Los hombres jóvenes no consultan sus problemas de salud sexual por vergüenza, lo que dificulta el diagnóstico y tratamiento de distintas enfermedades, según un informe del Instituto de Medicina Sexual (IMS) con motivo de la celebración del Día Europeo de la Salud Sexual del pasado 14 de febrero. “Uno de los primeros obstáculos que impiden que las patologías de salud sexual del hombre lleguen a la consulta es la vergüenza a contarlas”, asegura el doctor Mariano Rosselló Barbará, director del IMS. De hecho, según datos de este centro, el tiempo medio que tardan en acudir a la consulta desde que empiezan a notar los síntomas es de 21 meses por problemas de curvatura de pene y 41 por disfunción eréctil. Un estudio estadounidense publicado en el último número de la revista Journal of Sex & Marital Therapy ha permitido concluir que “la negación, el miedo, la vergüenza y la percepción de que no se considera viril pedir ayuda” son las principales barreras de acceso a la atención para tratar, entre otros, problemas de salud sexual en jóvenes de entre 18 y 28 años.
“Entre los falsos mitos que rodean a la salud sexual están que las patologías van ligadas al envejecimiento del hombre, y esto es un error puesto que los jóvenes también pueden sufrir trastornos como la impotencia o la eyaculación precoz”, explica el doctor Rosselló.