La moderación con dulces y licores y no perder nuestra rutina de ejercicio físico nos ayudarán a evitar que nuestra salud se resienta.
Se acerca la Navidad y, con ella, las tentaciones en forma de turrón, polvorones o bebidas alcohólicas. Como asegura Eduardo González Zorzano, asesor médico experto en nutrición de Laboratorios Cinfa, “en esta época del año, solemos asumir que terminaremos las fiestas con dos o tres kilos de más, y cometiendo excesos en la dieta nada recomendables. Sin embargo, si nos esforzamos, es posible disfrutar de las fiestas navideñas sin renunciar a la salud ni a nuestro peso adecuado”.
Diversos factores contribuyen a hacer de la Navidad un periodo ‘peligroso’ en términos nutricionales y de alimentación. En primer lugar, a la gran cantidad de banquetes con amigos y familiares a la que nos enfrentamos durante esta época, se suma el hecho de que habitualmente optamos por menús y recetas más elaborados, que suelen incluir en su composición salsas o ingredientes ricos en grasas.
A ello se añaden también los inevitables aperitivos y las largas sobremesas, en los que, frituras, licores y dulces compiten sobre la mesa por llamar nuestra atención. “Este ambiente festivo nos lleva además a relajamos con el tabaco y el alcohol y a volvernos perezosos con las rutinas de actividad física que solemos practicar el resto del año. Cuesta moverse con el estómago lleno”, explica González Zorzano.
Las consecuencias no tardan en aparecer: dos o más semanas de alimentación no saludable, exceso de alcohol y escaso ejercicio físico pueden afectar notablemente a nuestro organismo: además de retención de líquidos y aumento de la grasa de corporal, los ‘pecados’ navideños pueden desembocar en problemas de salud que una báscula no es capaz de marcar: “aumenta el colesterol, sube la tensión arterial y los niveles de azúcar en la sangre se elevan, así como los de ácido úrico” -concreta el experto de Cinfa-. “Desde este punto de vista, se podría decir que las Navidades no son cardiosaludables, por lo que las personas con problemas de tensión, colesterol, azúcar y ácido úrico deben tener mucha precaución en estas fechas. Y en general, si ponemos un poco de empeño y disfrutamos con mesura de los manjares y bebidas durante las comidas y reuniones, podemos disfrutarlas sin poner en peligro nuestra salud.
Regálate salud con estos diez consejos:
1. Cocina de manera saludable siempre que puedas.
Intenta cuidarte los días en que no tengas eventos familiares o con amigos. Aprovecha para cocinar al vapor, al horno o a la plancha. Disminuye los platos con grasas saturadas (presentes en carnes, embutidos y productos de pastelería) y opta por el aceite de oliva y el pescado azul, por sus propiedades cardiosaludables.
2. Recuerda tomar frutas, verduras y hortalizas.
De nuevo, los días que no tengas celebraciones, consume abundantes frutas y verduras, así como alimentos ricos en hidratos de carbono integrales. Su fibra regula el tránsito intestinal, lo que te ayudará a ir al baño, y controla los niveles de colesterol. Los días de las celebraciones no te saltes otras comidas del día. Es preferible que hagas las tres comidas principales aunque sean más suaves; por ejemplo, opta por alcachofas, berenjenas, espárragos, espinacas o un pescado blanco a la plancha, y de postre, un yogur o fruta (kiwis, naranjas…).
3. No abuses de la sal.
Esta provoca retención de líquidos, además de aumentar el riesgo de hipertensión. Para no restar sabor a las comidas, puedes recurrir al apio, las especias o las hierbas aromáticas. También debes evitar los alimentos precocinados y en conserva o enlatados, debido a su alto contenido en sal.
- 4. No repitas postre: huye de los excesos.
Disfruta de turrones, mazapanes y bombones, pero sin pasarte: pruébalos, sólo en la comida o cena de celebración, y no repitas. De esta manera, evitarás el exceso de azúcar. Si es necesario, comparte el postre con otra persona, lo que te permitirá matar el gusanillo del dulce sin abusar de él.
- 5. Dulces fuera de la vista entre las comidas.
Para evitar caer en la tentación de picar entre horas, guarda los dulces en un lugar donde no estén captando tu atención constantemente. Mantén, además, la rutina de realizar cinco comidas al día: a media mañana y para merendar, puedes tomar fruta de temporada, que te hidratará y saciará, o frutos secos como las almendras. Típicas en esta época, son ricas en vitaminas, minerales y antioxidantes, y poseen beneficios cardiosaludables, además de ser muy saciantes.
- 6. No te agües la fiesta con el alcohol.
Los vinos, el champán, las copas y los licores riegan los eventos navideños, pero abusar del alcohol puede provocarnos la temida resaca, además de que supone una ingesta de calorías vacías e inútiles. Intenta tomarlo únicamente durante la comida e intercalándolo con vasos de agua. Así puedes eliminarlo más rápidamente y evitar la hinchazón y el dolor de cabeza. El cava y el champán resérvalos solo para el momento del brindis. Así mismo, hay que tener cuidado con el exceso de tabaco que suele ir ligado a las copas y momentos sociales de estas fechas; si eres fumador, al menos trata de no incrementar mucho el hábito y ponte la meta de dejarlo lo antes posible.
- 7. El agua, más necesaria que nunca.
A cambio, recuerda beber ocho vasos de agua al día. Se trata de un hábito muy beneficioso que debes mantener más que nunca durante las fiestas, pues facilita el tránsito intestinal e hidrata el organismo, previene la deshidratación producida por el alcohol. También puedes ingerir infusiones, sopas y zumos naturales, pero, en la medida de lo posible, evita los refrescos.
- 8. La báscula, tu aliada.
Tampoco hay que obsesionarse ni pesarnos todos los días, pero sí controlar nuestro peso a lo largo de las fiestas. Un aumento demasiado repentino debería servir de señal de alarma.
- 9. Sal a pasear con tus familiares y amigos.
Además de hacer mejor la digestión, estaréis realizando actividad física, respirando aire fresco y pasando un rato muy agradable. Pequeños gestos como dejar el coche e ir a comprar los regalos andando o subir las escaleras de nuestra casa en vez de ascensor pueden compensar de algún modo los posibles excesos. Recuerda, además, que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda practicar al menos treinta minutos diarios de ejercicio físico. No los aparques en Navidad.
- 10. Regala o regálate un podómetro. Si caminas cinco mil pasos al día, dejas de ser sedentario. Para controlar el número de pasos, nada mejor que un podómetro, que puede ser una idea de regalo muy práctica o que tú mismo puedes incluir en tu lista a los Reyes Magos o a Papá Noel.