumidas. Basta con un chorrito de aceite de oliva virgen extra (muy importante) y, si lo deseas, algo de sal, pero muy poquita, puesto que ésta está muy relacionada con los problemas del corazón.
2. Hacer ejercicio. No hace falta invertir dinero, ni acudir al gimnasio para poder practicarlo y que éste nos ayude a fortalecer el corazón. El mejor ejercicio de todos es caminar, a buen ritmo, ni muy lento ni muy rápido. Si lo hacemos todos los días de 30 minutos a una hora, nuestro corazón estará más que feliz.
3. No fumes ni bebas. Todos lo sabemos, pero se trata de dos factores realmente dañinos para nuestra salud. Por supuesto, no pasa nada si consumimos algo de vino en nuestras comidas, pero no más de una copa y que no se trate de algo cotidiano.
4. Controles rutinarios. Más de la mitad de las personas que sufren algún tipo de patología cardiovascular no sabían que tenían un problema. Una revisión periódica con el especialista nos ayudará a prevenir posibles futuros problemas.