Los estudios señalan que el oligoelemento selenio tiene un papel clave en la protección del cuerpo contra el SARS-CoV-2 y otros tipos de virus denominados ARN. Algunos expertos se refieren al micronutriente como un cambio potencial del panorama. ¿Es una idea descabellada?
De la misma manera que cuando un detective reúne la evidencia para formar lo que parece ser una prueba creíble, científicos de todo el mundo han observado desde muchos ángulos diferentes cómo el selenio, un oligoelemento esencial que se encuentra en nuestra dieta, se mantiene en un papel clave en la protección del cuerpo contra las infecciones virales por ARN.
El SARS-CoV-2 pertenece al grupo de virus de ARN que también incluye, Virus de la gripe H1N1, VIH, hepatitis C y E, dengue y fiebre hemorrágica como el Ébola.
Se analiza una amplia gama de diferentes enfermedades que tienen una cosa en común: son causadas por formas de virus que utilizan el material genético del cuerpo para replicarse dentro de su anfitrión.
¿Un posible cambio de rumbo?
La investigación ha demostrado que el selenio está involucrado en diferentes mecanismos de protección que pueden interferir con estos virus de ARN, evitando así que se propaguen y reduciendo la gravedad de los síntomas que causan.
Varios estudios de diferentes partes del mundo han demostrado cómo funciona el selenio de múltiples maneras, y esto fue revisado en un artículo científico publicado en Frontiers in Nutrition a principios de septiembre.
En este artículo, el científico francés Laurent Hiffl de Lagny-sur-Mame en Francia y Benjamin Rako- toambinina de la Universidad de Antananarivo en Madagascar analizaron algunas de las evidencias científicas que sugieren que el selenio es un posible “cambio de rumbo” en la lucha contra el SARS-CoV-2 y otros virus de ARN.
Mejor tasa de supervivencia
Durante la pandemia de la gripe H1N1 hace años, los científicos mexicanos observaron que los pacientes con neumonía H1N1 tendían a carecer de selenio. Por otro lado, los pacientes con neumonía que tenían niveles de selenio considerados óptimos para la actividad normal de glutatión peroxidasa se recuperaron más rápido y tuvieron una mejor tasa de supervivencia que los pacientes con un estado de selenio más bajo.
La glutatión peroxidasa pertenece a una familia bastante grande de enzimas dependientes del selenio llamadas selenoproteínas. Los seres humanos tienen entre 25 y 30 selenoproteínas diferentes que se necesitan para proteger el cuerpo contra los virus, apoyar al sistema inmunológico y realizar otras funciones clave.
El ébola roba el selenio del cuerpo
Es fundamental que obtengamos suficiente selenio de diversas fuentes para asegurar una saturación óptima de estas selenoproteínas. De lo contrario, no pueden llevar a cabo su larga lista de funciones.
El virus del Ébola, conocido en África, tiene una habilidad engañosa y bastante aterradora para secuestrar selenio, lo que hace que este nutriente tan importante no esté disponible para el cuerpo. Sin selenio, el cuerpo no puede sintetizar sus muchas selenoproteínas.
El virus del Ébola no necesita selenio para ningún otro propósito que no sea interferir con la protección del virus del cuerpo. En otras palabras, el virus lanza una llave en la maquinaria de defensa biológica del cuerpo, dándose rienda suelta para replicarse e invadir los tejidos del cuerpo.
Recuperación tres veces más rápida
Existe un vínculo bastante claro entre el estado del selenio y la capacidad del cuerpo para combatir el virus. Los científicos chinos que investigan esta relación han observado que en la ciudad de Enshi, donde las personas tienen uno de los niveles de ingesta de selenio más altos del mundo, la tasa de recuperación del COVID-19 fue casi tres veces mayor que en el resto de las ciudades del país. Provincia de Hubei. Wuhan, que se dice que es el lugar donde comenzó el coronavirus, también se incluye en esta provincia.
Un estudio alemán basado en observaciones de pacientes hospitalizados con COVID-19 ha demostrado que el 44,4% de los pacientes tenían niveles muy bajos de selenio en sangre. Entre los que murieron a causa de la enfermedad, el 65 por ciento tiene bajo nivel de selenio, mientras que el 39 por ciento de los sobrevivientes tenía muy poco selenio en la sangre. El estado más bajo de selenio en los pacientes estaba fuertemente asociado con la mortalidad, informaron los científicos.
Un complemento puede corregir la deficiencia
En cualquier caso, el selenio es un micronutriente que es extremadamente importante para la salud humana. Se obtiene de fuentes alimenticias como pescado, mariscos, cereales integrales, nueces (especialmente nueces de Brasil) y carne de órganos.
El problema en gran parte de Europa es que el suelo contiene muy poco selenio y eso afecta a toda la cadena alimentaria. Si los cultivos son bajos en selenio, la carne y los lácteos del ganado se verán afectados porque se alimentan de cultivos que han crecido en el suelo. Como resultado de esto, la mayoría de los europeos tienen dificultades para alcanzar la ingesta de selenio recomendada para asegurar la saturación de las diferentes selenoproteínas.
Un complemento puede corregir fácilmente este problema. Esto se ha demostrado en varios estudios, como el innovador estudio KiSel-10, donde la complementación diaria con levadura de selenio orgánica en comprimidos tuvo un impacto profundo en la salud y la calidad de vida de hombres y mujeres mayores.
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