Aunque la esperanza de vida de la mujer es mayor que la del hombre, su calidad de vida es peor. Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), a los 65 años el 51,9% de los varones vive el resto de su vida en buena salud, frente al 40,4% de las mujeres. Esta peor salud de la mujer se debe “a su peor calidad de vida respecto a los hombres a medida que van envejeciendo”, comenta el doctor Santiago Palacios, director del Instituto Palacios. También existen diferencias por género en las patologías crónicas. Las más frecuentes en el femenino son la artrosis o reumatismo, el dolor de espalda crónico lumbar y el dolor de espalda crónico cervical. En cuanto a las causas de muerte, las principales en las mujeres son las enfermedades del sistema circulatorio, seguidas de los tumores (al contrario que los hombres). “Es imprescindible llevar a cabo medidas de prevención que contribuyan a mejorar su calidad de vida y, en consecuencia, su estado de salud”, asegura el doctor Palacios.
Entre los determinantes sociales que contribuyen a «empeorar la salud de las féminas se encuentra la pobreza económica, ya que al hacerse mayores suelen tener peores pensiones y mayor escasez de recursos, lo que dificulta su acceso a la sanidad y a determinados alimentos o medicamentos”, asegura el doctor. El importe medio de la pensión por jubilación era de 662 euros en mujeres y 1.106 euros en hombres, según datos de 2012 del Instituto de la Mujer.