La citisina es un alcaloide vegetal que simula la acción de la nicotina en el cerebro sin provocar los efectos adversos de esta
Los fumadores españoles contarán desde este mes con una nueva opción farmacológica para ayudarles a abandonar el consumo de tabaco. Se trata de un medicamento que tiene como principio activo la citisina, cuya eficacia se viene demostrando desde 2013, año en el que se inicia su comercialización en Europa, y que llega ahora a España comercializado por la compañía farmacéutica Aflofarm con el objetivo de aportar una nueva alternativa terapéutica para la cesación tabáquica.
“Esta nueva terapia viene a dar respuesta a una necesidad de demanda urgente y puede jugar un papel muy útil en la lucha contra esta dependencia. A ello contribuyen su seguridad, su eficacia demostrada y la menor duración del tratamiento, que favorece la adherencia a él”, explica el Dr. Carlos Andrés Jiménez Ruiz, jefe de la Unidad Especializada en Tabaquismo del Hospital Clínico San Carlos de Madrid.
La citisina, un alcaloide vegetal que se extrae de las semillas de los árboles del género Cytisus laburnum y que fue descubierta en 1818 y sintetizada por primera vez en 1864. Un siglo después se comenzó a evaluar sus propiedades y a estudiar su utilización en terapias de cesación tabáquica. Actualmente, lleva años utilizándose con esa finalidad en varios países europeos.
La efectividad de citisina radica en que -tal y como constatan diversos estudios, como el del Centro de investigación de la Conducta Sanitaria de la Universidad de Londres- este ingrediente activo simula la acción de la nicotina en el cerebro sin tener los efectos adversos de esta. Eso significa que la citisina estimula en menor medida las señales de recompensa, que son las que causan la adicción, y disminuye los síntomas del síndrome de abstinencia.
Además, diversos estudios publicados en prestigiosas revistas científicas como New England Journal of Medicine o Journal of the American Medical Association avalan la eficacia de este principio activo, así como sus reducidos efectos secundarios.
Una de las principales novedades del medicamento consiste en la corta duración del tratamiento, que en este caso es de 25 días frente a los 3-6 meses que requieren otras terapias con la misma indicación. Además, el producto no contiene nicotina, a diferencia de otros tratamientos empleados para dejar de fumar.
Este medicamento se comercializa en comprimidos y bajo prescripción médica, y sigue una pauta de tomas diarias decreciente hasta completar el tratamiento.
Un reto social
El tabaquismo es una enfermedad crónica adictiva que requiere prevención, diagnóstico y tratamiento. Las estadísticas revelan que sólo el 5 % de los fumadores consigue dejar de fumar sin la ayuda de un tratamiento. Este porcentaje aumenta considerablemente si va acompañado de ayuda psicológica adicional. De hecho, el Dr. Raúl de Simón, médico de familia en el centro de salud Luis Vives, Alcalá de Henares y Experto en Tabaquismo, asegura que “con un buen tratamiento farmacológico y seguimiento psicológico se puede dejar de fumar”.
Según los datos de la Encuesta Europea de Salud en España (EESE), en 2020 fallecieron en España a causa del tabaco unas 60.000 personas. En el mundo, la cifra de muertes asciende a más de ocho millones. De ellas, siete millones a causa del consumo directo y 1,2 millones debidas a la exposición al humo por patologías tan diversas como, por ejemplo, el Cáncer de Pulmón y la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica, patologías cuyas luchas se conmemoran en todo el mundo los próximos 17 y 20 de noviembre respectivamente.