Médicos, enfermeras y pacientes se han dado cita en la XII Jornada de la Asociación Aragonesa de Trasplantados de Corazón y Patologías Cardiacas, que este año se ha celebrado bajo el lema “15 años de vida”, conmemorando así la implantación del programa de trasplante cardiaco en Aragón. El Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza ha acogido este encuentro en el que se ha reconocido la labor de la Enfermería de Cardiología, de Cirugía Cardiaca y de la UCI por su labor en los cuidados a los pacientes y en la atención que prestan a las familias. “En este acto queremos agradecer la labor que realizan, su implicación directa en el hospital, con el enfermo y con su familia. Se dice muy pocas veces, pero ¿qué se haría sin ellas en la Sanidad?”, ha dicho el presidente de la Asociación de Trasplantados, Víctor Vacas, en la apertura de la jornada a la que ha asistido la directora del hospital, Concepción Moliner, y el consejero de Sanidad, Bienestar Social y Familia, Ricardo Oliván.
También la Dra. Marisa Sanz, cardióloga del Miguel Servet, que ha presentado la jornada, ha mencionado a las enfermeras, de las que ha dicho, “se merecen una mención especial, parece que están en la sombra pero siempre están ahí”.
El personal de Enfermería del Miguel Servet tenía experiencia en tratar a estos pacientes antes de que se pudiera hacer el trasplante en Aragón, puesto que les atendían en los cuidados previos y posteriores, cuando regresaban de la cirugía. A lo largo de la mañana se han recordado las dificultades que existían antes de tener implantado este programa en la Comunidad Autónoma. Los pacientes debían ir a Pamplona o a Madrid con el esfuerzo que suponía para las familias que se enfrentaban no solo a los sentimientos de temor y soledad sino al desembolso económico que conllevaba.
Las enfermeras Purificación Martín, Mª Jesús Ruiz y Reyes Sánchez han explicado los primeros pasos y su trabajo a lo largo de estos 15 años, el antes y el después del trasplante y los cuidados que precisa el paciente. En intervenciones muy emotivas, han contado el vínculo que se establece con el enfermo y con su familia por tantos días de su vida que pasan en el hospital; los momentos de angustia mientras esperan la llamada que les confirma que van a ser trasplantados; la incertidumbre tras la cirugía y la necesidad de aportarles soluciones prácticas a sus problemas.
Todos los participantes han elogiado la trayectoria del trasplante cardiaco en Aragón y el trabajo que se lleva a cabo, “es fruto del sacrificio de mucha gente”, ha afirmado el Dr. Fernando Ibarra, jefe de Cirugía Cardiaca del Miguel Servet cuando se puso en marcha. Fueron cuatro años de gestiones administrativas y formación para lograr la acreditación, que llegó el 1 de junio de 1999 y que abría la puerta a la realización del primer trasplante que se llevó a cabo el 30 de marzo de 2000. El objetivo “no era la notoriedad sino la responsabilidad de dar una atención completa al paciente con insuficiencia cardiaca”, ha recordado el Dr. Ibarra, “y tenemos la obligación de mantenerlo. Hoy todos los cirujanos cardiacos del Servet tienen experiencia en trasplantes”.
El coordinador de Trasplantes de Aragón, José Ignacio Sánchez Miret, ha sido el encargado de cerrar esta jornada recordando el valor de la donación y de los programas de trasplante, “la dedicación de los profesionales más allá de su jornada laboral”. El programa de trasplante de la Comunidad Autónoma tiene unos buenos resultados, con una tasa de supervivencia por encima de la media española, “hay que seguir trabajando por el esfuerzo que supuso conseguirlo y por esos buenos resultados”, ha dicho Sánchez Miret.
En estos 15 años se han realizado en Aragón 135 trasplantes de corazón y también se ha realizado trasplante doble, cardio-renal, en el mismo acto quirúrgico, según los datos de la Coordinación de Trasplantes de Aragón.