El resveratrol, componente de algunos alimentos, como los frutos rojos o el vino tinto, es un antioxidantes de origen natural que mejora la función cerebral y ayuda a retrasar el envejecimiento, según los organizadores de la jornada Antioxidantes naturales: mitos y realidades.
Se trata de un congreso para profesionales de la salud organizado por la Sociedad Española de Fitoterapia (SEFIT), la Facultad de Farmacia de la Universidad de Barcelona y el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Barcelona.
Dos recientes estudios publicados en dos prestigiosas revistas de neurología, y Journal of Neuroscience y Journal of Neurology han demostrado que el resveratrol mejora las funciones cerebrales. En el primero de ellos, publicado en el mes de junio, se comprobó que “la suplementación de la dieta con resveratrol mejora el rendimiento de la memoria”. Tras 26 semanas de ingesta la capacidad retentiva de palabras fue de 30 minutos más que con placebo, y también se observó una mejora del metabolismo de la glucosa y de la conectividad funcional del hipocampo cerebral.
El estudio publicado en Journal of Neurology de la edición de julio, comprobó cómo el resveratrol administrado en ratas tenía una “actividad neuroprotectora funcional y morfológica en la hipoperfusión cerebral crónica”, un síndrome caracterizado por un bajo de riego sanguíneo en el cerebro que ocasiona demencia.
“La capacidad antioxidante del resveratrol está siendo investigada para confirmar si es capaz de proteger al organismo de los radicales libres, lo que puede ayudar a prevenir o reducir los síntomas de enfermedades crónicas, como las cerebrovasculares o la diabetes, así como para retrasar el envejecimiento”, explica el doctor Bernat Vanaclocha, miembro del comité organizador de la Jornada.
Este compuesto natural, “se encuentra presente en los alimentos alimentos, no obstante, para realizar una correcta administración de la dosis eficaz, es mas sencillo utilizar preparados farmacéuticos”, destaca Teresa Ortega, profesora de Farmacología de la Universidad Complutense de Madrid y vicepresidenta del Centro de Investigación sobre Fitoterapia (INFITO).
La profesora Ortega también destaca las propiedades beneficiosas de los antocianos, unos compuestos que se encuentran en forma abundante en determinados frutos de colores rojizos, como arándanos, fresas, frambuesas, etc. También es posible emplearlos en forma de preparados farmacéuticos de plantas medicinales como el grosellero negro, el arándano común (mirtilo) y la vid roja. A su juicio, “cada vez hay más evidencias de sus beneficios preventivos en enfermedades neurodegenerativas”.