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La revista del canal farmacia

“La categoría más demandada es la atención farmacéutica”, Carmen Jaén Seijo

Si paseáis por la hermosa ciudad de Sevilla, a la altura de la avenida Sánchez Pizjuan, os encontraréis con la farmacia Carmen Jaén Seijo, cuya titular, responsable del nombre de la botica, nos abre las puertas de su establecimiento para contarnos su historia y la evolución y transformación que ha llevado a cabo para adaptarse a las nuevas necesidades de los usuarios

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carmen farmacia“Se podría decir que soy la segunda generación en la farmacia. Mi tío fue el titular anterior durante muchos años, y el que puso los cimientos a esta familia. Yo me incorporé a trabajar al día siguiente de acabar la carrera, hace ya nueve años, y a día de hoy soy la titular”, relata orgullosa Carmen.

Y es que, en su familia, siempre ha estado muy presente el mundo sanitario, ya sea de la rama de la medicina o farmacia y, por ello, Carmen, siguiendo la estela familiar apostó por el mundo farmacéutico “por la cercanía que se tiene con el paciente”.

La importancia de adaptarse

En cuanto a la progresión de la farmacia Carmen Jaén Seijo, asegura que el cambio generacional fue clave en la evolución del establecimiento. Y recuerda: “Trabajé junto a mi tío durante tres años y aprendí mucho a su lado, sobre todo de la parte sanitaria de la profesión. Pero, también fui siendo consciente de que existía una carencia con respecto al progreso del negocio y que nuestra farmacia tenía que adaptarse a los tiempos, así que, en el momento en el que se jubiló y me quedé sola al frente, le di un giro a la farmacia con una gran reforma que dio inicio a este nuevo proyecto”.

Uno de los cambios que llevaron a cabo tuvo que ver con tomar conciencia sobre la importancia de las redes sociales. Además, actualmente no sólo les dedican tiempo, sino que lo hacen de forma divertida y cercana. “En el mundo de las redes sociales hay que estar, aunque es verdad que hay personas que tienen más facilidad para crear contenido que otras, afirma. A pesar del poco conocimiento insiste en que “hay que estar presente porque la gente lo demanda, ya que les gusta ver a ‘su farmacia’ y escribir comentarios”. Pero Carmen no solo destaca el feedback que aporta esta herramienta, sino que lo ve como una oportunidad de crecimiento imprescindible. Además de ser “la clave para poder llegar a otros usuarios y mostrarse más allá de tu círculo”.

Hace dos años Carmen decidió reformar la farmacia, ampliando el local y dando un giro radical a su imagen. “Tenía claro que quería crear una seña de identidad. Para ello, miré varias empresas especialistas en reformas de farmacias y me decidí por aquella que reflejó mejor la idea que tenía en mente. Quería apostar por el barrio, ofrecer una farmacia moderna, con mucha luz, con facilidad para llegar al producto, pero, sobre todo, que los clientes nos siguieran viendo cercanos”, expone.

“Dividimos la farmacia por zonas: una parte de higiene bucal, dermocosmética, consejos, natural, niños; vimos las carencias que teníamos en cada sección y, poco a poco, las fuimos completando conforme veíamos la demanda del barrio”, recuerda.

Aunque está muy feliz con el resultado, reconoce que el proceso de la obra fue muy agotador, y no faltaron los contratiempos, pero también admite que, al ser su negocio, se ponía más nerviosa aún. “Por suerte, detrás contaba con un equipo espectacular que siempre estaba dispuesto a ayudar, resolver cualquier problema y, en definitiva, a cuidarme. El mayor valor que tiene un negocio es el equipo que lo forma, y eso siempre será la base para mí”, apunta.

El perfil de la clientela y categorías más demandadas

El perfil de usuarios de esta botica, según comenta Carmen, evolucionó en el momento que a los más jóvenes le dimos su sitio en la farmacia. Y, en ese sentido, fue un punto positivo que Carmen comenzase a trabajar siendo tan joven, porque le dio la ventaja de saber los servicios que buscan, qué tipo de productos demandan, entre otros. Y así, confiesa, “poco a poco fuimos abriendo el rango de edad de la farmacia”.

Cuando un paciente entra en la farmacia Carmen Jaén Seijo, se encuentran con un equipo que le pregunta por sus necesidades para buscar lo más adecuado. “Y entre las bromas que hacen nuestros usuarios pidiendo pisos en la playa, un coche nuevo o un viaje al Caribe, salen las demandas reales del barrio, lo que nos ha permitido crear los nuevos servicios de dietética, control de azúcar y colesterol, veterinaria, colocación de pendientes, etc.”, explica.

La titular de la farmacia nos cuenta que es raro el día que no atienden consultas relacionadas con el uso de la mascarilla: “estamos viendo un aumento muy significativo de casos de sequedad ocular e irritación, de orzuelos, y del ya conocido como maskné, que es el acné producido por el continuo contacto que produce la tela y la humedad en la piel”, detalla.

Y explica que, como saben que la mascarilla ha llegado para quedarse por mucho tiempo, están continuamente ofreciendo consejos sobre su uso correcto y la manera de protegernos de los posibles efectos nocivos.

A la pregunta de cuál es la categoría más demandada, Carmen responde de forma contundente: “la categoría más demandada es la atención farmacéutica. La gente necesita cada vez más tener a un profesional sanitario cercano y ese es el gran valor que sólo tenemos nosotros, el consejo farmacéutico. Nuestra labor sigue siendo crucial en estos momentos. Tenemos que seguir ofreciendo nuestro conocimiento en forma de consejo y hacer entender a la población que no podemos bajar la guardia”, subraya.

La empatía, valor fundamental para el farmacéutico

Los farmacéuticos están en la trinchera frente a las patologías, dolencias y problemas de salud e inquietudes de la sociedad y, por este motivo, uno de los valores que deben desarrollar es la empatía. De hecho, Carmen lo destaca como valor primordial: “Siempre he buscado en mi equipo la empatía, tanto con los compañeros como con los pacientes”.

Aunque no es el único que recalca, ya que la felicidad es importante también. “Debemos ser personas alegres. Es muy importante la actitud positiva para enfrentarnos a las situaciones que se dan día a día en una farmacia, y también es vital que seamos una piña. Da gusto trabajar con el equipo que formamos y ver como los pacientes se van con una sonrisa”. Aunque esta sonrisa cueste más durante los últimos meses, por culpa de la pandemia provocada por la COVID-19: “Desde el primer momento, la seguridad de todos fue lo principal y lo que condicionó todas la decisiones que fuimos tomando”, asevera Carmen.

“Sabíamos que la cruz verde no podía fallar, así que nos dividimos en dos equipos y todos dimos el 100%”, admite.

Carmen explica que la pandemia ha cambiado los hábitos de todos, y que particularmente ellos se han visto afectados porque tienen un ambulatorio cerca y, el hecho de que la mayoría de las consultas sean telefónicas, “provocó que bajara el número de pacientes”. Pero es positiva y espera que poco a poco se vaya restableciendo el funcionamiento del ambulatorio y vuelvan a tener la vida que tenían antes.

Ahora, con la mirada puesta en el futuro, la titular de la farmacia Carmen Jaén Seijo, confiesa que “el mayor reto es estar a la altura de las circunstancias que se van dando día a día y no quedarse estancado”. Y añade: “Aquí todos tenemos claro que tenemos que estar en continuo crecimiento, tanto profesional como personal”.

Carmen tiene siempre en mente cambios y entre sus objetivos a medio y largo plazo se encuentran algunos como seguir complementando los servicios que ofrecen. “Pienso siempre en qué podemos hacer para que, cuando nuestros vecinos tengan una necesidad, piensen en acudir a la farmacia como primera opción”, concluye.