La crisis del coronavirus ha irrumpido en nuestras vidas cambiando no sólo hábitos, sino prioridades en el cuidado de nuestra piel. La preocupación por la higiene y la seguridad de los productos son factores clave para el consumidor de dermocosmética, en la era post covid-19
Ver en PDF
Los tratamientos faciales y corporales tienen el objetivo de cuidar nuestra piel y fomentar nuestro bienestar. Con el paso del tiempo, nuestra piel pierde elasticidad y comienzan a aparecer pequeñas imperfecciones. Por este motivo, las personas utilizan productos para tratar de combatir el paso del tiempo.
El mercado de la dermocosmética ha estado siempre bien posicionado y cada vez son más las personas que apuestan por el cuidado de la piel. Sin embargo, la irrupción de la crisis sanitaria ha cambiado las prioridades de las personas, siendo la higiene y la salud lo más importante. Esto se ha reflejado en el mercado de la dermocosmética española que se ha visto afectado con un decrecimiento del -4,22% en volumen (20.444.189 unidades) y un -2,87% en valores (423.723.052 euros), según los datos de junio de 2020 de Iqvia.
CUIDADOS FACIALES: LA IMPORTANCIA DE LAS RUTINAS DIARIAS
La piel de la cara es mucho más delicada de lo que pensamos, además está muy expuesta a los factores externos y bacterias, ya que es una zona que casi nunca se cubre, aunque ahora tenemos una nueva ‘compañera’: la mascarilla. “No podemos evitar el uso de mascarilla, pero sí prevenir las irritaciones que genera. Un rostro limpio y bien hidratado ayudará a que esta protección no se convierta en una pesadilla”, explica Nuria Hospital, Técnico en formulación cosmética de Halibut.
Por eso, es importante llevar a cabo una rutina diaria acorde a nuestro tipo de piel (grasa, mixta o seca) para hidratarla, nutrirla y limpiarla en profundidad. Existen múltiples tratamientos para el cuidado facial, por ejemplo un detox facial, que se trata de un procedimiento que limpia la piel en profundidad de bacterias, eliminando las impurezas y ayudando a la piel a respirar. Otro de los tratamientos necesarios es la hidratación, no sólo para recuperar la luminosidad, sino para nutrir nuestra piel y evitar el envejecimiento prematuro.
Las limpiezas faciales consisten en quitar las impurezas y limpiar los poros de la piel. Son tratamientos que deben hacerse a diario y existen múltiples productos como agua micelar, serum o aceites destinados a retirar las células muertas y a combatir los puntos negros (que se producen por la acumulación de sebo en los poros).
En las rutinas diarias también se pueden añadir los tratamientos antiedad, los reguladores de sebo, productos para el contorno de los ojos (bolsas y ojeras) y las cremas específicas de la piel para evitar el acné, las manchas o las marcas. Muchos de estos tratamientos introducen antioxidantes, ya que “captan y neutralizan los radicales libres que provocan el daño celular y el envejecimiento prematuro. Además, unifican el tono de la piel y aportan luminosidad, disminuyendo la hiperpigmentación y evitando la reaparición de manchas”, explica Eva Otero, cosmetóloga de la marca de cosmética activa Germinal.
En cuanto a los tratamientos de los labios, existen productos para exfoliar y quitar la piel muerta que puede aparecer con la sequedad y los regenerantes e hidratantes, para aportar una hidratación extra a nuestros labios.
Las arrugas de expresión, la pérdida de volumen y la pérdida de densidad facial son los principales signos visibles del envejecimiento facial. Por eso, existen muchos productos antiedad que suelen llevar colágeno y ácido hialurónico entre sus componentes. Para la zona del cuello y escote, los principales tratamientos que se utilizan son iluminadores, exfoliantes, antiedad, antimanchas y antimarcas.
Uno de los tratamientos que debemos introducir en nuestra rutina diaria (ya sea verano o invierno) es la protección solar. La Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) aconseja aplicar una cantidad generosa de protección solar en casa sobre la piel seca, 30 minutos antes de la exposición al sol y recomienda su uso aunque el día esté nublado.
CUIDADO CORPORAL, CÓMO CREAR UNA RUTINA
A pesar de que ponemos el foco en el cuidado facial, muchas veces nos olvidamos de la importancia de crear una rutina de tratamientos para el cuerpo. Nuestro cuerpo puede presentar múltiples imperfecciones como manchas, capilares dilatados en las piernas o brazos, rojeces, pigmentación irregular, arrugas, estrías, celulitis o flacidez… Por eso, uno de los principales consejos que dan los expertos es utilizar productos específicos para cada problema.
Pero, ¿cómo podemos crear una rutina de cuidado?, ¿qué se hace primero? El primer paso es limpiar en profundidad la piel; para ello debemos elegir el jabón adecuado (para pieles sensibles, grasas, con tendencia acneica, pieles secas o deshidratadas).
El segundo paso de la rutina es exfoliar la piel. La exfoliación sirve para retirar las células muertas de la epidermis. Además, ayuda a liberar los pelos encarnados y a limpiar la piel. Se recomienda empezar por una vez a la semana e ir aumentando de dos a tres veces a la semana.
El tercer paso sería una hidratación, se puede hacer de dos formas o con cremas hidratantes después del baño o con lociones hidratantes durante el baño. También existen aceites hidratantes que pueden utilizarse en la piel mojada o en la piel seca.
Desde el Consejo General de Colegios de Farmacéuticos explican las consecuencias de una piel deshidratada: “Una piel deshidratada se muestra apagada, rugosa, tirante y falta de flexibilidad. Puede también producir sensación de tirantez y presentar escamas diseminadas por toda su superficie y arrugas finas (estrías de deshidratación), apareciendo a menudo picor y escozor. La manifestación de esta deshidratación cutánea se denomina xerosis. Empeora notablemente en invierno y, en aquellas condiciones que comportan reducción de la humedad ambiental. La susceptibilidad y severidad de la xerosis aumenta con la edad”, aseguran.
Además, explican cómo debe ser un buen cosmético hidratante: “Un cosmético hidratante adecuado debe mantener o restituir la homeostasis de la piel, retrasar el envejecimiento cutáneo y dar soluciones a pieles problemáticas, y esto se consigue aportando lípidos de calidad, humectantes y agua”.
El cuarto paso es más personalizado y se trataría de tratamientos específicos como reafirmantes o anticelulíticos. “Los productos dermocosméticos anticelulíticos se utilizan para reducir la grasa que se acumula debajo de la piel y suelen llevar entre sus componentes activos que estimulan la circulación sanguínea y favorecen la lipólisis, muchos llevan cafeína, extracto de té, etc.”, explican los expertos. Y por último, pero no menos importante, es la protección solar.
EL CORONAVIRUS CAMBIA LAS PRIORIDADES DE LA DERMOCOSMÉTICA
La irrupción de la crisis del coronavirus ha cambiado las prioridades en cuanto a la selección de los productos, ya que las únicas clases que han experimentado un crecimiento son las de los productos del cuidado de uñas de mujer, los productos faciales multiusos de mujer y los productos de contorno de boca de mujer. Con crecimientos en volumen del 13,55%, 11,26% y 4,28%, respectivamente. Y en valores de 28,28%, 21,99% y 11,12%, en el mismo orden.
De hecho, así lo afirma el director general de anefp, Jaume Pey, en la entrevista concedida a “farmanatur” para este número de la revista, en la que asegura que “la covid-19 ha afectado a todos los campos del cuidado de la salud y de forma especial a todos aquellos relacionados con la higiene y la prevención”.
Las líneas de cuidado facial masculino han caído tanto en ventas como en unidades vendidas. A pesar de que no se trata del grueso del mercado (tan solo ocupa un 0,41% de la cuota de mercado), sí han ayudado a que el mercado no levante cabeza. Concretamente, los productos de cuidado facial masculino han decrecido un -9,66% en valores, facturando 1.737.357 euros con la venta de 84.189 unidades (han decrecido un -6,84%). En cuanto a los productos de cuidado corporal masculinos también han decrecido. Esta clase ha vendido 17.432 unidades, un -23% menos y han facturado 645.192 euros, un -20,93%.
Con este panorama, son los productos de dermocosmética femenina los que empujan al mercado. Sobre todo, teniendo en cuenta que son el grueso del mercado, la clase de productos de cuidado facial de mujer, segmento que asume un 53,37% de la facturación to- tal. Aun así han experimentado un decrecimiento del -2,28% en ventas y del -4,75% en unidades en el mes de junio.