El Sistema Personalizado de Dosificación (SPD) ayuda a reducir el gasto sanitario que implican los errores en la toma de medicamentos, duplicidad e interacciones
El “¿Hoy es jueves? ¿Te has tomado las pastillas? No quedan más en la caja…”. Estas son algunas de las conversaciones diarias que mantienen familiares y pacientes crónicos, especialmente mayores que viven solos. Y la consecuencia es grave: la falta de adherencia terapéutica se estima cercana al 50% en este tipo de enfermos e implica un importante gasto económico y sanitario. Si cada paciente tomase solo la medicación que necesita y en el momento que lo precisa esos gastos se reducirían notablemente. Y es posible gracias al Sistema Personalizado de Dosificación (SPD), servicio que se ofrece en las farmacias. El problema muchas veces radica en el desconocimiento de este servicio y de su gran utilidad por parte de la sociedad.
¿Por qué el SPD salva vidas?
Si el SPD consistiera simplemente en depositar en un blíster con fechas la medicación, la mayoría estaríamos cualificados para hacerlo. Sin embargo, la vida está en juego, ya que la ingesta errónea de medicación puede desembocar en el peor desenlace.
El SPD incluye actuaciones orientadas a la prevención, identificación y resolución de problemas relacionados con los tratamientos. Y el farmacéutico es clave en este proceso. Así, por ejemplo, Beatriz Herreros, miembro del departamento de Consultoría Técnico-Farmacéutica de COFMS31, que cuenta con este servicio de SPD para farmacias, explica que “ayuda a detectar si el médico especialista y el de Atención Primaria han prescrito cada uno un medicamento antihipertensivo diferente, es decir, si el paciente está tomando dos medicamentos para una misma patología; si sigue tomando una medicación que ya no necesita, como cuando hay cambios en el tratamiento por ingresos hospitalarios, enfermedades agudas, etc., o si está tomando medicamentos sin prescripción médica para patologías menores que interaccionan con su medicación crónica o con su salud, y no ha informado al médico ni al farmacéutico en la dispensación”.
En cifras
En 2030 se espera que el número de personas de 60 años o más crezca en un 46% y pase de 962 millones a 1.400 millones, superando en número a los jóvenes, así como a niños menores de 10 años a nivel global, según la SEGG. En 2018, por primera vez en la historia, las personas de 65 años o más superaron en número a los niños menores de cinco años en todo el mundo. Las previsiones apuntan a que el número de personas de 80 años o más se triplique, de 143 millones en 2019 a 426 millones en 2050, según datos de Naciones Unidas.