Farmamundi ha iniciado junto a la ONG IDC-Serbia una intervención urgente, con personal ya en terreno y financiada por el Fondo de Emergencias de Farmamundi, para cubrir las necesidades básicas de más de 1.000 personas refugiadas y en tránsito en la frontera entre Serbia y Hungría, concretamente en las localidades serbias de Subotica y Kanjiža, donde en las últimas semanas han asistido a la llegada de entre 1.000 y 1.500 personas al día, muchas de ellas menores sin acompañamiento. La ONG distribuirá alimentos, kits higiénicos y material de abrigo durante los próximos dos meses, ante la llegada del otoño.
Según datos del Ministerio de Asuntos Internos de la República de Serbia, desde principios de año se han registrado más de 37.000 demandantes de asilo y casi 61.000 personas migrantes y refugiadas han cruzado o intentado cruzar la frontera norte para llegar a Hungría. Cifras que podrían duplicarse en los próximos meses. “La principal ruta migratoria de las personas que llegan a Grecia, pasa por Macedonia, Serbia y Hungría, siendo la frontera serbo-húngara el principal punto de entrada de los refugiados en su ruta hacia Europa Occidental”.
Así lo explica la responsable de Acción Humanitaria y Emergencias de Farmamundi, Tania Montesinos, desplazada en la zona desde hace unos días para apoyar ya las actividades de suministro y distribución de kits higiénico sanitarios, paquetes nutricionales y artículos de primera necesidad. “La prioridad ahora es atender a la población migrante, familias enteras y con menores, asentadas en las localidades serbias de Subotica (de unos 100.000 habitantes) y Kanjiža (con 7.000), que necesitan cobijo, alimentos, agua y saneamiento básico, artículos de higiene y también artículos específicos para bebés, mediante el reparto de material de primera necesidad como mantas, colchones, ropa e impermeables y utensilios básicos, ante la inminente llegada del otoño y de las lluvias”.
La intervención se realizará durante los próximos dos meses en ambas localidades cercanas a la frontera con Hungría, principal foco de entrada de las personas migrantes y refugiadas al país, donde se registran los principales asentamientos temporales de refugiados: “La zona de intervención en Subótica, concretamente, se encuentra situada a 2 km de la ciudad, en el emplazamiento de una antigua fábrica de ladrillos donde las familias se asientan aprovechando la disponibilidad de agua al contar con dos pozos funcionales”, cuenta Montesinos desde la zona fronteriza donde permanece con el equipo de IDC-Serbia, que junto a la asociación humanitaria alemana Arbeiter-Samariter-Bund SEE, también están instalando estructuras portátiles de saneamiento (duchas y aseos) en el área de descanso de esta ciudad.
Redes ilegales, explotación sin límites
El recrudecimiento de las medidas coercitivas adoptadas por el gobierno húngaro en la frontera con Serbia supone la proliferación de asentamientos temporales (2-3 días) en las poblaciones cercanas. “A Kanjiža llegan diariamente entre 1.000 y 1.500 refugiados. En la zona operan importantes redes de tráfico ilegal de personas que organizan viajes para llegar a Hungría, Austria y otros países europeos”, continúa Montesinos.
Los compañeros de IDC-Serbia en sus visitas a terreno han constatado cómo un gran número de personas migrantes y refugiadas que llegan a la localidad, incluyendo menores y adolescentes, contactan con estas redes que ponen en riesgo incluso sus vidas para alcanzar el destino previsto. Además, se observa una laxitud y tolerancia generalizada entre los cuerpos de seguridad respecto a la proliferación de estas redes de tráfico de personas.
IDC-Serbia alerta además de la falta de apoyo institucional en el norte de Serbia, donde solamente las municipalidades ofrecen apoyo a las personas migrantes mientras que las autoridades centrales y UNCHR focalizan sus recursos en el Sur, en la frontera con Macedonia, a través de la puesta en funcionamiento de centros de acogida temporal, provisión de asistencia sanitaria básica y registro y tramitación de peticiones de asilo.
La peor crisis de refugiados desde la II Guerra Mundial
Europa está viviendo actualmente la peor crisis de refugiados desde la II Guerra Mundial y la situación cada día es más crítica. En los primeros seis meses de este año más de 400.000 personas han solicitado asilo en los países europeos y se calcula que cada día 3.000 personas intentan cruzar las fronteras de Europa. De las personas que llegan al continente europeo, más del 40% proceden de Siria, Afganistán, Irak y Eritrea. Según los datos de la UNCHR, en los primeros 6 meses de este año, hasta 137.000 personas cruzaron el Mediterráneo huyendo de las guerras, conflictos, persecuciones y otras crisis.
Las Organizaciones Humanitarias, como Cruz Roja-Serbia, UNCHR, IDC Serbia o Farmamundi, brindamos apoyo en la zona en respuesta al llamamiento de las autoridades locales y nacionales. “Personal y voluntarios proveen de agua, alimentos y kits higiénicos a las personas que llegan a los centros de recepción habilitados, pero las necesidades se han incrementado exponencialmente desde el mes de junio, así como la llegada de refugiados, y los recursos no son suficientes para hacer frente a las necesidades más básicas”, concluye Montesinos desde Subotica.