Los farmacéuticos comunitarios desempeñan un papel clave en la detección, indicación y seguimiento del tratamiento de la sarna, en cuyo abordaje resulta fundamental la colaboración de los diferentes profesionales sanitarios
Un total de 225 farmacéuticos /as de Gipuzkoa han recibido una formación específica sobre la sarna, enfermedad cutánea altamente contagiosa que puede afectar a personas de todas las edades y niveles socioeconómicos. El objetivo de esta formación organizada por el COFG ha sido mejorar el abordaje de esta patología desde la farmacia comunitaria, teniendo en cuenta el papel clave en la detección, indicación y seguimiento del tratamiento por parte de los farmacéuticos.
La sesión ha contado como ponentes con: el Dr. Jorge Soto, dermatólogo y Jefe de servicio en Dermagune, Policlínica Gipuzkoa; y las farmacéuticas comunitarias Carla Arizmendi y Saioa Ugidos. Durante la sesión, los tres ponentes han informado sobre aspectos relacionados con las manifestaciones clínicas y tratamiento de la sarna para la farmacia comunitaria; así como diversos casos clínicos de abordaje de pacientes con sarna en la farmacia, entre otros aspectos.
Según informan Carla Arizmendi y Saioa Ugidos, farmacéuticas, las manifestaciones más comunes de la sarna son el prurito intenso que se intensifica por la noche y los surcos en la piel, “que son trayectos lineales del color de la piel que terminan en una vesícula. Las lesiones se localizan en áreas del cuerpo con pocos folículos pilosos, como los codos, las muñecas, los tobillos, los glúteos, las axilas, las areolas, el ombligo y los genitales”, explican.
En cuanto a su transmisión, las farmacéuticas explican que la sarna se transmite por contacto directo piel con piel y que, aunque es menos común, también puede transmitirse por contacto con objetos contaminados, como sábanas, ropa o toallas. “Por este motivo, es fundamental que se trate simultáneamente a los contactos estrechos, que son los convivientes y personas con las que el paciente diagnosticado haya estado en contacto piel con piel en el entre 15 y 20 minutos en el último mes desde la aparición de los síntomas, aunque sean asintomáticos”, matizan.
En cuanto al tratamiento, las farmacéuticas inciden en que se debe comenzar cuanto antes para evitar la transmisión comunitaria: ”El tratamiento tópico de primera línea es la permetrina, y el tratamiento vía oral es la ivermectina. También se puede utilizar una combinación de ambos tratamientos. Si el paciente no responde a estos tratamientos, se pueden utilizar tratamientos tópicos de segunda línea, como el benzoato de bencilo y la vaselina azufrada”, informan.
Añaden que, además del tratamiento acaricida, se recomiendan medidas no farmacológicas, como lavar la ropa a una temperatura superior a 60ºC, limpiar y aspirar superficies y mobiliario, cortarse las uñas y evitar el rascado. “También se pueden necesitar tratamientos para paliar el picor como cremas emolientes, corticoides y antihistamínicos. En ocasiones, para las lesiones secundarias por sobreinfección bacteriana, se pueden necesitar antibióticos”, apuntan.
En cuanto al papel de los farmacéuticos comunitarios en el abordaje de la sarna, las farmacéuticas destacan la importancia de su formación en la detección, indicación y seguimiento del tratamiento de la sarna. “La formación de los farmacéuticos en este campo es esencial, y la colaboración entre los diferentes profesionales sanitarios es fundamental para lograr mejores resultados en el tratamiento y la prevención de la sarna”, concluyen.