La salud de los más pequeños es muy importante, sobre todo a edades más tempranas por su inmadurez inmunológica. La rutina de la guardería o el colegio, compartir juguetes y material escolar, jugar con otros niños en el parque…, son factores que exponen a los más pequeños a contraer virus y otras enfermedades, principalmente en esta época del año. El papel del pediatra es esencial, su dedicación y su labor son fundamentales para garantizar el bienestar del niño, para que crezca y se desarrolle sano y feliz. Por este motivo, mañana 8 de octubre se celebra el Día Nacional de la Pediatría, bajo el lema, El Pediatra uno más en la familia, para recordar el papel importante de esta especialidad médica como garante de mejora de la salud infantil.
El médico pediatra cuida de la salud de los más pequeños, previniendo y tratando las patologías propias en estas edades; desde gripes y resfriados, diarreas, cólicos, hasta alergias o patrones del sueño, entre otras muchas. En este sentido, la homeopatía es de utilidad para abordar estas afecciones y, además, no presenta efectos secundarios relevantes asociados a su toma, lo que hace posible su uso incluso en bebés. Esto hace que, en la actualidad, más de 4.400 pediatras en España ya prescriban habitual u ocasionalmente medicamentos homeopáticos por los beneficios que muestran en la práctica clínica.
Y es que los tratamientos homeopáticos son efectivos, utilizados en exclusiva o asociados a otros tratamientos en función de los casos, no sólo en aquellas afecciones agudas, sino también en enfermedades que se repiten con frecuencia en los niños, como son las patologías otorrinolaringológicas (ORL), uno de los principales motivos de consulta en Pediatría. Los medicamentos homeopáticos han demostrado su utilidad en su abordaje, permitiendo reducir las frecuentes visitas de los niños al pediatra, evitando las recaídas y acortando el tiempo de recuperación.
