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La mayoría de los colegios no están preparados para atender a niños alérgicos

schüler im klassenzimmerLa SEICAP recuerda que entre un 10 y un 18% de las reacciones alérgicas alimentarias suceden en el entorno escolar. En el colegio, los niños están expuestos a posibles reacciones en el comedor, recreo, excursiones o celebraciones de cumpleaños.

La mayoría de los colegios no están preparados para atender a los niños alérgicos, según denuncia la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP). Tan sólo Galicia y Baleares cuentan con un programa específico de atención a niños alérgicos, a pesar de que entre el 10 y el 18% de las reacciones alérgicas alimentarias se producen en el entorno escolar.

Entre las carencias más frecuentes en los colegios figuran la falta de protocolos de atención ante reacciones alérgicas, de formación específica en alergias a profesores y personal de comedores y de un botiquín con adrenalina. Según datos de la SEICAP, entre el 4 y el 8% de los niños tienen alergia a alimentos y casi la mitad de los padres están preocupados porque su hijo alérgico tenga que comer en el colegio. “Aunque los niños diagnosticados saben qué pueden comer y qué no y cuáles son los síntomas de una reacción, siempre puede ocurrir un accidente. Además,  cada vez hay más niños que debutan con reacciones alérgicas en el colegio”, asegura el doctor Luis Echeverria, coordinador del grupo de trabajo de Alergia Alimentaria de la SEICAP.

Según datos de una encuesta realizada por la SEICAP, la mitad de los niños han sufrido algún problema en las salidas organizadas por el centro escolar. Por eso, para este especialista, hay que prestar atención a “cualquier aspecto relacionado con la comida en el entorno escolar: celebraciones de cumpleaños, recreos, convivencias o excursiones”.

Las reacciones alérgicas en el entorno escolar pueden estar provocadas por distintas causas. “La falta de diagnóstico previo, la ingestión incontrolada del alimento, algo que es muy habitual entre niños; la ignorancia de  la composición de una comida o de la existencia  de reacciones cruzadas entre alimentos; la ingestión inadvertida por etiquetado incompleto o incorrecto; o los contactos indirectos o contaminación como las servilletas o los utensilios de cocina pueden provocar una reacción alérgica, ya sea leve o, incluso, un shock anafiláctico”, precisa este experto.

El shock anafiláctico es la reacción alérgica más grave y puede causar la muerte. La adrenalina es el tratamiento de urgencia en caso de shock anafiláctico. Sin embargo, según un informe de la Academia Europea de Alergia e Inmunología Clínica (EAACI), dos tercios de los menores y sus cuidadores no saben cómo usar un autoinyector de adrenalina. Por ello, se debe insistir en la necesidad de formar en la administración de tratamiento frente a una posible crisis. “Todos los centros escolares deberían disponer de adrenalina y se debería saber administrarla. Es un fármaco de uso sencillo  que puede salvar vidas. La correcta administración de adrenalina, por parte de la persona que haya recibido formación para ello,  puede hacer que el niño se recupere o sus síntomas sean leves hasta que llegue la asistencia sanitaria”, explica el doctor Juan Carlos Juliá, coordinador del grupo de trabajo de Educación Sanitaria de la SEICAP.

Programa Alerta Escolar

El programa Alerta Escolar, puesto en marcha en Galicia y Baleares, cuenta con material didáctico, vídeos y una serie de protocolos en anafilaxia dirigidos a profesores, que permiten explicar de forma sencilla qué es la anafilaxia, cómo reconocerla y cómo administrar la adrenalina. Además, permite a los profesionales del ámbito sanitario impartir una formación de primeros auxilios (en caso de emergencia) referente, entre otras, a patologías de asma, alergias y anafilaxia. “Esta iniciativa está destinada a los profesionales de los centros educativos de infantil, primaria, secundaria y educación especial, en centros públicos, privados o concertados. El objetivo es la formación del personal para saber cómo actuar en caso de emergencia”, precisa el doctor Juan Carlos Juliá, coordinador del grupo de trabajo de Educación Sanitaria de la SEICAP.

Otra de las vertientes que componen el programa Alerta Escolar es el registro  del alumnado escolarizado en los centros educativos de estas comunidades, que presentan patologías crónicas, como asma, alergias con riesgo de anafilaxia, diabetes, epilepsia y cardiopatías congénitas con riesgo de muerte súbita, es decir niños que pueden presentar una situación de riesgo vital.